Google Analystics

Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

22 mayo 2015

LIBERTAD


 

 

Alboreaba un nuevo día en el verano de 1933, con la previsión de un cielo azul y sol radiante, augurando momentos felices para una familia de una destacada villa en la provincia de Guadalajara.

No obstante aquella mañana todos querían olvidar  los momentos convulsos que se vivían, no solo por aquella comarca, sino en toda España, desde que en la primavera del 31 cambió el sistema constitucional, con la proclamación de la segunda república, en sustitución de la monarquía de Alfonso XIII; que produjo mucho júbilo entre la mayoría de los ciudadanos, pero que pasado no mucho tiempo se tornó en desilusión generalizada. En el primer bienio (1931/1933)  se llevaron a cabo diversas reformas que pretendían modernizar el País, y hubo gran cantidad de reivindicaciones de libertades, que a la postre se perdieron por diversas razones, largas de enumerar. 

En el transcurso del citado periodo, en el que aconteció la historia que pretendo narrar lo más fielmente que la memoria me permita recordar, ocurrieron acontecimientos tan graves, que convulsionaron la convivencia de la mayoría de los ciudadanos en general: Intentos de golpes de estado, huelgas generales, insurrecciones, expropiaciones de tierras, reformas socio-laborales que hostigaban a las clases medias provocando crisis económica y paro. Los poderosos vieron en peligro sus propias vidas y sus haciendas; y el común de los mortales, pasaron a vivir situaciones de inseguridad, penuria y mucha inquietud.

El referido bienio fue el preámbulo de la revolución del 34, que en Asturias provocó una auténtica convulsión social, sofocada sangrientamente por el ejército; y sucesivas situaciones posteriores a cual más desafortunadas, que alteraron la convivencia pacífica, siendo los gobernantes incapaces de evitar la trágica contienda bélica que padeció este sufrido País entre 1936 y 1939.

Pero volvamos a nuestra historia, referida a un matrimonio de los de carta cabal, como por la Alcarria se decía, de buenas personas. Fueron prolíficos en su vida matrimonial, pues ocho hijos tuvieron, el último una niña a la que pretendían bautizar el día 16 de Julio, coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y de muchas ciudades y pueblos de España.

La modestia de aquella familia se manifestaba en los momentos más corrientes de la vida. Gozaban de buenos signos de amor por los demás, practicando la ayuda a los más necesitados, sin que ello significase que tuvieran sobrada fortuna. El cabeza de familia gozaba de humilde salario en su calidad de médico rural; ayudada su economía con las rentas del cultivo de algunas tierras heredadas de sus antepasados. Esquivaron siempre en entremeterse en las vidas ajenas salvo cuando requerían de su colaboración o ayuda; y eran admirados por su notable prudencia y paciencia; singularidades de una vida feliz; se distinguían haciendo el bien y por su gran pasión por lo bueno y bello de acciones encomiables, resultado de la pureza de sus almas.

El amor, que es un vocablo que hechiza al espíritu humano, revela lo más profundo de nosotros, así pensaba aquel buen padre y  esposo, que de hecho en cierta ocasión estuvo a punto de perder la vida por un amigo, que es la manifestación más grande de amor que se puede dar: en los primeros momentos de nuestra desgraciada guerra civil, acogió en su casa a un perseguido por las fuerzas republicanas que pretendían liquidarle, con el consiguiente peligro para el matrimonio y su familia, hasta la liberación de la población alcarreña por el bando nacional. Tiempo después, algunos pensaron que fue una temeridad.

Pero estas personas que son tan buenas, como santos dirían algunos, también adolecen a veces de ciertos signos de terquedad a la ahora de manifestar sus particulares ideales.

Se ignora el origen de un pensamiento que aquellos buenos cristianos llevaban tiempo fraguando para el bautizo de su última hija, en particular el esposo que supo ejercer influencia en su compañera. Quizá también cierta influencia debió tener  la situación que se vivía en aquellos tiempos de  carencias, más que por razones ideológicas, que tan exasperadamente fluían en aquella sociedad convulsa, que se sumía precipitadamente hacia un desagradable destino.

Estando todos presentes a la espera de la llegada del cura párroco que presidiría el acto religioso, el clérigo dispuso los términos para atender sus obligaciones. Todos los presentes estaban silenciosos y atentos a la ceremonia que transcurría normalmente. El padre de la criatura sintió penetrar en su alma un sentimiento de veneración y dulce respeto, frente al orgullo que le abatía por manifestar su pensamiento.

