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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

20 septiembre 2022

NUEVO VIAJE POR LA COMARCA DE MOLINA DE ARAGON

 


Las dos parejas: los padres y una de las hijas con su marido, componentes de aquella armoniosa familia alcarreña de once personas, amantes de la naturaleza y que gustaban de viajar desde tiempos atrás a diversas casas rurales situadas en las provincias de Guadalajara, Madrid, Segovia, Toledo y Ciudad Real, y otras diversas salidas, no muy lejanas, donde se concentraban para disfrutar con  gozo de la unidad familiar.

Se encontraban sentados en los bancos de un merendero cercano al río Gallo, y frente a un enorme roquero, donde a su pie se encuentra el famoso santuario de la Virgen de la Hoz, y al lado una antigua hospedería para atender las frecuentes peregrinaciones que aquel santo lugar recibe en el transcurso de los años.



Admiraban con deleite la grandeza que la naturaleza ha premiado en aquella zona, por donde transcurre el citado rio, que a través de los tiempos ha labrado un largo cañón considerado uno de los espacios de gran valor geológico dentro del Parque Natural del Alto Tajo. Desde el mirador que sube al alto roquero, por unas escarpadas escaleras, se disfruta de unas  vistas excepcionales. Esfuerzo que realizaron nuestros personajes, para observar con mucha admiración el barranco que lleva el nombre del citado Santuario. Vieron el inmenso horizonte de esa encantadora comarca. Se recrearon en observar águilas y buitres leonados planeando lentamente en un cielo limpio de nubes, cercanos a sus nidos entre las peñas y  altos farallones.



Habían madrugado por el largo camino que debían recorrer hasta la villa de Corduente, donde pensaban pernoctar durante un largo puente semanal. Tenían   intención de desviarse del recorrido natural, para desayunar en la famosa villa de Brihuega, y disfrutar del bello espectáculo de la floración en los campos del color púrpura de la  lavanda, planta conocida normalmente como espliego. Nombre castellano con el que se ha conocido  en la Alcarria y que se ha multiplicado en la comarca de Brihuega, especialmente en la última década.

El cultivo de las citadas plantas aromáticas en la citada villa y su comarca, corazón de la Alcarria, se ha convertido en destino turístico de miles de viajeros procedentes de la provincia de Guadalajara  y de diversas partes de España.

En esa comarca de la Alcarria se produce más del 10 por ciento de las 13.000 hectáreas de las referidas plantas en nuestro país, que se usan en la industria cosmética y farmacéutica donde tienen  principal valor.

A principios del verano y hasta mediados del mes de julio la floración se encuentra en su plenitud. En estas fechas Brihuega se viste toda ella del color morado de dicha planta. Su manto de aromas y la música que acompaña en directo, crean un espectáculo insólito en los propios campos de cultivo, convirtiéndose en uno de los fenómenos turísticos más afamados de la región, “El Festival de la Lavanda”, que deja atónitos a quienes se acercan por aquella comarca. Existe en el convento de San José el Centro de Interpretación de la Lavanda y el Museo del perfume.



 A unos 16 kilómetros de Guadalajara capital, se desviaron entrando por la villa de Torija, que presume, con razón, de tener un  magnífico castillo. En él  se encuentra el museo dedicado al libro “Viaje a la Alcarria” que escribió el premio nobel Camilo José Cela, pues fue éste el primer municipio que visitó después de partir de la capital en el mes de Junio de 1946.



Allí tienen un Centro de Interpretación Turística de la provincia de Guadalajara, con espacio dedicado a la figura del Cid Campeador, otro al Geoparque de la Comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo, y en las plantas superiores de la Torre del Homenaje del castillo se encuentra el museo del referido libro, único dedicado exclusivamente a un libro, y en honor de tratarse de un personaje que tuvo en dos ocasiones residencia en la periferia de la ciudad de Guadalajara

Brihuega es una villa que mira sin complejos hacia un futuro prometedor, considerando también su legado histórico y cultural,  y un entorno envidiable, que ha convertido a esa localidad alcarreña en destino de infinidad de visitantes, especialmente en los últimos tiempos por el atractivo ligado a la floración de la referida planta. También por la adaptación de las instalaciones de la antigua Real Fábrica de Paños de Carlos III en un hotel balneario, con excepcionales y bellos jardines, además de otros monumentos dignos de ser visitados. Destacando el castillo de Piedra Bermeja, y las murallas que rodean la localidad.

