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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

06 septiembre 2023

NUEVO VIAJE POR EL ALTO TAJO EN MOLINA DE ARAGON

                  -Checa, Chequilla y Orea-

 

Aquella noche de verano próxima al otoño, la luna llena brillaba intensamente, y el viejo Octavio contemplaba el hermoso cielo en el que centelleaban las estrellas, y la suave claridad que iluminaba el entorno del edificio donde estaba ubicada su vivienda, con un bonito jardín, destacando un alto ciprés, una extensa palmera y el enorme olivo que era la admiración de la vecindad.

Había madrugado para preparar la nueva aventura que tenía proyectado afrontar con su nieto Cesar, por el Parque Natural del Alto Tajo en Molina de Aragón. Conocer las villas de Checa, Chequilla y Orea, que dejaron de ver, por falta de tiempo, en el último viaje que realizaron por aquella zona, descubriendo nuevos horizontes, cerca de Peralejos de las Truchas, una de las diversas villas por donde realizaban las famosas maderadas, arrastradas por las aguas del río Tajo, sabiamente conducidas por los conocidos gancheros, cuya tarea durísima era  conducir los maderos hasta la villa de Aranjuez.

Por lo que quedaron con deseos de conocer las  citadas villas y sus términos, pues tenían conocimiento del encanto que gozaban, especialmente, por la extraordinaria belleza que les ha brindado la naturaleza con idílicos paisajes, de altas montañas y enormes  barrancos y hoces labradas por los ríos, especialmente el Tajo.  Pasarían un fin de semana como lo hacían de costumbre.

Así pues, se puede afirmar, que nuestros personajes, como otros muchos en la actualidad, están comprometidos en conocer los encantos de Guadalajara-capital y su provincia, por las muchas posibilidades que ofrecen a la humana contemplación, haciendo del viajero un divertimento  con variadas rutas turísticas que nunca podrá olvidar.

 Descubrieron con sus salidas el sueño de viajar y conocer nuevos lugares y las costumbres de sus gentes, que es lo que hace que  la vida sea interesante. 

Tuvo que apremiar a su nieto para salir al alba, ya que  era largo el camino a recorrer.

No obstante, y en los últimos momentos, antes de partir hacia la nueva aventura que habían proyectado, Cesar sugirió a su abuelo realizar una parada en la ilustre villa de Torija, situada a unos 16 kilómetros de  la capital, pues tenía mucho interés en conocer, más profundamente, la historia del famoso viaje que realizó el premio nobel de literatura Camilo José Cela, plasmado en el libro “Viaje a la Alcarria”.

Castillo de Torija

Después de la salida, en pocos minutos estaban en la citada villa de Torija. Desayunaron en un bar frente al imponente castillo que preside lugar preeminente al borde de la meseta alcarreña, justo en el lugar que se inicia la caída hacia el valle, dominando el camino que transcurre hacía la meseta, por lo que fue pieza clave en la defensa del reino castellano. Goza de un magnífico estado de conservación, lo que permite recorrer las diversas dependencias de su interior y observar lo que era una fortaleza medieval, que fue construida en el siglo XII.

Narraba Cesar a su abuelo: -Cuenta la historia sobre este castillo-fortaleza, que en el siglo XIII, el rey Alfonso XI entrega el lugar y su castillo a Alonso Fernández Coronel, uno de los valerosos capitanes que actuaron en la famosa batalla del Salado, en la que tomó partido Enrique de Trastámara, aspirante al reino de Castilla, quien apresado por el rey Pedro I el Cruel fue degollado en su presencia.

-Abuelo, observarás como se las gastaban los reyes en aquellos lejanos tiempos.

-Sí, Cesar, pero en los actuales tiempos también se observan comportamientos deshonrosos, poco patrióticos, que  avergüenzan al común de los mortales, aunque no se llegue a los extremos que has comentado. Pues algunos dirigentes, que deberían dar buen ejemplo, destacan por estar más en conseguir el poder, incluso vendiendo principios ideológicos.  Por todo ello, los ciudadanos siguen preguntando, hasta cuando aguantarán el descontento de tantos ante el abuso de unos pocos; pues cuando los que mandan pierden la vergüenza, el pueblo les  pierde el respeto. Mientras tanto olvidan los muchos nubarrones que se atisban en el devenir de los tiempos.

-Y cada vez es más evidente la sentencia que hace años hizo un ilustre político: “Las promesas electorales están para no cumplirse”. Por lo que llegar así al poder o mantenerse en él, carece absolutamente de grandeza y credibilidad.

-Está claro abuelo, que desde los más remotos tiempos de la humanidad, ha habido locos, granujas y malvados, que han realizado verdaderas tropelías.

-Pero sigamos nuestra aventura, Cesar, y pasemos a observar cuanto contiene este magnífico castillo.