Llegado el momento de preguntar por el nombre que tenían intención de poner a aquella angelical criatura, el padre, antes de que su querida esposa pudiera emitir su deseo, con mirada grave, pero con voz firme dijo sin más dilación: Libertad deseo poner por nombre a esta niña.

Hubo mucho asombro entre  los asistentes, solo la madre, que conocía las intenciones de su esposo, que quedó cabizbaja y ruborizada por los murmullos de la familia y demás congregados, pero especialmente la que esperaba del señor cura párroco.

Había que ver la expresión turbada en el rostro de aquel celebrante al escuchar tal nombre. Al poco tiempo se impuso un solemne silencio, roto en unos instantes con una expresión serena llena de cierta animosidad e invitación a la comprensión hacia los padres, les interpeló: ¿No os parece mejor poner a esta niña el nombre de Carmen, por el que se conoce este bonito día de celebración de la patrona de los mares del mundo, tan venerada por los marineros, pues no me negareis que es más lindo y hermoso que el que pretendéis imponerle a esta bonita niña, o por lo menos María, o más precioso todavía, María del Carmen? Lo dijo mirando directamente a los ojos del padre, tratando de convencerle.

Pero nuestro personaje, no estaba decidido a ceder en su idea, e insistía que fuese Libertad el nombre de su hija, argumentando que con su humilde intención pretendía que la niña representase la libertad que en aquellos momentos tanto escaseaba en el país.

No obstante su orgullo, el argumento del párroco le abatía, pero su terquedad se imponía y volvió a insistir en poner aquel singular nombre a su hija, añadiendo que era su voluntad y entendiendo que se debía respetar.

Pensativo estaba el oficiante: ¿Quién es capaz de conocer las finalidades del ser humano? ¿Debo de  aceptar la proposición de este hombre tan terco? Pues no, no puedo ir en contra de mis sagrados principios y los de la Santa Iglesia. Parecía pensar aquel atribulado cura. Pues observando lo que pasaba le producía confusión.

Después de unos instantes fijó su mirada en los padres que esperaban atónitos la reacción del celebrante. Tomando entre sus manos aquella inocente criatura, la extendió hacia sus padres y con voz grave les dijo: Esta niña ha sido bautizada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y aquí os entrego la que desde estos momentos se llamará Carmen. Y ahora haced lo que queráis con ella “Os la quedáis o la tiráis”

Los padres reaccionaron rápidamente dando un paso al frente para tomar entre sus brazos a la niña que en esos momentos empezaba a llorar desconsoladamente, pues temían que aquella forma tan expeditiva del cura podía hacerla caer al suelo.

Aquel cura párroco ortodoxo en extremo y aguafiestas de aquella ocasión, pero reconocido como buena persona por otros comportamientos, bendiciendo a los presentes, dio por terminada la ceremonia con un “En el nombre de Dios os bendigo a todos, y que la Divina Providencia os inspire buenos propósitos”.

Todos pensaron que insistir en el tema era empresa desesperada, así es que decidieron callar y el silencio se impuso hasta el final de la ceremonia, pensando en las alegrías que la niña les había proporcionado con su nacimiento, y en el buen ágape que tenían preparado para saciar el apetito de los comensales.

La historia de nuestros personajes continuará más adelante, complicándose sus vidas dentro del contexto social en que estaba sumida la sociedad de entonces, con un clima  creciente de reivindicación de libertades,  y  derechos de los trabajadores, tasas de desempleo crecientes, frecuentes enfrentamientos callejeros, huelgas revolucionarias y asesinatos. La agitación política llegaría a extremos de gran dureza, y la Iglesia fue objetivo de persecución y quema de sus monumentos.

Por todo ello, no era extraño el comportamiento irracional de los ciudadanos de todo porte, provocando con cierta frecuencia estar a la greña entre los dos bandos tan diferentes que  habían surgido en aquella sociedad.

Al  tiempo  de contar trozos de nuestra historia patria, hasta donde permite la brevedad; deseo hacer honor a la verdad sobre la vida de nuestros personajes, destacando la reputación de aquel matrimonio de buenas  y  trabajadoras personas, a quienes las circunstancias les exigían mucho esfuerzo para sacar adelante a su extensa familia; suscitando también  mucha admiración por su caridad al curar y beneficiar a los más necesitados.

