Con vivo entusiasmo
chispea en la vida de aquel matrimonio alcarreño, familiar del que suscribe
este escrito, la ilusión de asistir a un nuevo balneario del que tenían buenas
referencias, y que tiempo atrás lo habían conocido, de paso camino del cercano
Monasterio de Piedra, en una excursión con otro matrimonio amigo.
Tenían agradable recuerdo
de aquel viaje, visitando lugares donde la naturaleza se hermosea con todo
esplendor.
Ahora celebraron que el
Imserso les concediera unas termas situadas en la villa de Alhama de Aragón, en
la provincia de Zaragoza, situada a unos 150 kms., de Guadalajara-capital, y a
209 de Madrid.
Principalmente agradó al
marido, gran enamorado de esas aguas termales de los balnearios, que son consideradas,
por la gente mayor en particular, muy
beneficiosas para salud, y que alivian los cuerpos envejecidos. Ella era más
reticente a estar rezumando agua diariamente en un turno de 10/12 días, pues la
coquetería femenina lleva con cierto desagrado observar alborotadas sus lindas
melenas por los diversos servicios que
se aplican. Asiste a los baños con
velada resignación por el cariño que tiene a su esposo, pero no oculta la comodidad de pasar unos días
de pleno descanso, a mesa puesta, olvidando los cotidianos trabajos que reporta
tener un hogar en buenas condiciones. Pero también tenían la posibilidad de alternar
con nuevas amistades que enriquecen aquellos momentos de pleno ocio, y conocer
lugares de encanto que avivan los sentimientos.
En aquella ocasión
coincidieron con personas conocidas de otro balneario al que habían asistido la
temporada anterior, por lo que les resultó más grata la estancia y fue la
afirmación de una amistad de agradable recuerdo.
En el referido municipio
de Alhama de Aragón, visitaron monumentos muy interesantes, destacando la
Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora, magistral edificio del
siglo XVII, que fue ampliado en el XVIII, claro exponente del estilo mudéjar
con ciertos elementos barrocos. Goza en su interior de magníficos retablos
dignos de admiración.
También destaca una
hermosa torre de blanca piedra, cuya silueta destaca sobre un promontorio, a
cuyos pies se encuentra el municipio. Baluarte de un castillo que en tiempos
remotos fue fortaleza que defendía los límites del reino de Aragón con
Castilla, y se supone, que también de las asechanzas moriscas.
También son interesantes
el edificio de la Casa Consistorial y el palacio de los Padilla.
No se puede obviar los
magníficos edificios destinados para el servicio público de aguas termales, también
dignos de admiración, además por la
devoción que se tiene de sus famosas aguas termales.
Pero volviendo a recordar
a nuestro matrimonio alcarreño, que ya estaban ubicados en su habitación,
después de los trámites correspondientes, y la revisión médica exigida, así
como la asignación de los tratamientos establecidos, el balneario les ofrecía
al día siguiente la visita a la Casa-Palacio,
para conocer el edificio comentado anteriormente, y en particular ver la
exposición permanente que ha dedicado La Asociación Amigos de José Luis
Sampedro, en homenaje al eminente escritor, bajo el título de “Viaje a la libertad”, recordando su larga
vinculación con la histórica población de Alhama de Aragón, donde acudió
durante muchos años al abrigo de las aguas termales, y allí encontró la inspiración de varias de
sus obras literarias. También en uno de sus viajes conoció a Olga, la que sería su segunda esposa hasta la muerte del escritor,
acaecida 10 años después en el año 2013.
En la referida exposición
se recuerda la larga trayectoria de la vida de José Luis Sampedro, personaje
que además de buen escritor, fue catedrático de estructura económica. El mestizaje
cultural de su familia y las
circunstancias propias de su biografía marcaron su obra y la forma profunda del
conocimiento humano, ahondando con mucha sabiduría en el gran teatro del mundo.
Fue autor de interesantes
ensayos sobre economía, y destacadas obras literarias desde sus comienzos como dramaturgo a partir
de los años cincuenta. El sabio pensador y humanista, a lo largo de su dilatada
vida, fue muy agasajado y recibió importantes premios como reconocimiento a su
labor, siempre comprometido con la sociedad que le tocó vivir.
Nuestro matrimonio
alcarreño conocía algunas de sus obras, muy en especial la que dejó entrañable
recuerdo en su memoria “La sonrisa etrusca”, que fue inspirada, según contaba
el propio autor, por el nacimiento de Miguel, su único nieto, quizás la obra
más leída de su largo repertorio. También les dejó imperecedera huella “El río
que nos lleva”. En esa ocasión porque se trata de una obra en la que el autor rinde
homenaje a los gancheros alcarreños, que antiguamente transportaban los troncos
de los árboles, llamada maderada, por
las aguas del río Tajo, desde los pueblos de la serranía en el término de Molina
de Aragón, por barrancos y parameras en su largo recorrido por varias
poblaciones de la provincia de Guadalajara, hasta la vega de Aranjuez ya en la
provincia de Madrid. La obra fue editada en 1961 y llevada al cine en 1989.
