Brilla el sol como una
luna de marfil, recortado en el cielo azul turquesa. Las nubes vagan por el
cielo proyectando sombras sobre los campos, que atisban la próxima primavera.
Octavio y su nieto Cesar
han venido cultivando juntos la afición de viajar por la provincia de
Guadalajara. Al abuelo le redime de las dolencias propias de su avanzada edad, por
las bellezas que descubren en sus viajes, y por mantener la curiosidad de conocer
nuevos lugares, pues siempre queda prendado de los encantos que les brinda la
naturaleza, exultante en esa provincia, y por poder charlar con sus gentes y conocer sus
tradiciones. Es esta una provincia que, junto con su capital, atesora gran
cúmulo de historias acaecidas a través de los siglos.
A nuestros dos personajes les gusta recorrer el sencillo camino de la aventura y de la vida en las distintas etapas de su edad, pues hay en ellos una perfecta comunión.
En esta ocasión habían decidido hacer turismo por la villa medieval de Hita, que cuenta con unos 300 habitantes, y dista de la capital 27 kilómetros, y 83 de Madrid.
De su castillo, que fue
importante baluarte y vigía en destacados momentos de su historia, los siglos y
los hombres no han dejado más que los cimientos. Estaba situado en el alto de un cerro cónico, y desde allí se
divisa todo el valle por donde serpentea el río Henares. La muralla bajaba
abrazando a toda la población situada en
la ladera del cerro, rodeándola con sus almenas, de las que se conservan
diversos tramos, incluso con algunas torres que han sido restauradas.
Hita fue un enclave y
privilegiado puesto de vigilancia a lo largo de la dominación romana y
durante la reconquista, por encontrarse entre las dos Españas: la cristiana y la
musulmana. Un cruce de caminos y de guerras acaecidas en el devenir de los
siglos.
Es por esto la importancia
estratégica e histórica, que comienza principalmente desde que fue ocupada por
los romanos durante siglos -a sus pies transcurría la calzada romana que
conducía a Mérida- y posteriormente bajo dominio árabe.
Cesar tenía especial
interés por conocer la famosa villa alcarreña, especialmente por ser el lugar donde estuvo
Juan Ruiz, escritor y clérigo, llamado el Arcipreste de Hita, primer poeta
lírico español con un lenguaje popular y coloquial. Uno de los más desbordantes
de la Europa medieval, autor del Libro del buen amor, por el que propone, por
un lado, informar e instruir a sus lectores sobre los peligros del loco amor o
amor mundano, y acerca de las ventajas del buen amor o amor a Dios, siendo su
novedoso ingrediente, el humor que destila la obra.
Por los importantes
acontecimientos históricos que acaecieron en el transcurso de los siglos, y
especialmente por haber asociado su nombre al del gran poeta del medievo, que
tuvo durante años la prebenda de Arcipreste de Hita, es conocida esta villa en
todos los ambientes, y se ha convertido en una celebración anual de festivales con
remembranza medieval y representaciones callejera en torno a la cultura
medieval de Castilla. Fue el famoso profesor Manuel Criado del Val, ya
fallecido y gran enamorado de la figura del Arcipreste, su principal impulsor y consagró el Festival
Medieval de Hita, considerado fiesta reconocida de Interés Turístico Nacional
desde el año 1980, formando parte de los
festivales de España desde 1963, donde es considerado el más antiguo.
En esos festivales que reviven mágicamente aquel mundo medieval, se dan la presencia de grupos y figuras folklóricas, torneos y justas caballerescas, lidia de toros a la antigua usanza, y otros recuerdos de tiempos pasados, por lo que se ha conseguido revitalizar el turismo de la villa.
Exponen adaptaciones de
obras literarias medievales, destacando las dedicadas al Libro del Buen Amor
del Arcipreste, siendo el profesor Criado del Val el autor adaptador en los
primeros cincuenta años desde la creación de los festivales, alternando con
actores profesionales y aficionados.
En el año 2015, tras el
fallecimiento del referido profesor,
toma el testigo como director teatral el conocido actor Manuel Galiana.
Cuentan los historiadores,
que en el siglo XV ya se interpretaban las justas y torneos, y el Marqués de
Santillana fue gran aficionado al igual que otros mobles.
Todo un derroche de luminosidad
y colorido al pasado medieval, cuya edición del sesenta aniversario del festival se celebrará el
próximo mes de Julio.