Pero tres años después, en el verano de 1936, la buena fama que tenía aquel matrimonio entre sus vecinos, no les libró de la envidia de algunos más levantiscos, y fueron acusados de estar en connivencia con los que se habían levantado contra el gobierno de la República, y el furor, la confusión y el desenfreno reinante, aumentó en la medida de  las noticias que se recibían de los comportamientos de las fuerzas nacionales, en aquellos primeros momentos del levantamiento militar.

Era tal la desventurada e insegura situación de las personas en aquellos tiempos, que nadie se libraba de sospechas y acusaciones mutuas que se cursaban entre los vecinos de las poblaciones en general, y la villa alcarreña no se libró de la tragedia que se empezaba a vivir.

Eran frecuentes las agresiones, que en algunos momentos terminaban en muerte, como el caso del cura párroco, que una noche apareció en un descampado con un tiro en la cabeza. Aquel que ofició el bautizo de Carmencita, la niña que originó el singular bautizo comentado anteriormente.

Otros tuvieron más suerte, pues se adelantaros a los acontecimientos poniendo tierra por medio, huyendo para esconderse en lugares que entendían más seguros para salvar sus vidas.

Pocos días después del levantamiento militar, aparecieron varias personas en la casa donde residían nuestros personajes. Al frente iba un representante gubernamental con la orden de detener al cabeza de familia, acusándole de haber facilitado la muerte del alcalde de la villa.

La familia del Regidor del Ayuntamiento, le había denunciado después de haber sido tratado sin éxito de una extraña enfermedad, y también se decía,  por la inquina particular que sentía por aquella autoridad, a causa de un problema antiguo sobre la propiedad de tierras que ambas familias reivindicaban, y que tuvieron que resolver en los Juzgados de la Capital, al final con dictamen en favor de nuestros personajes.

Pronto se corrió el rumor por la villa, que posiblemente el dictamen que haría el tribunal popular que le iba a juzgar, sería el de pena capital.

Aquel buen hombre fue víctima de odios y envidias antiguas que suele acontecer entre personas y en todos los lugares, y que estando adormecida afloran cuando la desgracia acompaña en determinados momentos terribles, y la justicia y el orden se tambalean, como ocurrió en aquellos desgraciados momentos de la contienda civil.

Se ignora si nuestro personaje tenía ideas políticas o sindicales, pero si así fuese, no desmerecía en nada su personalidad, por la bondad y buen corazón que gozaba, practicando el bien en todos los momentos de su vida; y se aseguraba que aquel hombre nunca en aquella pobración alcarreña había dado ocasión de hablar mal de él.

La atribulada esposa de aquel hombre, padre de sus ocho hijos, viendo la tragedia que le venía encima, y pensando en el futuro de su familia, decidió presentarse ante el juez que presidía aquel improvisado tribunal del pueblo que iba a juzgar a su marido, invocando misericordia por la injusticia que pretendían cometer.

Así lo hizo acompañada de dos de sus ocho hijos, y ya en presencia del juez imploró: ¡Oh señor! ¿Qué puedo pretender yo, pobre de mí?  Solo rogar que su señoría trate con misericordia a mi inocente marido, él, que ha hecho tanto bien por las gentes de este pueblo, y que es incapaz de matar un simple pajarillo. ¿Cómo pueden acusarle de matar a nadie, cuando un médico solo trata de salvar vidas, que muchas han sido, y también las que por su mediación han venido a este mundo? Por favor, señoría, dejen marchar libre a mi marido para que siga haciendo el bien a los ciudadanos y también para que podamos sacar adelante a mi familia, pues sabe los hijos que tenemos que alimentar y sin mi  marido, pobrecitos, qué será de ellos ¡Pobre de mí! Y continuó suplicando hasta que sus lágrimas se lo impidieron.

Aquel juez sintió cierta compasión, pensando que las palabras de aquella mujer tenían cierta credibilidad, por lo que manifestó que sería  revisado el expediente, y así lo transmitió tratando de consolar a la apenada señora.

¡Oh señor mío, que Dios premie su misericordia! Le dijo a su señoría, con una mezcla de consuelo y agradecimiento, y lloraba desconsoladamente por la emoción de oír al juez sus palabras de aliento y de cierta ternura, y en especial por sentir la dicha de intentar la liberación de su esposo, por el que había suplicado hasta haber tocado el corazón de aquél juez que tenía en sus manos  la vida del padre de su ocho hijos.

