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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

13 octubre 2019

GUADALAJARA Y SUS FIESTAS




Mi honda vena alcarreña no podía pasar de largo las tradicionales fiestas de Guadalajara capital, y su provincia, con motivo de la festividad de la Virgen, que se extienden durante gran parte del mes de septiembre, y que también se hace extensiva en muchas de las ciudades y pueblos de nuestro País, ofreciendo a los ciudadanos multitud de festejos y actividades religiosas y culturales, tradiciones que se vienen realizando desde tiempos remotos.


En la capital alcarreña serán las diversas peñas, en un total de diecisiete, las que den voz, luz y color con sus ardientes manifestaciones de alegría, inundando la ciudad desde la alborada del primer día de las fiestas.

El amor por la patria chica, de sus costumbres y fiestas, es entusiasmo y gloria, definiendo así a los guadalajareños que disfrutan entre lo profano y divino con sus fiestas patronales, olvidando durante unos días sus posibles aflicciones, por los muchos  momentos  felices que  les brinda la ciudad con espectáculos y deportes a porrillo. Y los placeres de la rica gastronomía de la tierra, que no hay amor más sincero que el amor por la comida, pues en general las gentes piensan que hay que aprovecharse de las dulzuras de la vida hasta que otros momentos las amarguen, pues los tiempos que vivimos son de estrellas fugaces.


Todo se hace en honor de la patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad La Virgen de la Antigua, que en solemne procesión recorre diversas calles, donde alcarreños y guadalajareños, junto con otros venidos de  diversos lugares de España, en brillante y multitudinaria manifestación de fervor acompañan su recorrido, demostrando con sus plegarias la devoción por aquella querida Patrona.


Como es de condición humana, a partir de la exaltación religiosa, los ciudadanos desean también manifestar sus ilusiones por las fiestas más profanas. Son muchas y variadas las que se les brinda, con vistosos desfiles de carrozas, cada una de inusitada imaginería. El largo desfile de las referidas peñas y sus ruidosas charangas, las bonitas carrozas que brillan de signos y colores multiformes  de imaginación extraordinaria. La histórica afición por los toros, con sus célebres corridas en plaza, y los encierros  por las calles de la ciudad a modo de los Sanfermines, pese a la confrontación con los que están en contra de estas manifestaciones taurinas.





Destacan las representaciones de teatro popular en el bonito escenario de los jardines del famoso Palacio del Infantado, importante icono de la ciudad. También otros espectáculos  musicales muy dignos de valorar, especialmente los que se representan en el Teatro Auditorio Antonio Buero Vallejo, recordando al gran comediógrafo  nacido en la capital.

También ha destacado, una vez más,  el XXIII Open de Tenis Basf Ciudad de Guadalajara, con sus diversas categorías, en su cuarta prueba de mayor importancia y repercusión del circuito nacional IBP de la Federación Española de Tenis, estando  a la altura de las muchas particularidades históricas de la ciudad, que ha logrado conseguir un lugar importante entre las actividades y servicios deportivos de Guadalajara. Significando al Club Nuevo Tenis Guadalajara, en tramitación de conseguir la aprobación y emisión del Certificado de Excelencia Deportiva, como primer club de Castilla La Mancha en conseguirlo.

Así como el Torneo de Pádel, que ha cumplido su decimocuarto año, en el que se han inscrito 300 participantes en todas sus categorías.

También el Concurso Nacional de Salto Hípico, se ha consolidado en el programa festivo, cumpliendo el tercer año de existencia.

Para mayor esplendor de las fiestas, este año ha destacado la llegada a la ciudad de la 17ª etapa de la vuelta ciclista a España, que ha dado a conocer la gran afición de los guadalajareños por este deporte, y gracias al reportaje televisivo aéreo que ha contribuido para que se conozcan  las bellezas y particularidades que contiene la ciudad fundada entre los siglos VIII y IX, destacando entre otros:

 -Torreón de Alvar Fañez de Minaya


 -Palacio del Infantado


-Iglesia de San Ginés




-Palacio de la Condesa de la Vega del Pozo


-Panteón de la Duquesa del Sevillano


-Iglesia del Fuerte de San Francisco, y antiguo convento de padres franciscanos


-La Concatedral de Santa María, perteneciente a la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.