Otro lugar de excepcional curiosidad para visitar, se trata del Museo de Miniaturas del profesor Max, la colección más grande y curiosa del mundo, destacando la última cena pintada en un grano de arroz.

Así pues, en Brihuega se encuentran diversos motivos para el disfrute del visitante, además de gozar de su rica gastronomía.

Después de desayunar en un bar situado en los jardines de María Cristina, nuestros personajes siguieron su camino hasta la villa de Corduente, donde tenían reservado un apartamento.

Vieron el bonito espectáculo de los floridos campos de la lavanda que extienden por los términos de Brihuega, Villaviciosa de Tajuña, y Yela, donde hicieron  reportajes fotográficos. Después siguieron su camino hasta tomar de nuevo la N-II, y  por la villa de Alcolea del Pinar enlazar con la N-211 dirección Molina de Aragón.

Después de haber estado buen rato descansando relajadamente, recuperándose del esfuerzo por la empinada subida al mirador, en aquel entorno al lado del río Gallo, frente al Santuario de la Virgen de la Hoz, decidieron pasar a degustar el almuerzo que tenían reservado para las 14 horas en el restaurante de la Hospedería.

Como buenos españoles tenían por costumbre echarse  una breve siesta, por lo que decidieron partir de nuevo a la villa de Corduente, donde con anterioridad habían tomado posesión del apartamento y dejar sus equipajes.

Por la tarde habían decidido conocer el Centro de Interpretación de la Dehesa de Corduente, situado a dos kilómetros de la citada villa, que forma parte de la red de equipamientos del Parque Natural del Alto Tajo. Tiene como principal misión acercar al público el rico patrimonio natural y cultural de aquel espacio protegido, divulgando e interpretando los valores del Geoparque Mundial de la Unesco -Comarca de Molina de Aragón Alto Tajo- que supone  promocionar el patrimonio natural y geológico e impulsar el turismo. Destacan las numerosas paredes rocosas, que coronan los barrancos y cañones fluviales, y albergan excelentes poblaciones de águilas reales y perdigueras, buitres leonados, halcones peregrinos y alimoches especialmente; así como de rica fauna de corzos, ciervos, gamos y cabras montesas; y de una extensa variedad  de flora, con grandes bosques, principalmente de pinares, sabinas, quejigos y encinas.


Una vez cumplido con el merecido descanso nocturno, tenían intención, de acuerdo con las recomendaciones de la amable persona que regenta el Centro que habían visitado la tarde anterior, ver el famoso castillo medieval de Zafra, en el término de Campillo de Dueñas, distante a unos 30 minutos de recorrido. Se trata de una propiedad particular, adjudicado en pública subasta por el Patrimonio del Estado. En los alrededores de la monumental construcción se rodó la famosa serie Juego de Tronos, por lo que desde entonces es un lugar muy visitado.






La formidable y espectacular fortaleza se alza  en torno a una plataforma rocosa, considerada la más fuerte e inexpugnable que posiblemente debe haber en España. Desde cerca, sobrecoge y asombra al considerar la faraónica empresa que supuso su construcción en el siglo XII durante la dominación árabe. El acceso es viable en coche por un  camino rural hasta un aparcamiento, y a pie tras una ligera subida hasta la base del castillo.

Después de las fotos para el recuerdo, decidieron pasar por la ciudad de Molina de Aragón, declarada Conjunto Histórico. Señorial y monumental,  donde es visita obligada  pasar a ver otro enorme castillo, con un gran perímetro de sus murallas que abrazan todo el recinto. Tuvo ocho torres, de las que cuatro están bien conservadas. Está declarado conjunto histórico.



Nuestros personajes ya conocían con anterioridad la encantadora villa de Molina, capital del Señorío y del Alto Tajo, en un corto espacio de tiempo, de regreso de unas vacaciones en la población de Albarracín, provincia de Teruel.

De nuevo sintieron retroceder en el tiempo al caminar por sus estrechas y antiguas calles de inconfundible sabor medieval, especialmente por el Barrio de la Judería y el de la Morería, en pleno  casco histórico, y por otros rincones de excepcional encanto por su arquitectura civil, con numerosos palacios, y bellas casas nobles que hablan de su pasado señorial.