Los festivales han sido reconocidos con diversas distinciones, nacionales y regionales de la provincia. Los torneos medievales caballerescos, se celebran en el palenque de la villa a los pies de la vieja muralla, donde los caballeros practican entrenamientos para la batalla, combates a pie y a caballo con lanzas y espadas. Los combates son parodias de los torneos medievales. Los vecinos se visten de época, y con un mercado medieval. Desfilan personajes enmascarados, botargas de origen pagano y dulzaineros recorriendo las calles con sus cencerros y cachiporras, y actuaciones de músicos y juglares creando un ambiente mágico y misterioso.
-Cesar, hoy voy a
complacerte con especial agrado con este corto viaje que vamos a realizar, para
que conozcas una villa que tiene mucho encanto, y rica historia. Yo la conozco
de haber estado por allí en varias ocasiones, especialmente cuando se celebran
los famosos festivales medievales en los primeros días del mes de Julio. Pero
especialmente ahora porque observo el mucho interés que tienes desde que estás
en dulces momentos, cortejando a una
dama alcarreña, y quieres conocer algo más de ese Libro del buen amor
que tanto te intriga.
-Sí, Abuelo, tengo mucha
curiosidad por la fama que el libro tiene y también conocer algo más de la
literatura medieval y de su original estilo, que creo consta en el Museo de
Hita dedicado al Arcipreste y a la etnografía, en el que se exponen otros temas
históricos sobre el origen de Hita. También por ver si me aclaran el lugar de nacimiento
que parece ser fue en el año 1283; unos dicen es oriundo de Alcalá de Henares,
y otras referencias alcarreñas que es de Hita, en este último caso, no es
extraño que esta tierra se atribuya tan ilustre paisano.
Y tengo entendido que el
famoso libro lo escribió en la cárcel, a la que fue enviado por el cardenal Gil
de Albornoz, Arzobispo de Toledo, sin que yo conozca las causas, que espero me
aclaren en su museo que tengo mucho interés por conocer.
-Cesar, en la villa de Hita, de raíces medievales, creo que en tiempos remotos convivieron cristianos, judíos y musulmanes. Se conserva una bellísima puerta, llamada de Santa María, frente a la entrada de acceso principal al casco urbano, la única que se conserva de las tres que formaban la antigua muralla construida en el siglo XV, y que actualmente la villa luce con orgullo como símbolo de gloriosos momentos del esplendor de su historia. Y sobre el arco observarás el escudo de armas de Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, señor de Hita que fue militar y poeta.
Paseando llegaremos a la plaza Mayor, conocida como plaza del Arcipreste, donde se celebraba el mercado durante siglos, al barrio principal de la judería, y visitaremos, por supuesto, el museo o Casa del Arcipreste, por el que tanto interés tienes
También es interesante visitar la iglesia parroquial de San Juan Bautista de estilo mudéjar, que fue construida en el siglo XVI, situada en lo más alto de la población; y las ruinas de la iglesia de San Pedro, destruida durante nuestra guerra civil, que sirven de escenario para celebrar actos culturales.
-Te comento, Cesar, que he
reservado para visitar una de las diversas casas-cuevas existentes en la villa,
que durante siglos se utilizaban para
almacenar el vino de la tierra, y al desaparecer los viñedos dañados por la
filoxera, quedaron vacías a finales del siglo XIX y principios del XX.
-También he reservado mesa
para almorzar un buen asado de cordero en horno de leña, y el postre típico de
la tierra: los bizcochos borrachos, que ya hemos degustado en la capital en
varias ocasiones.
Nuestros dos personajes
pasaron un felicísimo día por la encantadora villa de Hita, una hermosa joya
antigua con atractivos muy especiales, donde la historia cobra vida, y Octavio
por volver a recordar los tiempos que por allí estuvo, y por dar satisfacción a
su nieto que tan ilusionado estaba por conocer, especialmente, la historia y
vida del Arcipreste.
Para finalizar la visita turística y que Cesar lo conociera, Octavio decidió acercarse a ver los restos del Monasterio de Sopetrán, situado en el suroeste del término de Hita, cuya construcción primitiva data de la época visigoda en el siglo VII. Edificado alrededor de una ermita, ya por entonces llamada de Sopetrán, por lo que tomó su nombre el citado monasterio. Su fundación definitiva tuvo lugar en el siglo XIV por los Benedictinos.
No obstante, su precaria situación, fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1983, estando en estudio su reconstrucción.
En el corto espacio de
tiempo de regreso hasta llegar a su hogar, ya estaban planificando próxima
salida, para descubrir nuevos lugares de encanto de la provincia d Guadalajara.
Marzo 2022
Eugenio
P.D. “Enpero, porque es umanal cosa el pecar, si algunos, lo que non los consejo, quisieren usar del loco amor, aquí fallarán algunas maneras para ello”
Una de las más de 1500
estrofas de Juan Ruiz, en su libro del buen amor.
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