A
nuestros queridos amigos José María y Conchi.
Circulaban con prudente
velocidad por aquellas enormes llanuras de La Mancha, en esa época del año en
que los campos se visten de un verde singular por las grandes extensiones de viñedos, a un lado
y a otro de la carretera. Ahora en plena campaña próxima a la vendimia.
Nuestros viajeros estaban
a poco menos de media hora de su destino. Habían salido temprano de la ciudad
de Guadalajara, para aprovechar lo mejor posible el fin de semana en Tomelloso
y su comarca.
La distancia era de 56
kilómetros por la A-2 hasta Madrid, y después 180 kilómetros por la A-4 hasta
la referida ciudad.
Un amigo de Octavio, que
había conocido en la casa regional de Castilla-La Mancha, tomellosero singular,
por el que sentía particular afecto, le había invitado tiempo atrás para que
fuera a visitar su tierra en las fechas de vendimia, aprovechando que él iría para realizar la cosecha en la finca de su familia.
Octavio llevaba de
compañía a su querido nieto Cesar. Este estaba muy ilusionado por conocer
nuevos lugares y ciudades, distintos en su orografía, formas de vida y costumbres de las que conocía
de Guadalajara y su provincia. Su abuelo ya había estado algunas veces por
aquellas tierras, por las que sentía cierta simpatía y también muchos deseos
por recordar los momentos felices que en ellas vivió. Pero especialmente el
joven muchacho, quien con gran animosidad de espíritu por la historia, deseaba conocer otras
culturas en las provincias pertenecientes a la misma Comunidad, pues era
consciente de la diversidad de los pueblos y ciudades que la integran.
Cesar que empezaba a vivir
los momentos felices en la verde colina de la juventud, no tenía otra fortuna al sol de sus 16 años
que el valor de aprender y luchar por conseguir sus ilusiones, una de las
virtudes de los jóvenes, y el empeño por el conocimiento humano.
Empezó a comprobar sus
inquietudes cuando ya estaban en el
término de la ciudad de su destino, pues a lo lejos observó una extraña
edificación abombada en medio de los viñedos, como si quisieran abrazarla.
-¿Abuelo, qué significa
aquel edificio un poco extraño, parecido a una vivienda que se encuentra
solitario entre las viñas, y algunos otros que se observan lejanos?.
Octavio contestó: Se
llaman bombos y se trata de construcciones admirables, realizadas manualmente
por los agricultores, intuitivamente sin escuela, cuya práctica han
perfeccionado a lo largo de muchas generaciones. Hacen los servicios de
vivienda, y es típica en esta comarca en particular, donde viven cuando las
tareas del campo les obligan a estar varios días fuera de sus hogares, especialmente
en el periodo de la vendimia o
recolección de las uvas, de la poda y de otras labores necesarias para el
cuidado de las cepas. Están acondicionadas para hacer una vida normal.
Continuó Octavio:
-En realidad su uso era circunstancial, evitando los
largos desplazamientos desde sus viviendas en la ciudad hasta el campo y
viceversa, en tiempos donde los medios eran deficientes. En ellos convivían la
familia y hasta los animales. Están construidas en planta circular, y se forman
por aproximación de hileras de piedra planas, la mayoría recogidas de los
propios campos. Una sobre otra sin argamasa alguna, hasta formar una bóveda, y
creo que se cierra con una piedra maestra para evitar el derrumbe. Es el
triunfo del esfuerzo, la paciencia e ingenio humano que realizaban desde
antiguo las laboriosas gentes de esta zona de La Mancha-
-Abuelo, me parece
impresionante y me gustaría conocer alguno de esos bombos- comentó Cesar.
Contestó Octavio: - No te
preocupes, que alguno de ellos podremos ver.
Al poco tiempo se estaban
acercando a la población, y a lo lejos ya divisaban altas chimeneas y los
grandes tanques para almacenar el vino y
los alcoholes destilados de la uva sobrante con destino a las firmas andaluzas
productoras de bebidas de alto grado alcohólico.
-Cesar, quiero comentarte
que en esta ciudad no encontrarás muchos monumentos arquitectónicos, pues el
principal es el de sus gentes, ingeniosos hidalgos, que de ser una villa
eminentemente agrícola, a través de los
tiempos han sabido labrar un futuro muy considerable, evolucionando
progresivamente por su mucho tesón, esfuerzo y laboriosidad distinguiéndose en
la comarca por su nivel económico-industrial, destacando entre las de la
Comunidad de Castilla-La Mancha. Si tuviera que definirla en pocas palabras,
diría que es una población emprendedora por excelencia y muy trabajadora.
-Destaco de cuanto se ha
realizado por sus gentes, La Cooperativa Virgen de las Viñas, agrupación creada
en 1961 por los agricultores de Tomelloso, a los que se fueron agrupando los de
otras localidades próximas. Está
considerada como la más importante de Europa. Bodega-almazara con una capacidad
de almacenamiento de más de doscientos millones de litros.
-Cesar, es extraordinario
lo que han realizado estas hacendosas gentes en poco más de medio siglo.
Produciendo la citada cooperativa más de ciento cincuenta millones de litros de
vinos y mosto por temporada, con una extensión de viñedo de veinte mil
hectáreas. Elaborando vinos y aceites de alta calidad muy demandado en el
mercado nacional e internacional. Y cuenta hasta con un museo de arte
contemporáneo, con exposiciones de ilustres pintores; también de un auditorio,
y museo etnológico donde hacen degustaciones de sus vinos. Observarás que no
olvidan la proyección de la cultura entre sus paisanos y cuantos les visitan.