Nuestros personajes pasaron buen rato por las instalaciones del castillo, pero se centraron especialmente en conocer el Museo del Viaje a la Alcarria, por el interés que había mostrado Cesar.

El museo se encuentra en un marco  incomparable, en la Torre del Homenaje, y que fue creado con motivo del 50 aniversario de la publicación del referido libro del escritor Camino José Cela, que ha hecho famosa en el mundo la provincia de Guadalajara.

Alberga una colección de recuerdos entre los que figuran numerosos objetos personales utilizados por el Premio Nobel  en su recorrido por la provincia de Guadalajara en el año 1946, cuando inició su viaje, así como las ediciones únicas de la publicación, con fotografías de la época, mapas y utensilios artesanales usados en aquellos tiempos, y que Cela nombra en sus libros.

Se trata del primer museo del mundo dedicado a un libro, y que le sirve al turista como punto de partida para conocer los pormenores de lo que posteriormente se encontrará durante su viaje por la Alcarria, así como la historia de esa comarca universal. Gracias al museo, Torija es hoy, más que nunca, la puerta de la Alcarria.

Después del feliz rato vivido en el referido castillo, partieron hacia la villa de Checa, donde pensaban pernoctar durante el fin de semana. Desde allí visitarían las otras dos villas de Chequilla y Orea.



Llegaron a Checa a la hora del almuerzo, por lo que lo primero  hicieron es reponer fuerzas en un restaurante que les habían recomendado. Salieron satisfechos y pronto tomaron aposento en una pensión adecuada para pasar el fin de semana que tenían proyectado.

Después de descansar un rato, salieron a visitar la villa, destacando la iglesia del siglo XVII y el edificio del Ayuntamiento que preside la plaza mayor. Tiene  una gran fachada, en la que luce balcón corrido y torreta para el reloj. También en la plaza destaca una magnífica fuente pública, construida en el año 1905.



La villa está situada en la parte castellana del Sistema Ibérico, próxima a los Montes  Universales, a una altitud de 1.383 metros sobre el nivel del mar, flanqueada por dos altos cerros, formando parte del Parque Natural del Alto Tajo. La principal importancia económica siempre ha sido por la madera de sus densos pinares, siendo su término uno de los más extensos de Castilla-La Mancha. Destaca su riqueza natural, en cuanto a geología,  es muy diversa y rica en flora y fauna.

El territorio de la villa de Checa, en general, es abrupto y montañoso, y está surcado por varios ríos: Tajo, Hoz seca, Cabrillas y el Genitoris, este último pasa por la villa  dividiéndola en dos barrios, con casas a ambos lados, formando dos saltos de aguas a modo de cascadas, y es atravesado por cinco puentes, antes de confluir sus aguas en el río Cabrillas. Todo lo cual da a Checa un pintoresco atractivo y originalidad.



Decidieron nuestros personajes, como es costumbre en sus desplazamientos por la provincia, hacer una excursión por los alrededores  de las villas que visitaban, y disfrutar plenamente la encantadora naturaleza de aquella idílica comarca.

Después de un bello recorrido siguiendo el curso del río Cabrillas y tras acercarse a conocer la singular Cueva del Tornero, regresaron al atardecer con un sol ya decadente, cansados, pero felices de haber vivido nueva experiencia para el recuerdo, con las fotos que Cesar fue realizando en muchos momentos desde que iniciaron la nueva aventura por aquellos bellos lugares.

Conociendo nuestros personajes la climatología de la zona, debido a su considerable altitud, y especialmente a la caída de la tarde, no olvidaron de tomar precauciones llevando adecuadas prendas de abrigo.

Al día siguiente, después del desayuno, proyectaron partir hacia la villa de Chequilla, a poca distancia de donde habían pernoctado, que, sin exageración alguna, puede asegurarse es una de las más bellas y curiosas de la provincia de Guadalajara, enclavada en un singular paraje, con bellas  y caprichosas formaciones rocosas, como  los elementos naturales que  conforman su término. Rodeado siempre de verdeantes prados y densos pinares; colgada materialmente de un abrupto roquedal de formaciones areniscas muy propias de la zona.



El conjunto de las escasas edificaciones de la villa, es realmente sorprendente, pues todas ellas están construidas de sillar arenisca roja. Destaca su plaza de toros excepcional, única en España, tallada completamente en la roca, con graderíos también tallados, y un único resquicio al espacio exterior por donde introducen a los astados en el ruedo.




Entre el caserío destaca una sencilla iglesia parroquial, del siglo XVIII, que posee en su interior una nave única y retablo mayor de estilo barroco.



El término también es de gran belleza con  grandes formaciones rocosas, salpicando con su color rojizo el verde oscuro de los bosques y prados que conforman el territorio.



