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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

28 octubre 2020

LA PRINCESA DE ÉBOLI Y PASTRANA

 


Octavio y su nieto Cesar habían llegado temprano a la ilustre villa de Pastrana, en la Alcarria baja de la provincia de Guadalajara. Madrugaron en un día soleado de principios de otoño, después de haber recorrido la distancia de 46 kilòmetros desde la capital.

Habían salido de un confinamiento impuesto por las autoridades con motivo de la pandemia vivida desde los primeros días del pasado mes de marzo, y ahora estaban como niños deseando franquear una puerta hacia la vida y la aventura, para disfrutar al aire libre de cuanto brinda la naturaleza y desquitarse de la libertad de muchos días que les habían privado.

Realizan este viaje a Pastrana, que dejaron pendiente cuando visitaron  la villa de Almonacid de Zorita en el pasado mes de junio.



Y ahora lo hacían por la insistencia de Cesar en conocer el lugar donde había vivido y fallecido a la edad de 52 años en 1592 la singular Princesa de Éboli. Duquesa de Pastrana, de nombre Ana de Mendoza y de la Cerda, conocida  vulgarmente por la “ilustre tuerta”  más famosa de la historia hispana, pero en particular de Guadalajara.   Nació en la villa de Cifuentes, en pleno corazón de la Alcarria en el año 1540. Heredera de varios títulos nobiliarios y descendiente de la ilustre familia de los Mendoza, de mucho arraigo en Guadalajara y su provincia.



Se encontraban en la famosa plaza de La Hora, lugar donde se ubica el palacio que fue propiedad de la citada Princesa.



-Cesar, ahí tienes el palacio que deseabas conocer, e imagina a la Princesa  prisionera en su propia casa, recluida sin poder salir, tan solo una hora al día en aquel balcón grande enrejado que destaca sobre la fachada. Triste final de una azarosa vida



-Así es abuelo, que conozco bien su historia, gracias a los estudios en mi carrera de Turismo. Es apasionante, y siempre he tenido curiosidad de conocer a fondo su vida y andanzas en años del reinado en España de Felipe II, porque  tuvo una vida algo rocambolesca, polémica y tremendamente escandalosa en aquella época del siglo  XVI.

-La verdad es que nunca tuvo buena prensa, pues parece que fue víctima  de los tejemanejes de sus padres y de su marido. Su caída en desgracia discurre paralela a la de su cómplice y posiblemente amante, Antonio Pérez, con quién tramó  y confabuló, perjudicando al rey Felipe II y a su hermanastro Juan de Austria.


 

-Abuelo, conocido era su fuerte carácter que le llevó a enfrentarse con Santa Teresa de Jesús, no obstante haber sido su protectora, y haber ayudado en la fundación de un convento para monjas, habilitando varias casas donde se ubicaron las religiosas de la Orden que dirigía la Santa. Hechos acaecidos después del fallecimiento del esposo de la Princesa, Rui Gómez de Silva, cuando ella contaba con 33 años de edad.

-Bien sea leyenda o historia cierta, parece ser que tuvo momentos  dislocados y quedó muy alterada  por la pérdida de su esposo, hecho por el que solicitó profesar en el referido Convento Carmelita de San José acompañada de sus damas y doncellas, imponiendo su propio horario de visitas, actitudes que revolucionaron a las demás monjas.

-Provocó un tremendo revuelo en el convento, por las exigencias de trato que exigía la Princesa, contrarias a la austera y alejada dignidad y privilegios de la fundación teresiana, que la futura santa abulense se vio obligada trasladar a sus monjas a otra fundación en la ciudad de Segovia.

-Bien es cierto Cesar, que aquel fragoso episodio de la vida de la Princesa, entre otros, contribuyó a que se la considerara caprichosa, soberbia y un tanto alocada.

Nuestros personajes decidieron pasar al interior del palacio, actualmente propiedad de la Universidad de Alcalá de Henares, que costeó las obras de restauración y acondicionamiento para celebrar eventos culturales, y poder ser visitado por el público en general. Fue declarado Monumento Nacional en 1941, dentro del conjunto histórico artístico que fue declarada la villa de Pastrana en el año 1966.

El proyecto de construcción por Ana de la Cerda y Castro, abuela de la Princesa, data de 1541, realizado por el arquitecto Alonso de Covarrubias.

En su interior observaron con admiración extraordinarios artesonados diseñados por el referido arquitecto, y otras estancias dignas de ser visitadas, especialmente las que ocupó la Princesa durante su cautiverio.

-Y ahora Cesar, vamos a tomar un refrigerio en el restaurante donde también   reservaremos mesa para el almuerzo, que por esta villa se degustan buenos manjares de la tierra alcarreña. Y después pasearemos por sus calles, para conocer el ambiente de sus gentes y otros monumentos dignos de visitar, entre ellos la Iglesia Colegiata donde está enterrada la Princesa, uno de los principales motivos de nuestro viaje.


Después encaminaron sus pasos hacia la plaza del Deán, donde está situado el Convento de San Francisco, a extramuros de la villa,  magnífico edificio monasterial fundado a mediados del siglo XV para la Orden Franciscana. Actualmente sus dependencias albergan un restaurante y otros servicios sociales.

