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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

18 octubre 2022

EL MÀGICO MUNDO DE IRINA


Han pasado siete años desde aquel día emocionante, cuando en el aeropuerto de Barajas los familiares más cercanos esperaban a Irina y sus padres adoptivos, después de un largo viaje desde un lejano país.

Larga había sido la espera de aquel atribulado matrimonio alcarreño que había emprendido la maravillosa aventura,  desde hacía varios años, para conseguir la adopción de un niño o niña en remotos lugares, pese a los problemas y dificultades que padecieron, pues nunca cejaron en su empeño en conseguir lo que con tanta ilusión iniciaron.

Quizás recordaron la frase de Dante Alighieri, en su famosa obra La  Divina Comedia: “A la mitad del viaje de nuestra vida, me encontré en una selva oscura apartado del camino recto…Pero al llegar al pie de una cuesta, donde terminaba el valle que me había llenado de miedo el corazón, miré hacia arriba y vi su cima revestida ya de los rayos del planeta que nos guía con seguridad por todos los senderos”.

Pues es reconocido que todo en la vida tiene su tiempo y premio a toda noble aventura, y que aquel matrimonio sintió al recibir en sus alados brazos aquella niña de radiante encanto. Y son felices porque en su vida manifiestan la sencillez, el cariño y la bondad, dejando marcado el camino por donde su querida Irina pueda caminar.

Y han aprendido que lo difícil no solo es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir, y mantener la ilusión cada día sobre un futuro conseguido con ciertos sacrificios, y mantener lo mejor de cada uno que existe en el interior de  las personas, y así brillarán las estrellas en la clara noche y reinará el esplendor lleno de la luna en las vidas de esa gran familia que se ha formado desde  la llegada de su hija. Pues la ternura que están viviendo con su niña, es la fuerza y la valentía que expresa el amor que por ella sienten y representa la ilusión de sus vidas; que así esperaron y se arriesgaron a sufrir con muchos días de incertidumbre hasta el momento sublime de conseguir su ansiado premio.

Habían entendido que la vida no es algo que se pueda desaprovechar, a pesar de los inconvenientes y sinsabores que de su aventura  acaecieron.

Se dice que “cada niño nace con su pan debajo del brazo”. Es una popular frase que significa que cada bebé que llega al mundo, trae consigo fortuna y bienestar a su familia, y que pase lo que pase, nunca le faltará la provisión para ser criado.

Puede ser que no en todos los casos se corresponda la frase con la realidad, pero cierto es que los niños al nacer son como las estrellas que alumbran en el basto firmamento. Y esta historia  ha sido una realidad evidente, que desde el principio de la adopción por sus padres, han vivido toda una sinfonía de amor y ternura.

Pues no solo a sus padres sino al resto de los familiares, que desde la encantada mochila que la niña traía desde aquellos remotos horizontes y hasta los momentos actuales que viene remontando la dulce y verde colina de la niñez, ha  repartido cariño y dulzura, quizás, las sensaciones que venía necesitando desde que vino al mundo.

Irina es un manantial de momentos felices, enriqueciendo la unión de la familia en general, por la que siente  inmensa pasión y es ferviente animadora de encuentros frecuentes con todos los que representan, desde el principio, su especial adoración y gloria.

Todos en la familia se han sentido agraciados de esa alegre  niña que ha evolucionado felizmente en su físico y conocimientos, que goza de mucha viveza y les hace disfrutar de venturosos momentos de armonía e inmensa felicidad.

También están jubilosos  por haber conseguido liberarla de un futuro incierto, sin familia en el momento que saliera de su centro de infancia, para atenderla en las necesidades naturales, en un mundo de posibles incertidumbres, carente del afecto y cariño tan necesarios de recibir una persona en su aventura por la vida, tal como lo está recibiendo Irina en los últimos siete años con su nueva familia.

Y ella con esos padres ha encontrado cariño, paz y sosiego, y especialmente la libertad que le brinda el mundo nuevo en el que se encuentra, pues como dijo Cervantes en su famoso libro Don Quijote de la Mancha: “La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar”.

 

Eugenio

Octubre de 2022