Pasaron por el famoso puente romano sobre el río Gallo, y observaron la bella estampa de la Iglesia de Santa Ana, del siglo XII, que pertenece al convento de las Clarisas, y la iglesia de Santa María la Mayor de San Gil, principal parroquia del Señorío de Molina, donde se encuentra el Cristo de las Victorias, patrón de la ciudad. También se acercaron a visitar la ermita de la Virgen del Carmen, patrona de Molina de Aragón. Excelente edificio neoclásico del siglo XVIII.



Al final de un recorrido inolvidable por aquella histórica ciudad, nuestros personajes se quedaron a disfrutar de un generoso almuerzo, degustando los ricos platos típicos de la zona, en uno de los varios restaurantes de la ciudad.



Regresaron a su parada base, con el mismo fin que el día anterior, una corta siesta para librarles del cansancio, y después visitar otro castillo,  el de Santiuste cercano de la villa de Corduente.  Y también, siguiendo las indicaciones de la referida señora del Centro de Interpretación, se acercaron a ver la ermita de la Virgen de Montesinos, a la que se llega por un camino de montaña, bien transitable, que parte de la cercana villa de Cobeta, por donde transcurre el río Arandilla, que también, a través de los tiempos, ha horadado un excepcional barranco y vistas extraordinarias, que fueron la admiración de nuestros personajes.



El siguiente día partieron a conocer otro mirador, que también les habían recomendado, en el término de la villa de Zaorejas, donde pudieron contemplar espectaculares vistas del cañón del río Tajo, y también observar el vuelo cercano de diversas aves, especialmente buitres, por encontrarse el mirador por encima de las buitreras. También se puede acceder con vehículo por un sendero de montaña  hasta un aparcamiento cercano al mirador.




En esta ocasión almorzaron en un ventorro de la villa de Zaorejas, después de larga espera, por la afluencia de visitantes, y con la aventura añadida de vivir una tormenta de agua y granizo, por lo que tuvieron que esperar para la nueva experiencia, hasta que el cielo se despejó de amenazantes nubes.

Para aprovechar la última jornada de su largo fin de semana, se dirigieron camino del término de Poveda de La Sierra, donde se encuentra la bonita cascada llamada el Salto de la Poveda, formada por  la presa  del embalse de la Chorrera, en uno de los enclaves idílicos del Alto Tajo.



Se trata de una presa abandonada, donde en principio se iba a instalar una central hidroeléctrica para abastecer a los pueblos de la zona, y que descartaron por severas filtraciones, por lo que con el paso del tiempo el agua ha creado una espectacular cascada.

Se accede por un sendero que parte  del Puente de la Poveda, sin dificultad para llegar hasta un aparcamiento cercano de la presa.

Regresaron al atardecer a Corduente. Se refrescaron y no tardaron en degustar una especial cena que habían encargado en el principal bar-restaurante de la villa.

Ya avanzada la noche, desde la terraza de su apartamento, se despedían de su viaje comentando los felices momentos vividos, con serena contemplación del firmamento, con plenitud  de estrellas y planetas y de una luna llena como una perla plateada de singular belleza. Maravilla imposible de apreciar desde la ciudad por la excesiva luminosidad, por lo que en estas salidas rurales que realiza la familia, siempre disfrutan el encanto de ese espectáculo, en donde el firmamento se muestra grandioso.  

Regresaron contentos  por cuanto habían  visto felizmente de las bellezas naturales que existen en aquella comarca, y no descartaron volver para conocer otros lugares que dejaron aparcados para otra ocasión, pues la extensión del Señorío de Molina-Alto Tajo es extensa y monumental, y abarca muchas rutas de senderismo, con unos parajes espectaculares y las impresionantes hoces y cañones que han horadado los diversos ríos  a través de los siglos.  Naturaleza  que se ha prodigado en aquella comarca para  agraciar al viajero que la ame y la respete.

Septiembre de 2022    

Eugenio

 

 

 

1 comentario:

Montse dijo...

Como siempre,Eugenio nos transmite su amor a nuestra tierra.Con una fotos preciosas,me emociona recordar esos sitios que conocí hace años y que había olvidado.Cuanta belleza hay en esta provincia y cuánto cariño en tus palabras.❤️❤️