-Abuelo, creo que está cercano de aquí el Barrio del Albaicín, donde está ubicado un sólido y distinguido edificio en el que habitó  Leandro Fernández de Moratín, autor de famosas obras literarias, entre ellas “El sí de las niñas, El viejo y la niña o La derrota de los pedantes” entre otras muchas obras de su extensa creación.

-En ese edificio que ahora estamos viendo, y que heredó de su abuela materna oriunda de Pastrana, el autor literario se retiró en diversas ocasiones buscando el sosiego y la paz deseada, conforme su carácter introvertido y solitario, inspirándose en escribir algunas de sus brillantes obras. Creo que actualmente está ocupado por una congregación religiosa.

-Cesar, ahora bajaremos por intrincadas y estrechas calles, todas ellas que destilan un encanto especial, y embelesan al visitante por el hechizo de los medievales escenarios por los que pasearon personajes ilustres: la Princesa de Éboli, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, el pastranero Juan Bautista Maíno, discípulo de El Greco y maestro de pintura del rey Felipe IV, y los poetas del Siglo de Oro, Manuel de león Marchante y Diego de Silva y Mendoza.

Al final llegaron al Convento de San José, construido por mediación y siendo mecenas la Princesa y su esposo, para la fundación de la Orden religiosa de Santa Teresa de Jesús en 1569, cerrándose en 1574 con motivo de los desencuentros ya comentados de la Santa con la Princesa. Dos años después llegaron otro grupo de religiosas concepcionistas franciscanas

-Abuelo, la verdad es que el Convento de Carmelitas Descalzas, que ya hemos comentado, en sus principios constaba de una reunión de casas, fue creado para mujeres. Posteriormente en el siglo XVII se edificó una hermosa pero sencilla iglesia de una sola nave y con un campanario de espadaña.

-Después de admirar este histórico centro religioso con una antigüedad  de 450 años, si te parece y te encuentras con ánimo para caminar un rato hasta la vega de Pastrana, podemos acercarnos a ver el Convento que también en 1569 construyeron los Duques  para hombres, bajo el nombre de San Pedro, actualmente del Carmen, en un privilegiado entorno situado a unos dos kilómetros de aquí. Hoy pertenece a la orden de los franciscanos.

-Dispuesto a seguirte, aunque ahora menos ágil de cuando en otra ocasión, hace años, visité con tu abuela esta notable villa y  también nos acercamos a ese interesante monumento.

-Pues allá vamos, sin prisa, y además nos deleitaremos con las bellas vistas del paisaje.


-Te comento abuelo, la idea de construir un Convento para hombres viene de parte de los referidos duques de Pastrana, que además de patrocinar el convento para monjas, también decidieron para frailes, en este caso en un lugar donde existían unas cuevas habitadas por ermitaños, que rodeaban  una ermita existente bajo la advocación de San Pedro, siendo el primer núcleo religioso habitado del lugar, en cuyo interior había un retablo de la Virgen del Carmen.

-Con el paso del tiempo han mejorado las humildes instalaciones que tuvo en sus principios con una casa de madera y un templo alrededor de la referida ermita.  

-Parece ser que está considerado como la cuna  de los carmelitas descalzos, y San Juan de la Cruz ejerció allí como maestro de novicios durante sus primeros años de vocación religiosa.  En la actualidad el conjunto, aunque conserva su parte religiosa dirigida por los franciscanos, tiene establecida la llamada Hospedería Real de Pastranas, con salones para acontecimientos sociales, restaurante, cafetería y alojamiento.

Caminaban lentamente por aquellos hermosos lugares hacia la vega del río Arles para ver el gran monumento que actualmente goza lo que fue la iniciación de los carmelitas descalzos, quedando pocos restos del convento de los tiempos de aquellas dos extraordinarias damas tan distintas de carácter y de fuerte temperamento.

-Abuelo, creo que lo que cuenta la historia de la Princesa de Éboli  se mezcla la realidad con la fantasía de sus historiadores, que hay algo de leyenda negra en su contra, pues se trataba de una dama adelantada de su tiempo, inteligente y ambiciosa, que  por estar cerca de los círculos de poder llegó a enredarse con el mundo de la política, que tanto entonces como lo es ahora, solo  acechan peligros que pueden destruir hasta los que son poderosos, como le ocurrió a la Princesa.

-Parece ser que al rey Felipe II siempre le atrajo Ana de Mendoza e incluso que rondaba el enamoramiento de la dama, la cual gozaba de gran belleza y elegancia.  También hubo relación sentimental de la Princesa con el secretario del Rey, Antonio Pérez, tras enviudar ella. Existen referencias de una gran complicidad y apasionamiento entre el rey y la Princesa que  también estuvo enamorada de él, e  incluso soñó con ser su esposa y reina de España, cuando el rey había enviudado de su segunda esposa María de Tudor, reina de Inglaterra.

-En este orden de tramas sentimentales, los acontecimientos  se desarrollan de forma trágica: El rey manda a Pérez matar por razón de Estado a Juan de Escobedo, secretario de Don Juan de Austria, hermano bastardo de Felipe II. Todo se fragua porque Escobedo conoce y amenaza con hacer pública las relaciones del Rey con la Princesa.

-Para la Princesa supuso, tristemente, el final de sus aventuras sentimentales y las intrigas que había tenido en sus contactos palaciegos, por lo que en sus trece últimos años de vida el Rey la somete a presidio, primero en la Torre de Pinto,  después en Santorcaz, y finalmente en su propio palacio de Pastrana, acompañada por su hija menor Ana de Silva, que la atendió hasta el final de su vida. Fue privada de la tutela del resto de sus hijos y de la administración de sus bienes.

