Bien es cierto que no hay
nada eterno y pocas cosas duraderas, y que todo lo que tuvo un principio ha de
tener su fin, que es la ley inexorable de la naturaleza y que la padeceremos
todos; pero es inevitable que esa igualdad mitigue la crueldad del destino,
cuando un ser querido se nos va, como ha ocurrido con mi querido amigo Pepe.
Desenlace que ha desolado a familiares y a los amigos que tuvimos la suerte de
conocerle.
Persona que gozó de buenos
principios religiosos y morales, y fue agraciado de considerable talento, con
fama de agradable y fino sentido del humor.
Pese a importantes
enfermedades que desde hacía tiempo le afligían, y ponía a prueba su fortaleza,
fue feliz con su familia que le arropaba con ternura, y escapó a su condición
de mortal hasta avanzada edad, pero la tragedia por la muerte inesperada de una
hija, le sumió en amarga tristeza, menoscabando sus fuerzas hacia un
irreversible final.
Gozaba de agudo ingenio y
fina pluma como buen narrador, especialmente desde su jubilación, por más tiempo
disponible, que se dedicó al noble oficio de la escritura, ejercido con mucha
afición y sabiduría, lo que le servía de mucho entretenimiento, con resultado
de interesantes obras, la mayoría sin editar, contando historias y cuentos,
vivencias y anécdotas acaecidas en su larga vida y experiencia profesional, plasmados en dieciséis cuadernos,
especialmente destinados a su extensa
familia y amigos, que siempre me honraba con la entrega de cada uno cuando los
iba terminando.
Todos eran dignos de ser
editados, pero dos más vieron su publicación. Uno con el título: Catedral de
Toledo-Pasado y Presente, editado en 2008; y el segundo el Condestable de
Castilla y Maestre de Santiago Don Álvaro de Luna, editado en 2011. Ediciones limitadas también para su familia y los amigos.
Interesante también destacar,
que después de haber estudiado Magisterio se dedicó durante corto espacio de
tiempo a la enseñanza en una villa toledana, pasando después a trabajar en
importante entidad bancaria durante el resto de su vida profesional hasta su jubilación.
Pero destacaré su
fortaleza de ánimo y tesón en superar conocimientos, que no obstante tener
consolidada su posición en la entidad bancaria, se dedicó a estudiar la carrera
de Derecho, considerando la circunstancia que se brindaba a los mayores poder estudiar a distancia
y que realizó favorablemente, licenciándose con gran esfuerzo, robando horas al
sueño y en los pocos ratos que su profesión le permitía.
Multitudinaria fue la
despedida de mi querido amigo para rendirle sincero homenaje, y le echaremos de
menos en honor y alabanza de su bien hacer, por ser un hombre bueno, y por la
brillante estela que ha dejado en el transcurso de su vida, con alta estimación
y creo que libre de envidias conforme su forma de ser, y que pocas veces sucede.
Admirable porque no vivía sujeto
a las riquezas y vanidades de este mundo, solo conformado en lo necesario para
atender a su familia, por la que sentía especial cariño y de la que disfrutaba
con mucho gozo, especialmente al verlos todos reunidos en diversas fechas notables de la vida familiar.
Me honra haber mantenido amistad con Pepe durante más de
medio siglo, y que fue digno, como anécdota entre buenos amigos, de haberle considerado
como mi cuarto hermano. Nos conocimos en un lugar de la Alcarria en la provincia
de Guadalajara por razones de común profesión, que ya desde entonces le
consideré persona de buenas inclinaciones y por su admirable forma de ser.
Asimismo extendimos la amistad mutua entre las dos familias hasta los momentos
actuales.
Fue el afecto mutuo que se
inició, como el río que nace de un simple manantial, y en el transcurrir de su
recorrido natural agranda el caudal, y así nuestra amistad, que por la fuerza
del implacable destino el amigo continuó hacia el apacible océano de la eternidad, donde nos
espera hasta el encuentro final.
Ahora su usencia me causa
cierta indignación, porque no hay nada tan difícil como hallar palabras justas
por un dolor profundo que ocasiona el arrebato de la muerte, no obstante
reconocer que el destino de las personas es duro e inexorable, y que las
lágrimas que afloran en nuestros sentidos son signos pasajeros, que solo el
recuerdo del ser querido perdura en nuestros corazones, aunque el llanto sea lo
primero desde que nacemos y así pasamos nuestra existencia hasta el final del
recorrido en la aventura de la vida por los sinsabores acaecidos.
Mi consuelo es, creo, haber
agradado al amigo con mi amistad imperecedera, especialmente en los últimos
tiempos cuando más necesitaba de distracción y consuelo; y asumir que no perdió
la luz con su muerte, sino que alcanzó otra más pura, y que no nos dejó, sino
que se nos anticipó. Y que ahora como alivio evoco la memoria de los momentos pasados y revivirlos con nostalgia, pero con mucha emoción, recordando que fue
muy placentero haber tenido un amigo excelente.
Día de Jueves Santo del
2021
Eugenio
3 comentarios:
Querido Eugenio; Gracias por tus palabras.
Reflejan con emoción la belleza de una amistad sincera;
de un aprecio mutuo que perduró sin importar el paso
del tiempo o la lejanía.
Me consta que mi padre pocos chatos pudo tomarse en tu
querida Guadalajara (acostumbrado como estaba al
"alterne" en Valdepeñas, su anterior destino), dado el
carácter más sencillo y adusto de los alcarreños
(más "castellano", que diría Machado).
Pero por contra, allí sembró y recogió sus mejores y más
leales amistades.
Y de todas ellas, como bien sabes, tú, y su también muy
querido Abdon, que en Paz Descanse, fuísteis las mejores.
Nada más que decir.
En la memoria quedan las romerías en Barbatona, los veraneos
en el Ventorrillo, los momentos compartidos entre familias
hermanadas. Tantas y tantas fotos que lo demuestran, de esas
que se revelaban, y venían en carretes de 24.
Por todo ello; por tus visitas semanales a mi padre; por
vuestros paseos en mejores tiempos; por tu compañía en los
más difíciles; Por cuidar de sus sellos una vez faltó su
hermano Paco. Por intentar hacerle pasar las tardes más
amenas. Por tu cercanía con mi familia en estos momentos
que nos han tocado vivir. Por tus lágrimas. Por tus
palabras...por tantas cosas...
En definitiva; por ser su más cercano y leal amigo. Por haberte
portado con él como lo has hecho, simplemente, ¡GRACIAS!. En
mi nombre, en el de mi madre, y el de toda la familia.
¡GRACIAS, DE CORAZÓN!
Muchas gracias, Eugenio. No hay palabras que añadir a las de mi hermano. Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Un abrazo
Mil gracias por este homenaje tan precioso que has hecho a nuestro padre. Solo pedirte que sigas ahí, tú , Mati y toda tu familia. Necesitamos que , como siempre, compartáis vuestra vida con nosotros y sobre todo con mi madre, que todo se le ha quedado un poco grande tras la perdida de mi padre y mi hermana. Un inmenso abrazo, Sagrario
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