Aquel matrimonio salió entusiasmado por la oportunidad que se les
había brindado de conocer algo más de José Luis Sampedro, al que Alhama de
Aragón rendía justo homenaje con la exposición permanente, como ilustre vecino
adoptivo, que encontró alivio en sus aguas termales y el reconocimiento y
amabilidad de sus gentes.
Después de la visita
habían decidido ahondar más en la lectura de las obras del famoso escritor.
Una vez finalizado el
turno en aquel balneario, del que quedaron muy satisfechos y con el ánimo de seguir acudiendo a las citas anuales del Imserso, en
cuantas ocasiones la Providencia les brindara la oportunidad, que un año se
hace largo y muchas vicisitudes pueden suceder, como dijeron cuando tuvimos la
oportunidad de vernos días después de su llegada. Nos contaron su aventura por Alhama de Aragón, y
también de sus excursiones a la histórica ciudad de Calatayud y al
espectacular Monasterio de Piedra y su entorno, que una vez más quedaron entusiasmados
por sus ricas vivencias, y el emotivo recuerdo de la exposición sobre el
referido personaje.
Por todo ello, y conociendo
la gran amistad que tenía mi admirado y querido amigo Jaime Galdeano, ilustre
pintor por la originalidad de su extensa obra pictórica, con el escritor José
Luis Sampedro, al comentarle la existencia de la exposición permanente que le
dedicaban en aquella población aragonesa, sintió el deseo de conocer lo que
allí se expone, al tiempo de asistir a
algún turno en los balnearios de aquella población. También me recordó la carta
que le dirigió cuando conoció su muerte, la cual fue publicada en prensa.
Por lo interesante de
cuanto en su escrito expone bajo el título “Carta sin destino a José Luis
Sampedro”, le sugerí ponerla en mi blog, a lo que accedió, por lo que ahora
realizo la publicación:
“Querido Jóse:
Me he enterado por los
medios que has decidido abandonarnos sin pedir facturas. Ojalá no te haya
castigado el dolor antes de este puñetero largo viaje. Te lo digo de esta manera
porque jamás te gustó el folclore de lo
tétrico.
Vienen a mi memoria
antiguas imágenes de un tiempo amarillo, aún nítidas y frescas, como si el
tiempo no hubiera pasado su maldita máquina de plisar.
Estábamos en el piso de la
gasolinera y la heladería de Alberto Aguilera (Madrid). Coincidíamos mi madre,
Lola Moreno-Carreras (la “Tía Lola”, para tu hija Carmencita), con la tuya,
Matilde Sáez. Ambas amigas desde la juventud en Marruecos.
Jóse, eras entonces un
joven esbelto, alto, con el pelo corto. Casi a cepillo. Mirada escrutadora, sin
malicia; pero extremadamente curiosa, profunda, descubridora. Elegante sin
necesidad de trajes caros. A veces momentáneamente encorvado, como si las
puertas fueran bajas para ti.
Habías terminado la
Carrera de Ciencias Económicas con resultados brillantísimos. Luego llegaste a
ser, no solamente el primer doctor, sino un destacado catedrático de Estructura
Económica. Pero ya, a los 18 años, habías superado una dura oposición para
cubrir la plaza como Vista de Aduanas.
Entonces, además de poeta
y escritor, eras un aprovechado políglota: inglés, francés (dominado desde
niño. Tu madre había vivido en Orán, Marruecos francés) etc. También picoteabas
en el alemán, el sueco y el chino.
Abrumadores eran tus
conocimientos sobre literatura, geografía, matemáticas y Artes Mayores, entre
otras…Una enciclopedia viviente dentro del foro de la naturalidad. Una
inteligencia ordenada. ¡Cómo te admirábamos! ¡Cuánto de debemos!
Casi todas las tardes
venías provisto de un sano apetito. ¿Hay papelitos? Así llamabas a los fiambres
que se alojaban, primero en la fresquera y más adelante, cuando fue más
asequible, en la nevera. Merendamos con cierta restricción, No había muchas
abundancias en España. Esa escena buscando los “papelitos” se repitió muchas
veces después, cuando vivías en el espacioso piso de la calle Zurbarán,
enriquecido con tu primera esposa, nuestra querida Isabel Pellicer, siempre
poseedora de las cinco dimensiones del afecto. Mi recuerdo para ella. Allí, en
Zurbarán, a las cinco de la mañana, cuando el Sol se entrenaba rascando las
cortinas de la noche, te acomodabas en tu butaca y apoyando la tabla sobre las
rodillas a modo de mesa de despacho, trasladabas al papel las gloriosas ideas que hicieron de ti algo excepcional
entre los mejores.