-Otras versiones cuentan, que la situación final de la Princesa fue debido al amor frustrado entre la Princesa y el Rey, y en particular por los celos del rey de los amores que tenía la Princesa con el secretario Pérez, que no a otras razones de las que se le acusó, como complicidad en el asesinato de Escobedo, y por la mala administración de sus estados.

-Vamos Cesar, como se suele decir, que la Princesa se comió el marrón del asesinato, por eso de los entresijos de la política de estado de aquellos tiempos.

-Cesar, lo que nadie puede discutir que fue una persona singular, atrayente, coqueta y apasionante,  seductora y atractiva, pese a estar tuerta desde niña, cuando perdió un ojo, jugando a espadachines con un paje, y que gozó de una personalidad de  carácter orgulloso, dominante e impulsivo fuera de lo común.

-Contrajo matrimonio con el príncipe de Éboli, Ruy Gómez de Silva, aristócrata  portugués, consejero, leal confidente  y privado del rey Felipe II, 24 años mayor que ella, por lo que ejerció, quizás de esposo y padre, dándole estabilidad al tiempo que ella respondía con diez hijos. Pero otra cosa sería cuando falleció el marido, que destapó su verdadero carácter, amiga de fiestas y devaneos e intrigante palatina.

Nuestros personajes pasaron al interior de aquel monumento en la cima del cerro de San Pedro, situado en un privilegiado  entorno, donde los restos de su esplendoroso pasado se encuentran materializados en incomparables obras de arte. Estuvo ocupado por los frailes Carmelitas hasta la desamortización de Mendizábal en 1836. Más tarde, en 1855,  fue ocupado por la Orden Franciscana, que todavía lo regenta.

Artísticamente merecen destacarse el magnífico retablo mayor de la iglesia, numerosas e importantes obras pictóricas de relevantes maestros y esculturas de arte sacro, especialmente de venerados cristos. Además el convento alberga un museo con una colección de siete grandes oleos que narran la llegada de Santa Teresa a Pastrana y la fundación de los dos conventos, además de un museo de Historia Natural.

-Abuelo, después de cuantas cosas bellas hemos podido ver, convendría pasar a la cafetería para tomar un aperitivo, y no tardando mucho volver a Pastrana para el almuerzo, pues tenemos cerca de media hora hasta llegar al restaurante donde tenemos la reserva. Y la tarde la dedicaremos para visitar el monumento principal, especialmente para mí, que es la famosa Colegiata donde están enterrados los Duques de Pastrana: La Princesa de Éboli y su esposo Ruy Gómez de Silva, y  posteriormente otros familiares.

Aunque cansados por el paseo de regreso, al  ser cuesta arriba hasta llegar al centro de la villa, estaban felices por  las vivencias de cuanto habían conocido, en especial Cesar por tratarse de su primera visita a Pastrana.

Después del almuerzo descansaron unos minutos en el mirador de la Plaza de la Hora, y sentados en un banco de piedra, apreciaban un bello y relajante paisaje,  que se extendía hacia el  sur por donde habían estado en la mañana, con la perspectiva que se abre hacia el amplio horizonte suroeste con las montañas que circundan la villa de Pastrana. Estuvieron un rato comentando la buena comida que les habían preparado, incluido el postre favorito de nuestros personajes: los famosos bizcochos borrachos de la tierra.



-Y ahora Cesar, como final  de fiesta de este encantador viaje por la Alcarria Baja, enfilaremos nuestros pasos por la calle Mayor, pasando por un antiguo arco hasta llegar a la citada Iglesia Colegiata, que  extiende hacia  el cielo la belleza de su monumental construcción.



-Verdaderamente se aprecia una joya arquitectónica, quizás la más relevante de Pastrana, según mis referencias. Originariamente fue levantada en estilo románico alrededor del siglo XIII como iglesia parroquial de la Villa Calatrava, pero ha sido reconstruida y ampliada en siglos posteriores, especialmente en el XVI por los primeros Duques de Pastrana, época de mucho esplendor que la villa vivió una gran pujanza económica y cultural en la que se realizaron las grandes obras que ahora podemos admirar.

-En su interior podemos ver un magnífico museo, destacando la famosa colección de tapices góticos de Alfonso V de Portugal. Capilla del Santísimo, reliquias, Baptisterio, Coro con notable Órgano, y numeroso altares y capillas con retablos barrocos y excelentes cuadros de ilustres virtuosos e infinidad de otras riquezas artísticas.

-Más tarde los Duques completaron su obra elevando la iglesia parroquial a Colegiata, dotándola de un cabildo de 48 canónigos, que superaban en número a todas las catedrales de España, excepto a la Catedral Primada de Toledo. Lo que viene a demostrar el gran poder de los Duques de Pastrana en aquella época y la fuerte influencia sobre el Rey.

-Fernando de Silva y Mendoza, el séptimo hijo de los diez que tuvieron los Duques.  Obispo de la ciudad mitrada de Sigüenza,  cambió su nombre por el de su legendario tatarabuelo Cardenal Pedro González de Mendoza, actuando en Pastrana como genuino mecenas y protector. Posteriormente,  a principios del siglo XVII, continuó con el proceso de reformas y engrandecimiento de la Iglesia Colegiata, construyendo el admirable monumento funerario para sus padres que ahora podemos contemplar.