Pocos días después fue absuelto y devuelto a su hogar. Coincidió con las noticias que tenían por la comarca del avance de las tropas nacionales que venían tomando plazas paulatinamente en  favor de su causa.

Quiero recordar, que tiempo después, una vez tomada la plaza por las tropas nacionales, aquel juez fue salvado de la muerte por la intervención en su favor de nuestro personaje, así como por la familia del alcalde, cuyo fallecimiento fue ocasionado por una grave enfermedad que no tenía curación.

P.D.  Aquella niña, años después, siendo una joven madura y de notable belleza, contrajo matrimonio con un apuesto joven madrileño, con buena estrella y brillante porvenir. Que al obtener el certificado de nacimiento, requerido para dicha unión, pudieron comprobar que, junto al nombre de Carmen, aparecía el de Libertad. Ello les produjo cariñosa sorpresa y el recuerdo amoroso de aquel buen padre, que empeñado estuvo en poner a su hija tan singular nombre. Secreto que guardó de su inscripción en el registro después del bautizo.

La pareja de enamorados, casados y felices desde entonces, tuvo varios hijos  y la dicha de encantadores nietos y biznietos, como regalo del Cielo que alegran los días en el crepúsculo de sus vidas.

Madrid, Mayo de 2015                                  Eugenio

 

26 abril 2015

VIAJE POR LA ALCARRIA -Torija y Brihuega-


                  

 

La posibilidad de realizar un sueño, es lo que hace que la vida sea interesante. Solo una cosa vuelve un sueño imposible: El miedo al fracaso.                                
Paulo Coelho

                                            
                   
Después del viaje a Grecia de Cesar y su familia con motivo de haber finalizado brillantemente sus estudios de bachillerato, su abuelo Octavio  había prometido llevarle en su automóvil por tierras de la Alcarria, y aprovecharon un fin de semana a principios del mes de Mayo, que se anunciaba con buen tiempo.


Es en Mayo cuando los campos alcarreños manifiestan todo su esplendor primaveral, convertidos en un mar verde coloreado de inmensos rodales de amapolas y multitud de florecillas entremezcladas con los campos de cereales; y los relevantes paisajes de espliego y lavanda, romero y tomillo, tan necesarios para el alimento de las abejas en su elaboración de la famosa miel que se da por aquellas tierras, y por el ambiente de sus fragancias que embriagan al viajero al pasar por sus campos.

Octavio había planificado visitar primero la villa de Torija, distante de Madrid a unos 72 kilómetros, considerada como la puerta de la Alcarria y especialmente conocida por el castillo que se alza vigilante al lado de la población  sobre un bonito y estrello valle por el que transcurre la autovía A-2.

Habían salido alboreando la mañana de un día que apuntaba de feliz primavera, para aprovechar el tiempo al máximo y Octavio decidió realizar una parada, para desayunar en una venta situada en las inmediaciones del lugar de  destino que conocía por sus buenos productos y excelente vino de la zona de Mondéjar, en la dirección de los pantanos y cerca de Zorita de los Canes, donde está situado su histórico castillo y la antigua ciudad goda de Recópolis.

En poco más de media hora estaban en la citada venta para hacer la primera parada. No era casual esta improvisada escala, cercana a su primer destino, pues Octavio quería aprovecharla para manifestar su preocupación por determinadas actitudes de su nieto, a quien observaba que ya iba entrando en aquella edad tan crítica, en la que penetra en el ánimo una fuerza misteriosa, que eleva y revigoriza todas las inclinaciones, todas las ideas, y que, en ocasiones, las transforma y las revuelve, dándoles una dirección insospechada.

Después de haber tomado el desayuno regado con una copa de vino, pasó Octavio a entrar en la cuestión que le inquietaba.

-Cesar, quiero comentarte que para la sed y la recuperación del cuerpo, es el agua mucho mejor que el vino, pero el vino acompaña la buena digestión tomándolo con moderación. Que cada cual ha de encontrar su medida, pues la persona inteligente ha de saber lo que conviene a su naturaleza y no cometer ningún exceso, no solo con el vino, sino con otras bebidas que contengan alcohol. Cierto personaje dijo en una ocasión que, “si se toma como conviene, con quien conviene y cuando conviene, disipa los temores y enardece e impulsa sus acciones meritorias, que tomándolo con exceso hace tan gran daño, como  gran bien  beber poco”.