Fuiste como mi hermano
mayor. Dejé la Facultad de Económicas, por razones obvias y me incliné por las
Bellas Artes. Dejamos de frecuentarnos como antes. Yo quedé huérfano. Había que
arañar en lo que podía para sacar adelante a mi familia. No obstante conservo
el recuerdo de tu querida persona, el gran señor de la “Economía sin tramoyas”
materia que explicaste años después en Oxford, alejándote de una España
anticonstitucional, siempre coherente con tu pensamiento libre, sin las caretas
hipócritas de los falsos profetas.
No llegué a conocer
personalmente a tu esposa Olga. Una mañana que coincidimos a la salida de la
cafetería Nebraska, en la calle Alcalá, me hablaste con entusiasmo y cariño de
esa gran mujer que durante mucho te ha regalado compañerismo, amor y aliento.
Te traslado mi pesar.
Ni haber sido Senador,
Catedrático eminente, Subdirector General del Banco Exterior, Premio Nacional
de Teatro y muchos más, así como autor de múltiples textos científicos,
literarios, artísticos, conferencias, etc. Y sobre todo aplaudido y celebrado,
dentro y fuera de tu País. ¡Jamás!, y lo digo con rotundidad, jamás tuviste
ningún rasgo de presunción ni ampulosidad, pese a tu grandeza. Por todo ello,
por tu bondad, por tu inteligencia, por todos los que te conocimos, gracias.
Con tu marcha las
golondrinas de la alegría parece que se han extinguido”.
JAIME GALDEANO
Profesor de Creatividad
Plástica.
Expresidente Ejecutivo y
Presidente de Honor de la AEDA
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Por último y como sencillo
homenaje a José Luis Sampedro, deseo exponer algunas de sus múltiples frases y
citas celebres:
“Desde la primera infancia
nos enseñan, primero a creer lo que dicen las autoridades, los padres, la
mayoría, el cura, etc. Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad
de pensamiento es al revés, primero razonar y luego creeremos lo que nos ha
parecido bien de lo que razonamos. Si usted no tiene libertad de pensamiento,
la libertad de expresión no tiene ningún valor”
“Para mí la clave de la
libertad es la libertad de pensamiento. Se habla mucho de la libertad de
expresión en la prensa. Hay que reivindicar la libertad de expresión, por
ejemplo en la prensa, pero si lo que usted expresa en la prensa es un
pensamiento que no es propio, que ha adquirido sin convicción y sin pensarlo,
entonces no es usted libre por mucho que le dejen expresarse”
“La opinión pública está
influida por los medios de comunicación, y los medios están en manos de quienes
mandan y los que mandan favorecen a los que dicen lo que a ellos les conviene y
borran todo lo que no les conviene. Así que la opinión pública es, sobre todo,
opinión mediática”
“Cuando digo Humanidad
exagero, porque creo que humanidad no hay; hay seres humanos. Llevamos dos mil
años desde la Antigua Grecia, se ha progresado técnicamente de una manera
fabulosa, casi inverosímil, pero seguimos matándonos unos a otros, no sabiendo
vivir juntos en este planeta. El hombre no ha madurado bastante”
“El día que se nace, uno
empieza un poco a morir. Estamos acostumbrados a ver la muerte como algo
negativo, y yo estoy tan cerca que no puedo dejar de pensar en este asunto,
pero pienso con alegría vital. Lo que no nos enseñan es que el día que se nace
se empieza uno a morir, y la muerte nos acompaña cada día”
“Hoy la mayoría de los
economistas se concentran en la manipulación del dinero. Hoy el capitalismo,
más que hacer colonización de nuevos países, explotaciones o grandes fábricas,
está más concentrado en la manipulación del dinero. Y la prueba es que, de las
transacciones monetarias que se hacen en el mundo, se dedican más a operaciones
especulativas que a comprar y a vender mercancías”
“Hay dos tipos de
economistas, los que se preocupan de que los ricos tengan más, y los que nos
preocupamos de que los pobres sean menos pobres”
“Leer es vivir la vida
propia y la de otros”
“Deberíamos vivir tantas
veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a
empezar”
“El tiempo no es oro: el
oro no vale nada, el tiempo es vida”
“Se habla mucho del derecho a la vida, pero no
de lo importante que es el deber de vivirla” el tiempo es vida”
“La vida es hacernos. Y
crecer como los árboles. Uno nace como una semilla, con unos genes, pero es uno
quien tiene que hacerse”
Agosto de 2019
Eugenio
1 comentario:
Muy entrañable
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