Entre otros bellos lugares dignos de ser visitados por aquellos amantes de las maravillas que contienen ciudades antiguas como Guadalajara.

Todo ello ha contribuido a distraer, alegrar y divertir a los ciudadanos. Muchos  en pocos días han podido olvidar sus tribulaciones, penas y aflicciones que la vida acarrea en el devenir de la aventura diaria.

Recordando a nuestra Patrona en cuyo honor se representan estas entrañables fiestas, quiero manifestar un hecho histórico que desconocía, y por curioso creo merece ser contado.

Su proclamación como Patrona de la ciudad de Guadalajara fue en el año 1883.  Hasta esa fecha y desde el siglo XIV, más concretamente a partir del año 1364,  sus patrones fueron San Agustín  y su madre Santa Mónica. Consta en la historia de la ciudad, que este primer patronazgo fue a consecuencia de una letal epidemia de peste, que asoló a Castilla en los años 1363 y 1364, y por ende a Guadalajara, acrecentada por trágicas plagas de langosta que agravaron la penosa situación.

Los habitantes de la ciudad desesperados ante la terrible situación decidieron buscar en lo divino, lo que no pudieron solucionar las posibilidades humanas de aquella época, sobreviniendo un dramático caos social.

Ante aquellas penosas situaciones, los guadalajareños decidieron echar a suerte el santo al que dirigir sus ruegos, para que intercediera ante la Divina Providencia, y se apiadara de la ciudad, con su infinita misericordia.

Como dato curioso, hasta en tres de los  sorteos que se llevaron a cabo entre los ciudadanos, ellos repitieron que sería San Agustín, el gran santo obispo de Hipona,  al que implorarían para que se pusiera fin a  las calamidades que sufrían.  Al cesar una terrible plaga de langosta el 4 de Mayo, festividad de Santa Mónica, su madre, la ciudad suscribió votos del patronazgo de ambos santos, primero con la madre y después con el hijo, desde aquella fecha de 1364 hasta  el año 1883.

Parece ser que con el paso del tiempo, progresivamente fueron perdiendo capacidad de convocatoria popular, y el patronazgo de los mencionados santos en los que tanta pasión pusieron los ciudadanos para que repararan sus males, comenzó a perder entusiasmo. Así  es la condición humana de olvidadiza. Y 519 años después, la ciudad asumió el nuevo Patronazgo de la Virgen de la Antigua, con tanta o más fuerza y fervor, por lo  que pronto quedaron diluidos hasta desaparecer los votos que habían mantenido con San Agustín y Santa Mónica.

Resumiendo, han sido días repletos de más de doscientas  actividades a lo largo del mes de septiembre: religiosas, taurinas, culturales y deportivas, y otras muchas destinadas especialmente hacia los menores. Destacando en particular los divertidos y clásicos gigantes y cabezudos que recorrían las calles con el griterío infantil que lo llenaba prácticamente todo, y que tan buen recuerdo guardo de mis tiempos de niñez. Muchos momentos que se han vivido con intensidad, como el escaparate de artilugios en las atracciones de la feria, uno de los puntos de interés para los más jóvenes, con su larga variedad de cachivaches, como los coches de choque o la noria, entre otros.


En todo esto resalta como elemento común de las gentes de Guadalajara, su proverbial grado de buen trato y solidaridad. Demostrando hospitalidad y generosidad hacia todos los que han participado en sus fiestas, siendo respetuosos con los derechos, la dignidad y las convicciones de cada persona.


El recinto ferial se ha llenado de color y fiesta con los chiringuitos, casetas de comida y atracciones, las peñas y sus pasacalles por la ciudad, los conciertos y las verbenas. Después, la ciudad ha recuperado su pulso normal y  se ha despedido de las fiestas  con la esperanza de disfrutar  nuevas emociones en los festejos del año venidero.  Con renovadas ilusiones y mucha alegría, que es promotora de salud y del buen vivir,  que la voz de un pueblo feliz tiene algo de divino.

Eugenio

Septiembre 2019