Ante él dedicaron nuestros personajes varios minutos en silencio, y el veterano Octavio comento a su nieto:


-Cesar, aquí observarás que finalizan todas las vanidades humanas, y que la soberbia por levantar torres de Babel e intentar llegar hasta las estrellas, su vanagloria queda en ruinas frente a sus estúpidas e ilusas divinidades, con afán de conseguir poder,  honores, gloria y de paso el dinero si oportunidad tienen de conseguirlo. Todo se desvanece sin más ante lo irreversible, ignorando lo irrelevante de sus afanes. Y así podemos verlo en los tiempos actuales, que algunos se creen con el don de la inmortalidad, cuando son simples actores con caducidad, como las hojas  de los árboles que desaparecen con el viento.

Después decidieron dar por terminada su estancia en aquella bonita villa de Pastrana, que atesora relevante historia por los cuatro costados.

Era un atardecer tranquilo de un otoño alcarreño. Un cielo rojo en el horizonte envolvía a un sol declinante y una brisa fresca que empezaba a recordar a nuestros personajes que tenían que regresar al cobijo de su dulce hogar, y reponerse del cansancio  por el ajetreado día que habían tenido. Pero estaban felices de haber disfrutado de otro viaje más por tierras de su querida Guadalajara; y por el camino de regreso ya empezaban a soñar con el próximo destino, habidos de sentir emociones y con la esperanza de seguir abriendo puertas a sus vidas en libertad y con la aventura como vocación.

 

Octubre de 2020

Eugenio

 


17 junio 2020

ALMONACID DE ZORITA



El abuelo Octavio y su nieto Cesar estaban felices al conocer la noticia de que podían aliviar la menoscabada libertad que estaban padeciendo. Recibieron con mucho gozo la noticia de poder extender sus salidas más allá de su  ciudad. La situación que estaba viviendo la sociedad en general llegaba a unos extremos inquietantes. Los ciudadanos vivían preocupados y disgustados. Comprendían la gravedad del contagio que pudieran tener del maléfico virus que  atormentaba a medio mundo, pero les costaba asimilar el extremado confinamiento al que estaban condicionados por las autoridades sanitarias de nuestro País, de las que se tenían serias dudas sobre la gestión del problema.

Había amanecido un día de sol espléndido, al final  de una primavera que se escapaba de sus vidas con más pena que gloria. Pero nuestros personajes todavía mantenían la llama viva de sus ilusiones y la esperanza de disfrutar nuevas aventuras con sus viajes por la provincia de Guadalajara que tanto amaban, y con la debida prudencia que les caracterizaba, realizar el viaje que tenían programado pocos día antes de que decretaran el confinamiento, por la maldita pandemia que tantas desgracias ocasionaba.

Ahora ponían en marcha su proyecto de viajar a una bonita villa en la comarca de la Alcarria Baja llamada Almonacid de Zorita, limítrofe con la provincia de Cuenca, a unos sesenta kilómetros de la capital de Guadalajara, y a 116 de la Capital del Reino.

Hablar de la Alcarria, no es hablar solo de miel, que la caracteriza, es conocer sus paisajes, la arquitectura popular, de sus aguas con diversos ríos que descansan en varios embalses que inundan sus tierras, y dan vida a muchas villas, y es fuente de riqueza  para los ciudadanos, la fauna acuática y para la gran masa forestal que la enriquece.

El joven y apuesto  muchacho que se encuentra en la dulce colina de su juventud, estaba ilusionado con ese viaje, pues fruto de los conocimientos que tiene de sus avanzados estudios universitarios en Turismo, conoce la historia que aconteció por aquella comarca de la Alcarria, ambientada en el siglo XI y principios del XII, cuando Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, lideraba gestas y combates contra los musulmanes, en tiempos de Alfonso VI, rey de Castilla y León. Su capitán y buen amigo Alvarfañez de Minaya y sus huestes defendieron la línea de fortalezas que hacía de frontera en aquel mundo de los andalusíes, entre los ríos Tajo y Henares, llegando a liberar enclaves estratégicos desde Zorita de Los Canes y villas limítrofes y hasta la capital de Guadalajara, que también fue liberada de los intrusos invasores, recuperando aquellos enclaves para la corona de Castilla.

El abuelo Octavio también estaba feliz pensando en ese viaje, y pese a sus años, camina ligero y desenvuelto, con paso seguro de años atrás, pues le agrada la aventura fascinante de los viajes cortos que realiza con su nieto Cesar, tratando de descubrir nuevos rincones por  la citada provincia. Era un desafío para su edad, que superaba la línea roja de un buen octogenario.

En ocasiones ante el espejo a la hora de arreglar la corta barba que lucía, contemplaba con cierta melancolía la melena toda gris que adornaba plenamente su cabeza. También sus arrugas y diversas manchas dispersas  por el rostro, y en el dorso de sus manos, inequívocas de la vejez, que se habían acentuado en los últimos años. No obstante, su aspecto era aceptable, pese a los estragos que a su edad se muestra en la mayoría del común de los mortales.