-Abuelo, no entiendo por qué me haces esos comentarios.

-Cesar, solo pretendo conducirte por buenos senderos. Que no ignoro tu asistencia, con otros jóvenes, a los famosos “botellones”, y que a tus padres también preocupan, por las noticias frecuentes de que algunos salen malparados por la ingesta desmedida de bebidas alcohólicas. Y también quiero añadirte, que es triste la arrogancia de ciertos jóvenes y también de mayores que no se percatan o meditan que sus días de declive no tardarán en llegar por sus malos hábitos; pues torcer a las personas siempre es más fácil que enderezarlas, que es difícil revertir en poco tiempo perniciosas tendencias.

-Abuelo, descuida, que tendré en cuenta tus indicaciones, pero habréis podido observar de que en ningún momento he llegado a casa en mal estado. 

-Cierto, Cesar, pero ten presente lo comentado, que no quisiera perder la confianza que te tengo. Pues no olvides que las malas inclinaciones pelean contra ti  y te pueden hacer dificultoso el camino del bien, que de hecho es el que te puede acercar a la felicidad. Y ahora brindemos con este rico caldo por el feliz viaje que hemos emprendido.

En unos minutos entraron en la población de Torija y pronto estaban frente al imponente castillo que preside lugar preeminente sobre una zona rocosa en el borde de la meseta alcarreña, justo en el lugar en que se inicia la caída hacia el valle, dominando el camino que transcurre hacia la meseta, por lo que fue pieza clave en la defensa del reino castellano. Goza de un magnífico estado de conservación, lo que permite recorrer  las diversas dependencias de su interior y observar con todo detalle lo que era una fortaleza medieval, que fue construida en el siglo XII y habitada por la Orden del Temple.

Narraba Octavio a su nieto:

-Cuenta la historia sobre este castillo-fortaleza que estamos viendo, que en el siglo XIII el rey Alfonso XI entrega el lugar y su castillo a Alonso Fernández Coronel, uno de los valerosos capitanes que actuaron en la famosa batalla del Salado, el cual tomó partido por Enrique de Trastámara, aspirante al reino de Castilla, quien apresado por el rey Pedro I el Cruel fue degollado en su presencia-

-Cesar, observarás como se las gastaban los reyes en aquellos lejanos tiempos-

-Sí, abuelo, pero en los actuales tiempos también se observa comportamientos deshonrosos, que avergüenzan al común de los mortales, aunque no se llegue a los extremos que has comentado. Pues algunos dirigentes, que deberían dar buen ejemplo, destacan por su avaricia y aprovechan el poder para practicar la corrupción. Por ello está la gente tan cabreada-

-Está claro, Cesar, que en todo momento de la humanidad desde los más remotos tiempos, ha habido locos, pillos y malvados que han realizado verdaderas tropelías. Pero sigamos con la historia que acaeció por aquí-

-En 1445 fuerzas navarras capturaron la fortaleza, efectuando saqueos hasta Sigüenza. Posteriormente las tropas del arzobispo de Toledo, Carrillo y de Iñigo López de Mendoza la tomaron en 1451. Hasta que en el siglo XIX fue ocupada por los franceses, quedando casi en ruina hasta que fue restaurada en 1962. Siendo actualmente uno de los más bellos castillos de la provincia de Guadalajara. Actualmente se puede visitar, y asimismo el Centro de Interpretación Turística de la Provincia de Guadalajara instalado en sus dependencias-

-Añadió Octavio, sobre la historia del castillo-fortaleza, creo que su fundación fue por iniciativa de los Templarios, que sirvió como atalaya defensiva en las guerras medievales, y que la causa de su casi destrucción dinamitándolo, fue ordenada por el que fuera capitán de las milicias del ejército español Juan Martín Díaz, llamado el Empecinado, fue para evitar que los franceses lo ocuparan. Este personaje fue ascendido en 1814 a mariscal de campo y posteriormente a capitán general-

-Torija es un pueblo antiguo de larga historia, debido principalmente a su situación geográfica en el espacio  entre Castilla y Aragón, por donde siempre pasó el Camino Real. Su castillo dejó de ser habitado en el siglo XVI después de la reconquista total del país por los Reyes Católicos en 1492, pero en ocasiones excepcionales fue usado para albergar a los reyes Carlos V y Felipe II, y a otros visitantes ilustres-

Nuestros dos personajes pasaron felizmente la primera mañana de su viaje recorriendo las instalaciones del castillo, dando un paseo por el alto que va de torre a torre sobre la muralla. Vieron el interesante contenido del Centro de Interpretación Turística de la Provincia, construido en un edificio moderno situado en el patio de armas de la fortaleza, dedicado a la difusión el turismo provincial.