También dedicaron gran parte de la mañana en realizar un recorrido por los alrededores de aquellos  singulares parajes, donde el silencio, el dulce transcurrir de las serenas aguas del río Cabrillas y las originales bellezas que contemplaban, embelesaron a nuestros entusiasmados personajes por la nueva experiencia vivida; hasta que entendieron que debían regresar para el almuerzo en un restaurante que habían reservado en la próxima villa de Orea.



Después del almuerzo y haber deleitado un cafetito tranquilamente sentados en cómodos sillones, donde estuvieron a punto de dormirse, por el normal cansancio de la ruta de la mañana, decidieron no esperar mucho tiempo, y se prestaron a finalizar la visita final que habían proyectado.

La villa de Orea es un paraíso natural en alta montaña. Se la llama cumbre de Castilla La Mancha por ser el pueblo más alto de esta comunidad.  Se asienta en un terreno de una altitud de 1.400 metros sobre el nivel mar. Goza de maravillosos paisajes, cielos estrellados, innumerables arroyos, fuentes, ríos y muy extensos pinares, con un extraordinario patrimonio geológico. Ubicada, como ya se indicó en pleno corazón de las serranías de Albarracín y de los Montes Universales, en un amplio espacio de prados y sotos, y de fértiles valles, y todo su término está rodeado de altos picachos, siendo el Pico de la Gallina con 1.883 metros, el de mayor altitud de la provincia de Guadalajara.



   

Se trata de una villa que goza de larga historia, especialmente, desde el siglo XII, cuando se repobló su asentamiento con poblaciones del norte de Castilla y de las zonas vasca y navarra. Por su  gran riqueza mineral, en el siglo XVII durante el reinado  de Felipe IV, se estableció en esa villa una importante fábrica y fundición de artillería. También un centro artesanal de paños. Actualmente destacan sus recursos forestales, la ganadería y muy especialmente el turismo.



La villa goza de una bonita plaza Mayor, y al fondo el Ayuntamiento, edificio alto y de  atractivo porte, que se adorna con tres arcos de piedra labrada, con un balcón corrido y torreta para el reloj. Existen viejas mansiones reflejo de un singular y distinguido pasado, y edificaciones de elegantes balcones y rejería. También se destaca en la villa la Casa Grande,  típica casona molinesa.

A la entrada de la villa se encuentra el Pairón de las ánimas, de sillar de arenisca roja, de época barroca

También se destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, digna de ser visitada. El interior es de dos naves, con un retablo mayor barroco, y de otros altares de cierta consideración y riqueza pictórica.

-Abuelo, tengo entendido que  esta  zona goza con menos contaminación lumínica y acústica de toda la península ibérica. Esto unido a su altitud, hace disfrutar de cielos nocturnos espectaculares. Por ello tuve la precaución de haber cogido el pequeño telescopio, que en algunas ocasiones hemos llevado para disfrutar de la contemplación de las estrellas y los planetas.



-Así es Cesar, después de la ruta que nos han recomendado en el restaurante, debemos  regresar antes del anochecer, para observar de la magnífica oportunidad de ver, desde una atalaya cercana de la villa, la grandiosidad del firmamento, pues nunca antes hemos podido  estar en el lugar ideal para ello.



Tal como son nuestros personajes, cumplieron de regresar al atardecer después de una larga caminata. Habían recorrido varios kilómetros por lugares idílicos de inolvidable belleza, y pronto estuvieron en el restaurante donde habían almorzado degustando la tradicional  y rica gastronomía de la zona, del que salieron muy satisfechos.

Se entretuvieron durante largo rato, disfrutando del espectáculo nocturno que se les brindaba de un cielo limpio de nubes, pudiendo escudriñar plenamente aquel firmamento preñado de estrellas como nunca lo habían conocido y seguro estaban nuestros personajes de haber vivido una experiencia muy singular, y quedaría en el recuerdo de su larga historia por el turismo realizado en la provincia de Guadalajara.


Castillo de Molina de Aragón

Al día siguiente, final del nuevo viaje por el Parque  Natural del Alto Tajo, se dispusieron a regresar al dulce hogar, parando a desayunar en Molina de Aragón, la capital del Señorío, dar una vuelta por sus calles y acercarse a su monumental castillo, recordando tiempos pasados, cuando habían realizado turismo por la histórica villa.

Nuestros personajes habían reservado mesa para el almuerzo en un  restaurante de carretera, situado en el kilómetro 103 en la A-2 camino de la capital, pues querían celebrar el final de su viaje disfrutando con un buen plato de cabrito asado, típico de la zona, y del postre de los famosos bizcochos borrachos que hacen la delicia del paladar.

P.D. La posibilidad de realizar un sueño, es lo que hace que la vida sea interesante.

Agosto de 2023

Eugenio