Su figura sigue estando erguida y pese a todo, los doctores que controlan su salud le auguran buena esperanza de vida, salvo algún imprevisto que en todo momento puede surgir durante el crepúsculo de una vida. Solía mostrar una sonrisa con cierta nostalgia de tiempos pasados, al comprobar los estragos que el paso de los años ha marcado en el que fuera persona vigorosa y de  atlética  figura.

Habían decidido partir el próximo fin de semana hacia el destino proyectado.

Madrugaron aquella mañana que se presentaba calurosa, sin una sola nube, y ya emergía el astro rey  abriéndose paso desplazando las tinieblas de la pasada noche.

Tenían pensado salir temprano y dejar el desayuno para cuando llegasen de paso a la villa ducal de Pastrana. Tardarían poco más de media  hora en recorrer cerca de 46 kilómetros que dista desde la capital. Partirían en el pequeño turismo que había regalado Octavio a su nieto, pues él desconfiaba de sus reflejos para conducir.
 
Octavio, aficionado entusiasta de la música clásica, y que había inculcado a su nieto desde la tierna infancia, no había olvidado coger un fonograma para escuchar durante el viaje y hacerlo más entretenido. Se trataba de la novena sinfonía número nueve de Beethoven, dirigida en este caso por el famoso director Daniel Barenboim. No fue casualidad, sino intencionadamente, como había comentado a su nieto, pues quería rendir su personal admiración por el gran compositor en el 250 aniversario de su nacimiento.

Llegaron a Pastrana, después de un feliz y entretenido viaje, justo recién abierto el local de restauración, situado en la plaza llamada de la Hora.

-Abuelo, después de desayunar, y estando en esta magnífica plaza,  principal de la villa, podíamos pasar a ver el interior del Palacio Ducal. Es el edificio más emblemático de la villa, pues representa una época de gran esplendor de Pastrana, y creo conocerás, que era feudo de la enigmática e intrigante Ana de Mendoza y de la Cerda, Princesa de Éboli, nacida en la villa alcarreña de Cifuentes.

-En dicho palacio estuvo retenida hasta su muerte, por orden del rey Felipe II. Que solo podía tener contacto visual con el mundo exterior, durante una hora desde aquel gran balcón enrejado que se aprecia en la fachada principal. Por dicha razón se le puso el nombre  que lleva esta plaza.

-Y después podíamos acercarnos a la famosa Iglesia Colegiata, una joya arquitectónica, que goza de gran esplendor, con su museo de magníficas obras, y extraordinaria colección de tapices, además es el monumento donde está enterrada la citada Princesa.

-También sería interesante conocer el convento fundado por la excepcional Doctora de la Iglesia, Santa Teresa de Jesús, que coincidió con la ya citada Princesa de Éboli. Pero creo que sería mejor dejarlo para otra ocasión y realizar un nuevo viaje, que esta villa ducal merece una larga visita.

-Tienes razón, Cesar, que se nos va hacer tarde para atender otros asuntos  en la visita proyectada, especialmente llegar a la cita que hemos reservado para almorzar, que ya sabes que “tripas llevan pie”. También por confirmar nuestra reserva para pernoctar con la idea de pasar el fin de semana.

Así fue, que llegaron a mesa puesta en el restaurante pocos minutos después de recorrer los doce kilómetros que dista desde Pastrana.

No tardaron en salir a pasear por las calles de la  villa, que rezuman un encanto especial  fruto de su larga historia, con resonancias medievales.



Está rodeada de una naturaleza impresionante, y es heredera de un brillante pasado histórico que ha dejado bellísima huella en su conjunto arquitectónico. Su historia corre paralela a la villa de Zorita de los Canes, situada a pocos minutos en automóvil, a la que perteneció en la antigüedad.

-Abuelo, vamos a conocer una villa que goza de relevantes episodios  acaecidos a lo largo de su historia, y su lectura me ha llenado de interés por conocer estos lugares que hace más de un milenio se gestaron gloriosos acontecimientos relacionados en tiempos de la reconquista, abatiendo a los invasores musulmanes en estos lugares estratégicos que se habían asentado.

Monumento al poeta León Felipe


-De las cuatro puertas que hubo en las murallas que rodeaban la villa, construidas en el siglo XIV, solo queda una como sombra del pasado, testimonio de la primitiva Almonacid, y creo que en algunas partes de las construcciones de viviendas, se ven restos del trazado amurallado que tuvo toda la villa.


-Goza de una imponente plaza Mayor porticada, donde está situado el Ayuntamiento de magnífica planta, y también  se encuentra la famosa Torre del Reloj, que cuenta con carillón y dos campanillas, elevando su silueta para servir de guía a las horas y faenas de los habitantes de la villa.


-También existe una hermosa ermita de la Virgen de la Luz, patrona de la villa construida en el siglo XVIII.


-Y no podemos dejar de visitar la  Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos del siglo XV, de artística portada de estilo gótico-plateresco, y en su interior se conserva El Cristo de la Buena Muerte, pieza gótica del siglo XIV, y un retrato de San Martín. Obras de gran calidad.



-También debemos de acercarnos a los extramuros, donde se encuentra el palacio de los Condes de San Rafael; y el convento de las Madres Concepcionistas. Que cuenta con un magnífico retablo.



-Y tengo especial interés por conocer donde tenía instalada la botica que se encuentra perfectamente conservada, y que a partir del año 1919 regentaba el famoso poeta León Felipe, cuyo nombre real era Felipe Camino Galicia de la Rosa, y en esta villa se inició en el bello arte de la literatura, que tanta gloria le daría años más tarde.