También visitaron en el interior de la Torre del Homenaje, el museo dedicado al libro “Viaje a la Alcarria” del premio nobel Camilo José Cela, donde figuran diversos objetos personales y mapas utilizados en su recorrido por tierras alcarreñas. Primer museo dedicado a un libro.

-Te comento Cesar, que así decía de la Alcarria nuestro nobel, cuando pensaba en su viaje, ”Que era un buen sitio para andar, un buen país, y para hacer etapas ni cortas ni largas. Una legua y una hora de descanso, otra legua y otra hora, y así hasta el final. Veinte o veinticinco kilómetros al día es una buena marcha. Es pasarse las mañanas en el camino”

-De esta forma pensaba antes de iniciar su andadura, que días después cogería su macuto y echaría a andar sin pensarlo ya más por estas tierras que ahora pisamos y estuvo desde el 6 al 15 de Junio de 1946. Pernoctando la primera noche en esta villa que estamos, y después en otros muchos pueblos del entorno de la Alcarria, incluidos el siguiente que iremos a ver: Brihuega-

-Primero tomó el tren hacía la capital de Guadalajara, y desde allí empezó a dar una vueltecita por la Alcarria, como él decía, y unas veces en carro, otras en caballería, alguna en autobús y una vez en coche cuando un personaje ilustre de la villa de Pastrana le acercó hasta Zorita de los Canes; pero la mayor parte del recorrido lo hizo a píe, pues se trataba de un hombre joven y con destacada vitalidad que podía hacer esas andanzas-

-Como anécdota, te comento Cesar, una frase en su dedicatoria al ilustre médico y escritor Don Gregorio Marañón, al que envió su libro: “La Alcarria es un hermoso país al que la gente no le da la gana ir, yo anduve por él unos días y me gustó”. Y aquí estamos tú y yo, para recordar en este viaje al ilustre viajero, y también para que observes que sí merece la pena venir por estas tierras, que seguro estoy te gustarán-

Después de almorzar dieron un paseo por las calles principales, visitando la iglesia parroquial dedicada a la Asunción de la virgen, obra del siglo XVI, de corte renacentista y origen románico. Contemplaron la gran Plaza Mayor, rodeada en parte por el castillo, la construcción más emblemática de la villa, y la Picota, cargada como casi todas las de su especie de historias y leyendas.


-Cesar: ¿Qué te ha parecido la primera visita de nuestro viaje?

-Pues sinceramente me ha encantado, y observo a una población llena de vitalidad y de gentes sencillas y amables muy centradas en atender con elogiable empeño al turismo que por aquí viene, además el castillo es suficiente monumento para interesar a los viajeros, por su importante contenido, y  también me ha gustado mucho la comida que nos han dado-


 
A media tarde iniciaron el camino hacia Brihuega distante a unos 17 kilómetros de donde estaban. La que llaman el Jardín de la Alcarria, se supone que por sus jardines versallescos, y que se encuentra situada en pleno corazón de la ilustre comarca de Guadalajara.

Por el camino pudieron ver los grandes bosques de encinas, árbol predominante de la zona y la presencia de gran variedad de arbustos y plantas aromáticas, como la lavanda, el espliego y romero, principalmente, y en las zonas bajas de las laderas se acumulan las colmenas que dan origen al delicioso producto de la alcarria.

Tierras de sabor a miel y del color verde de los campos de cereales, salpicado por el morado de la lavanda, el verde de los olivos y encinares y olor a las citadas plantas aromáticas. Se puede afirmar que es la esencia de la Alcarria, donde los amantes de la naturaleza encuentran infinidad de posibilidades para disfrutar de una naturaleza pura.

Llegaron a media tarde a su nuevo destino, y lo primero que hicieron fue buscar la pensión donde dejarían sus pequeñas bolsas de viajes y pasaría la noche.

No tardaron en salir a la búsqueda de los muchos lugares que visitar, pues la villa de Brihuega está llena de historia y goza de monumentos de un alto interés turístico, testigos de importantes acontecimientos acaecidos a lo largo de su historia, que hacen honor para que fuera declarada Conjunto Histórico Artístico, acordado en Consejo de Ministros desde 1973.

La villa goza también de un importante entorno natural, con abundantes páramos, fértiles valles y montes abundantes de escasas alturas,   característicos de la Alcarria, donde se da con primor la importante floración de las plantas aromáticas ya descritas. Existiendo sendas donde perderse y disfrutar de la naturaleza, especialmente en época de floración,  observando el  maravilloso cromatismo de sus campos  y embriagadores olores. Todo un regalo para los sentidos que envuelve a los viajeros que la visitan.


Es un deleite asomarse a sus miradores sobre la vega del río Tajuña y sorprenderse con el incomparable marco del Prado de Santa María y admirar la Iglesia dedicada a su patrona la Virgen de la Peña, y visitar la magnífica colección de miniaturas, instalada en el  antiguo convento franciscano de San José, edificación del siglo XVII, donde se encuentra la casa de muñecas más pequeña del mundo, y retratos pintados sobre la cabeza de un alfiler, y una reproducción de la última Cena sobre un grano de arroz. Toda una maravilla.

Asimismo, relajarse al contemplar el agua correr en las fuentes de la Plaza del Coso. En resumen, admirar sus hermosos rincones medievales, desde la entrada a la villa por la Puerta de la Cadena, hasta la salida por la Puerta del Cozagón.

Esta villa también es un referente para los aficionados a los toros, pues goza de una excelente plaza en la que han toreado las principales figuras en todo momento, celebrando el próximo mes de Junio el cincuenta aniversario de su formidable construcción, con capacidad  para unos siete mil espectadores. Siendo famosas sus corridas de Primavera, con carteles de lujo.

Resulta curioso y hasta difícil comprender, que una plaza de toros casi triplique el número de personas al de la población de Brihuega, que tiene unos dos mil quinientos habitantes. Pero por el atractivo de sus carteles, los organizadores casi siempre consiguen llenar el coso taurino con sus gentes y las que proceden de la capital, pueblos limítrofes y hasta de otras capitales de provincia, y especialmente de Madrid.

Después del descanso nocturno, desayunaron y pronto estaban paseando nuestros personajes. Llegaron hasta el Castillo de la Peña Bermeja, uno de los principales atractivos de la villa, asomando altivamente su bella silueta sobre el valle por donde transcurre el río Tajuña. Admiraron el conjunto de artísticas ventanas, revelando la condición que tuvo de palacio arzobispal; y en tiempos anteriores como residencia palaciega del rey de la taifa toledana Almamún.  

Parece ser, según cuenta la historia sobre la villa de Brihuega, que el castillo fue donado al rey Alfonso VI por el citado rey musulmán de Toledo en el siglo XI, y que asimismo el monarca cristiano lo cedió a los arzobispos de la referida ciudad.

La leyenda cuenta que por aquellos lugares y en tiempos del citado rey cristiano, ocurrieron interesantes hechos extraordinarios, como la milagrosa aparición a una princesa mora de la Virgen  que hoy veneran como patrona de la villa, en el lugar que ahora se erige el Santuario de la Virgen de la Peña.

Después caminaron para observar el esplendor de la arquitectura cisterciense, cuyo principal promotor fue Rodrigo Ximénez de la Rada, arzobispo de la ciudad de Toledo, a cuya ciudad pertenecía el cuidado de la villa briocense, erigiendo a principios del siglo XIII las principales iglesias que ahora se pueden visitar: Iglesia de San Felipe, San Miguel, San Simón y Santa María de la Peña, sede de la Patrona de la Villa, situada al lado del castillo. Todas de singular belleza. Destacan también el Convento de las Jerónimas de San Ildefonso y el de San José.



Nuestros personajes hicieron un receso para almorzar; tomaron buena ración de cabrito asado, regado con una copa del vino de Mondejar, fresca ensalada y de postre los ricos bizcochos borrachos de mucha fama en la capital y su provincia.

Disfrutaban de un ligero descanso, saboreando un café, comentando lo que habían visto, y el proyecto de  aprovechar la tarde cuanto más pudieran para regresar a casa antes de anochecer.