-Cesar, cuanto alegra a tu abuelo, que haya sido bien empleado el esfuerzo económico que la familia ha empleado en tu formación universitaria, y ahora a punto de finalizar los estudios universitarios en Turismo, por lo que  vienes a demostrar que conoces bastante bien la historia de pueblos y ciudades, y en particular de Guadalajara y su provincia.

-Ahora empecemos a disfrutar de los encantos de esta villa, hasta que el cuerpo aguante, sobre todo el mío, que el tuyo es joven y no tienes límite para el cansancio. Por lo que debes  ser consecuente conmigo, sin prisas y con algunas pausas, por ejemplo, tomar un refresco, que el calor lo exige, y continuar, que mañana tenemos el día completo para darnos la  satisfacción de un viaje feliz.


-Descuida abuelo, que cuando lo estimes descansamos.

Y así lo hicieron nuestros personajes, que vieron cuanto Cesar iba indicando según lo establecido. Dejaron de ver algunos monumentos, porque al anochecer decidieron reponer fuerzas en la fonda donde  iban a pernoctar y habían reservado cena.

Mientras cenaban Cesar confeso a su abuelo que, para no abrumarle, había dejado  algunas visitas interesantes por ver. Entre otras  el pantano de Bolarque y su playa, donde poder tomar un baño, pues el buen tiempo facilitaba el intento.

Lo cierto fue que, al final de aquel primer día, quedaron sorprendidos de cuanto pudieron conocer durante aquella tarde de finales de  primavera,  y de que una villa relativamente pequeña, tuviera tanto encanto y fuese un destino especial para el turista que quiere conocer cosas bellas y  hechos históricos relevantes.


También disfrutaron de otra belleza singular, que no se puede ver en las ciudades, por contaminación y excesiva luminosidad: la grandeza de la bóveda celeste, en una noche sin nubes,  plena de estrellas y planetas, que como en todos sus viajes, se deleitaban en su contemplación.

Amaneció otro día espléndido de sol radiante, con una brisa suave y acariciadora.  Después de desayunar, se acercaron a visitar la Casa Palacio de la Condesa de San Rafael, del siglo XVIII; y el Convento de la Concepción, del siglo XVI, que en origen fue refugio de monjas calatravas, formando un conjunto de bellas edificaciones civiles.

-Abuelo, esta villa cuenta con un recurso cultural y turístico de primer orden, que se llama el Cela-Centro de Encuentro de Literatura y Arte, que atesora obras de pintores famosos que eran amigos del premio nobel Camilo José Cela. El famoso escritor refuerza el vínculo de la Comarca de la Alcarria con el premio nobel; pues parte de su obra se ha trasladado a Guadalajara, reforzando también el legado del Museo de Viaje a la Alcarria, que se encuentra en el castillo de Torija, cercano a la capital a tan solo  16 kilómetros de distancia.

-Ahora Cesar, si te parece, descansamos a tomar unos refrescos, para aliviar el calor que hace, y cogiendo el coche nos acercamos hasta el poblado de Bolarque, en su término municipal, zona que conozco, con motivo de una excursión que organizó mi Centro de Mayores hace varios años, y asistimos a la vistosa procesión marinera que todas las temporadas, a mediados del mes de Julio, se celebra en honor de la Virgen del Carmen, sobre las aguas del embalse construido en época del rey Alfonso XIII.

-Participan diversas embarcaciones, que siguiendo una antigua tradición, realizan una ofrenda floral en el lugar donde se encuentran sumergidos los restos de la ermita de un monasterio carmelita, después de la construcción del embalse.


-El pantano es estrecho y alargado, situado entre escarpadas colinas de la sierra de Altomira, de gran valor paisajístico, con hermosos cañones donde desemboca el río Guadiela al Tajo. Es un entorno en el que la madre Naturaleza se manifiesta exuberante. Donde el ingenio humano ha sabido crear espacios mágicos para el recreo turístico: extensos paseos y bonita playa, donde podemos bañarnos, y descansar de nuestras caminatas.
 

-Cesar, en el término de Almonacid de Zorita, se aprecia un entorno natural, en el que las aguas del bravío río Tajo, amansado en tiempos anteriores, mitad, del siglo XX, por diques y embalses, compone un paraíso acto para todos los deportes acuáticos, dejándose llevar entre bonitos paisajes el turista puede navegar entre idílicos e impresionante roquedales, que dejan a la vista el castillo de Anguix, situado sobre el alto de un cerro, como vigía de aquellos parajes, evocando tiempos lejanos cuando eran de dominio musulmán.


-También te impresionará la gran obra de ingeniería que se llevó a cabo en la década de los 70 del siglo pasado, donde se inicia el trasvase Tajo-Segura, observando los gigantescos tubos que bombean 66.000 litros de agua por segundo y salvar un desnivel de unos 300 metros de altura, y ya en el llano, llevar el caudal por medios de canales a una distancia de trescientos kilómetros, con destino a la huerta murciana.


-Parece mentira que, en poco más de cuatro años fue posible perforar una montaña en sentido longitudinal, construir un embalse en el punto más alto y montar un complejo hidráulico que asombra por sus dimensiones exteriores y maravilla por su complejidad técnica.

Por aquellos encantadores paisajes finalizaron nuestros personajes, una experiencia más por la provincia de Guadalajara, que seguro no olvidarán, como demostraba Cesar con el siguiente comentario:


-Abuelo, quizás sea este viaje, y mira que hemos realizado unos pocos, ha sido de los que más me ha entusiasmado, por el cromatismo de su belleza, además en unos momentos que la naturaleza se manifiesta exultante, y por la variedad de momentos tan diversos que hemos vivido, y también por el baño que hemos disfrutando felizmente, refrescándonos del calor agobiante en estas fechas previas al verano alcarreño, que también calienta


P.D. “El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella.” Byron

Eugenio

Junio 2020



  


12 marzo 2020

EL TROMPETISTA DE HAMELÓN



Historia de un pequeño país llamado Hamelón, en tiempos remotos. De escasa población, pobre y caótica, donde la miseria se enseñoreaba en los suburbios, no lejanos de suntuosos palacetes y castillos de señores feudales y de subversivas tribus.

En una noche bella y sin nubes, las numerosas estrellas increíblemente nítidas, no impedían ver el inmenso universo, a un abrumado rey que, desde la torre más alta de su alcazaba, se encontraba  atribulado por las tristes noticias que recibía de su pequeño reino. Eran tiempos  de pesadumbre y penuria.

Iba cumpliendo con su ritual nocturno, en solitario, como normalmente se encuentran las personas con alta responsabilidad sobre la población y el futuro del país que gobiernan.

Voces cercanas de aparentes amigos y confidentes le iban alertando de la precaria situación de su reino. Las tribulaciones le inquietaban y sus sueños alteraban, y solo encontraba cierto alivio, aunque fuera pasajero, observando el firmamento, intentando imaginar la solución de los problemas que le acuciaban.

Pero aquella noche, como algo mágico que nacía de su imaginación, presagió una solución tan inesperada como desesperada. Ocurrió entre las tinieblas de la noche, con la única claridad del fulgor que irradiaba una luna llena en todo esplendor, como una luz que iluminaba su entendimiento.

Llamó a la guardia personal que desde lejos vigilaba su seguridad, ordenando que llamasen a palacio a las personas de su gobierno y a su secretario personal. Aunque deseaba evitar que por absolutista le tuvieran, en los momentos de importancia para la seguridad de su reino y de sus gentes, cuya vida y porvenir dependían de los actos que fuera a sentenciar de forma colectiva, era el rey quien tomaba la decisión final.                                                                                                                                                                                                                         
Quería terminar con los problemas de la población que se sentía acosada por abusos de las tribus y sus caciques; de los impuestos que les imponían unos y otros; de los míseros precios de sus cosechas, y los salarios que se les imponía. De las corrupciones que alteraban la vida ciudadana, teniendo que intervenir los soldados del reino para evitar conatos de rebelión, en un país antaño pacífico, heredado de sus antepasados.

En aquel pequeño país, también existían pícaros buscavidas  y valentones, que con facilidad sacaban la espada, el florete o el puñal para robar o saciar venganzas; corruptos de la corte real sin olvidar los recaudadores de impuestos, y otras joyas de la historia humana. Pululaba la envidia, la incompetencia, las rencillas y rencores, y la avaricia de muchos que no tenían en cuenta que todo en la vida se tiene a título de depósito temporal, convirtiendo la convivencia en un bebedero de patos. Difícil de conseguir la armonía entre las diversas tribus, aumentando el desconcierto del atribulado rey, que gozaba de buenos principios, pero carecía de energía para afrontar con severidad los problemas de su país, por lo que temía perder su autoridad, pese al entusiasmo que recibía de los más  beneficiados de su  pueblo.

No obstante mantenía la esperanza  de encontrar soluciones para que su país fuese feliz, y también por salvar su pellejo y el de su familia.

Reunidos estaban los convocados y el rey les expuso su idea para resolver los problemas en cuestión, y de esta forma les dijo:

-Observo no tener respuesta positiva de vuestra parte dar solución a los delicados momentos que vive nuestro país, por lo que propongo llamar al famoso trompetista Goethe, que con la magia de su palabra y la armonía de sus baladas musicales  en otros países ha conseguido apaciguar la furia de las gentes. Vuestro rey comparte la insatisfacción del pueblo de Hamelón, y deseo castigar a quienes  les aflige y hacen daño y se aprovechan de sus debilidades, siendo mi intención de luchar por su futuro, y recuperar los decaídos valores humanos de nuestro reino-

Los convocados quedaron asombrados por la proposición real, pero para no alterar su relación con el rey, dócilmente asumieron lo que entendían se trataba de una descabellada forma de dar respuesta al deterioro del país, aunque ellos mismos fuesen incapaces de resolverlo.