Al poco tiempo iniciaron la marcha, y Octavio quedó impresionado cuando su nieto, de forma improvisada, comenzó a disertar sobre la historia de Brihuega, que de esta forma hablaba al aproximarse, en el extremo norte de la villa, para visitar la Real Fábrica de Paños:


-Abuelo ignoro si conoces algo de la historia de esta villa, pero ahora que estamos próximos a visitar este histórico complejo industrial, te contaré sucintamente algunas cosas que por aquí ocurrieron a principios  del siglo XVIII-

Octavio intuía que su nieto deseaba manifestar sus estudios de historia, pues por ese camino del conocimiento enfilaba su posible carrera universitaria, y que la vanidad afloraba en su juvenil estado, así que no le interrumpió y atentamente  escuchó  sus explicaciones:

-Ya existía tradición textil en esta villa desde el siglo XIII, pero fue en 1750 cuando el rey Fernando VI, tercer hijo de Felipe V,  mandó construir, dentro del recinto amurallado, un magnífico complejo, destacando el edificio circular, parecido a una plaza de toros, donde llegaron a instalarse hasta cien telares. Gozando de mucho esplendor, pues fue una de la instalaciones industriales más prestigiosas del País. Y también son eminentes los jardines versallescos que forman parte de la construcción industrial-

-Todo ello fue debido al agradecimiento de la corona, por el apoyo de la villa a la causa borbónica. Que para no alargar el relato más de lo necesario y no aburrirte, te contaré sucintamente lo acontecido, para llegar a tal extremo de producirse la Guerra de Sucesión Española-

-A la muerte de Carlos II, hijo de Felipe IV y de Mariana de Austria, y no dejar descendencia, testó a favor de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia. Ello provocó que existieran dos bandos pretendientes a la corona de España: El  Archiduque Carlos de Austria, del Imperio Austriaco;  y las monarquías española y francesa, esta última auspiciada por Luis XIV, de la que saldría definitivamente rey de España, Felipe V. En ambos bandos predominaron los intereses personales de las familias reales, y conservar los territorios de las monarquías contendientes, antes que los dictados de la razón de Estado, y del interés general de los ciudadanos. Provocando  una sangrienta guerra que se extendió por gran parte de Europa, pero en particular en nuestro País que supuso la pérdida de nuestras posesiones en Italia y los Países Bajos, además de la vergonzosa cesión de Gibraltar; y principalmente la decadencia del poder político, económico y militar de España-  

-Después de las intrigas  de ambos bandos y la gran  complicación histórica, la titularidad a la corona de España se determinó en la batalla que se libró entre ambos bandos en los alrededores de Villaviciosa de Tajuña y Brihuega, en el invierno de 1710; después de haber existido dos reyes en determinados momentos de la evolución de los acontecimientos bélicos-

-Abuelo, que aunque históricamente se comenta que hubo empate técnico, la batalla resultó en realidad un éxito para el ejército capitaneado por el Duque de Vendome Luis de Borbón, pero la guerra en general fue un desastre. Pues, como casi siempre, unos pocos que regían el destino de los estados, por ambición y mucha soberbia provocaron la destrucción de muchas vidas y dejaron arruinados sus países-

-Bueno Cesar, bueno, qué interesante cuanto has contado, pues bien es cierto que yo poco conocía de aquellos hechos históricos. Siempre se aprende algo de los demás y en este caso me alegra que sea de mi propio nieto, pues orgulloso estoy de ello-

Después de la visita a la antigua, pero atractiva edificación de la fábrica de paños y  sus encantadores jardines, caminaron hacia el Convento de San José donde quedaron asombrados por la originalidad expuesta en el primer Museo Mundial de Miniaturas del profesor Max.

-Como final de nuestro viaje, cierto es, Abuelo, que merece la pena pasar por esta comarca, contestando así a la pregunta que hacías anteriormente, pues cualquier viajero creo, sin arrepentirse, puede disfrutar plenamente de los bellos lugares que hemos visto y de sus monumentos; y yo a mis amigos así lo recomendaré para que lo transmitan a sus familiares, que seguro vivirán  momentos deliciosos, y por la favorable recepción de las sencillas y amables gentes que a los viajeros hacen sentirse ciudadanos de sus villas.

Cercano el crepúsculo de aquel domingo inolvidable, llegaron felizmente a su hogar y deseando estaban de contar la aventura de su viaje a la familia.

 

Madrid, Abril 2015                                      Eugenio