Considerando el rey que callando sus ministros otorgaban la decisión de aplicar su idea, ordenó llamaran al trompetista para que se presentara en el castillo.
Llegado a presencia del rey aquel mágico músico y  de reconocida oratoria, de esta forma le propuso actuar por todos los lugares del reino:

-Después de tus bellas baladas musicales, hablarás al pueblo en mi nombre en todas las tribus y aldeas, con lenguaje sencillo, pero contundente, con razonadas pláticas para el convencimiento de las gentes, también con el auxilio de tu imaginación y  la energía de tu experiencia. Especialmente a sus caciques, a los nobles y señores feudales que habitan en sus castillos y palacios, y a todos aquellos que se consideran por encima de los más humildes, para que les respeten y no humillen, y no se aprovechen de los vasallos y lacayos, y de los laboriosos hombres y mujeres que cultivan la tierra que nos alimenta, así como de los pescadores que se juegan la vida por nosotros en la mar bravía-

-A los afanados alfareros, caldereros, toneleros,  curtidores, herreros y otros oficios y gremios dignos de considerar, tan necesarios unos y otros para el engrandecimiento de nuestro reino. Insistirás que se valore la honradez de todos, la lealtad y el honor, la dignidad y el comportamiento humanitario hacia  los más débiles curtidos en el infortunio y el sufrimiento-

-Destacando que todos han de respetar  las leyes del reino, que de no ser cumplidas, serán castigados severamente-

-Informarás a tu rey en un tiempo prudencial, pues los problemas acucian y hemos de dar cumplida respuesta conforme hayas actuado, que de ser positivos los resultados,  serás bien remunerado y elevado a la categoría de músico de la corte real. En esa empresa importante te acompañará mi secretario personal y varios soldados para tu seguridad-

Pronto partieron expectantes y gozosos en cuanto a la excepcional empresa que les aguardaba, especialmente el trompetista y poeta, que ilusionado estaba por haber contado con la confianza de aquel rey iluminado, que les alentaba por el éxito de la acción histórica que iban a realizar por el bien del reino de Hamelón.

Pasaron días y días sin tener noticias del trompetista y sus acompañantes, y el rey ya estaba intranquilo por conocer si estaba solucionada la infección de los males de su reino, esperanzado de que aquel mágico personaje lo lograría. Pero de sus informadores recibía noticias poco alentadoras.

Al atardecer de un día soleado y limpio el horizonte,  se encontraba el rey en la torre del homenaje, donde con frecuencia se situaba desde hacía días a la espera de noticias, observó que regresaba  solo una persona de cuantas había enviado para tan alto cometido, que cabalgaba lentamente sobre un caballo y que no pudo distinguir bien hasta estar cerca del castillo. Se trataba de su secretario personal que  aparecía maltrecho y a duras penas se sostenía sobre su corcel. Rápido bajó a las estancias inferiores para recibir a su secretario, y al verle tan abatido y a punto de desfallecer, los malos augurios le hicieron sospechar lo peor.

Aquel pobre hombre, apenas  balbuceando, comenzó a contarle como grupos de reconocidos matones al servicio de los señores feudales, de las tribus y sus caciques, y otras malas hierbas, les habían apaleado, ensañándose especialmente con el trompetista, y les echaron al mar para acabar con sus vidas, más él pudo salvar la suya; pero que dándole por muerto, pudo nadar mar adentro hasta  asirse a un madero, y  muchas horas después la corriente le llevó a la orilla agotado y desfallecido. En una aldea le atendieron, y recuperado en parte, continuó su camino.

Asombrado el rey del espectáculo, mandó que llevaran  a su secretario a los aposentos reales para reponerse de su trágica aventura y tranquilizar sus ánimos, para que después  le pudiera contar la historia de lo sucedido. Una vez recuperado de su convalecencia, al cuidado del médico real, el rey  decidió visitar a su secretario, para interrogarle y saber los motivos de tan extrañas circunstancias.

-Majestad- dijo el secretario, todavía atemorizado por los hechos que había vivido -nuestro reino está perdido. Se han sublevado varias de las tribus a la órdenes de sus  caciques más levantiscos y también gran parte de los señores feudales, además de otras gentes a las que han intoxicado con sus proclamas sediciosas, que no asumen las diatribas que vuestra majestad recomendó al famoso trompetista, quien con mucho ardor y entusiasmo trató de convencer a las gentes en general de las bondades para la felicidad del reino-

-Pero me cuesta mucho confesar a vuestra majestad que, su amado pueblo, en el que tenía puesta toda esperanza por conseguir su felicidad, al no ver realizados sus sueños y vanas las promesas recibidas, se ha rebelado  contra su rey, junto a bellacos tabernarios, malandrines aventureros y gentes de malvivir, además de los bufones de palacio. Creo que el sentimiento de reparación personal o colectiva está en el instinto natural de las personas, que surge cuando el rey y su gobierno son incapaces de resolver sus problemas, la miseria de sus vidas, y se ven traicionados por promesas incumplidas, y frustradas las  esperanzas que tenían en su rey-

-Majestad, cierto desorden se va extendiendo por el país, y hasta los soldados, que hasta no hace mucho tiempo velaban por su custodia, ahora hacen causa común al lado de los rebeldes. Creo que es el precio de la vida y del oficio del rey, que contentar a todos es de suma dificultad. Confieso, que un pueblo donde el sufrimiento no es algo que considere extraordinario, pues su miseria y dolor le es tan natural como la vida y la muerte, en un momento indescriptible, se rebela contra el que entiende no soluciona sus males-

-Las intenciones de su pueblo son las de asaltar el castillo, destronarle, respetando su vida y la de su familia, pero a su majestad le condenan a cabalgar sobre un simple jumento, como alma errante por todo el país, para que conozcan de verdad la realidad de su pueblo hasta el final de sus días-
                                                                                                     P.D.:”Quienes buscan la verdad, merecen el castigo de encontrarla”  S.Rusiñol

Eugenio

Marzo de 2020