¡Había que otorgarles una gran laureada, si es que no la tienen, por cuanto bien
ha hecho por su pueblo!
-Abuelo, tengo entendido,
y por curioso lo comento, que esta población de Tomelloso cuenta con un
diccionario “tomellosero” , editado por un maestro de Cuenca, que llegó a esta
plaza a mediados del siglo pasado, llamado Julio Pérez Cuartero, que explica
cerca de 5000 términos con los que se entienden perfectamente sus paisanos. Una
importante investigación sobre el rico vocabulario desarrollado a través de los
años, cerca de 500 años de su historia, pero en particular en los 250 de su independencia
de la villa de Socúellamos.
-Así es, Cesar- Contestó
Octavio. –Es una población original por sus cuatro costados, pues en cierta
forma tienen un dialecto por el que se entienden normalmente, no obstante el
español por encima de todo, como no podía ser menos. Pero con ello ratifican su
ingenio, aunque a no todos les guste esa derivación idiomática para entenderse.
Museo de Antonio López Torres |
-Te comento Cesar, que
esta ciudad ha dado personajes ilustres que demostraron su talento, quizás el
más famoso ha sido el escritor Francisco García Pavón, creador de su obra:
Plinio, llevada a un serial televisivo. Y otros poetas y escritores: Eladio
Cabañero, Félix Grande, Dionisio Cañas, José López Martínez, entre otros. Y en
las artes plásticas, especialmente, el pintor mundialmente conocido Antonio López
García; y su tío Antonio López Torres, que tiene un museo con interesantes
obras, de estilo costumbrista, exponiendo en sus pinturas los diversos paisajes
de la tierra manchega y de sus gentes. Dichos personajes son monumentos de la
sabiduría humana.
Estaban llegando a la
plaza principal de la ciudad, donde está situado el original edificio del
Ayuntamiento, construido a principios del siglo pasado. El Casino, lugar de
encuentro social, y la distinguida Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la
Asunción, construido, en origen en 1541, pero renovada casi en su totalidad en
el siglo XVII. Realizándose restauraciones y ampliaciones posteriores, quedando
la bella estampa que representa en los momentos actuales. En uno de los laterales de la plaza con edificaciones
porticadas, se encuentra la que fuera en tiempos lejanos Posada de los
Portales, convertida más recientemente en Centro Cultural y Exposición de la Arquitectura
Popular. El conjunto está declarado Monumento Histórico-Artístico.
-Abuelo, ¿Es cierto que
antiguamente se reunían en esta plaza los vecinos de la población, desarrollando
actividad social y para realizar
contrataciones: ofrecer y demandar mano de obra para la labranza, en especial
en época de vendimia, poda y otras labores del campo, y que usaban una especie
de chaquetilla negra de uso habitual?
Posada de los Portales |
-Así es, Cesar. Eran
costumbres arraigadas en las gentes de esta comarca, que ahora va
desapareciendo. Una forma más de la originalidad humana llevada hasta en las
formas vestir. Actualmente son otros tiempos y las modas y estilos cambian,
siendo los jóvenes como tú quienes los llevan a cabo.
Aparcaron el coche donde
pudieron, cercanos a la plaza de España, para ver y observar aquel céntrico
lugar. Pasaron a ver la Iglesia y
observaron el bonito retablo dedicado a la Virgen de la Asunción, y bajo su
advocación dieron gracias por el buen viaje que hasta allí les había llevado.
Después fueron a ver el Centro Cultural referido anteriormente, donde vieron
una exposición sobre la ciudad y su evolución a través de los cerca de 500 años
de historia. Apreciaron el esfuerzo, tesón y paciencia que aquellas gentes
habían demostrado hasta conseguir una ciudad próspera.
Paseando por sus calles
Cesar hizo la siguiente observación a su abuelo:
-Veo con frecuencia en las
aceras que existen especie de rejillas
que parecen lumbreras y no entiendo su significado.
Su abuelo contestó: -Efectivamente
son lumbreras de respiración de cuevas que existen en casi todas las viviendas
antiguas. Las usaban para echar las uvas como lagares para la elaboración del
vino, que hacían los agricultores de
forma artesanal para su propio consumo y vendían él sobrante. Hasta que
constituyeron a mediados del pasado siglo la cooperativa que te comenté
anteriormente. Al final del proceso de prensado manual, pasaban los caldos a un
pozo para su fermentación, y pasado el tiempo requerido lo elevaban mediante
bombas, también manuales, a vasijas o tinajas de barro. Por esas lumbreras también
sacaban los escombros para cualquier obra que realizaban en la construcción de
la cueva, pero lo importante era su función de respiración. A las cuevas
accedían, como es lógico, desde las viviendas.
Octavio había quedado
sobre las dos de la tarde en casa de Consuelo,
hermana de su amigo, para degustar las famosas migas manchegas que tanta
tradición tienen por aquellas tierras, entre otros platos típicos, pero
especialmente las migas que hacía aquella buena señora, artista en las sagradas
cosas de los pucheros y de la hospitalidad para cuantos comensales se
sientan a su mesa. También es justo
destacar que goza de otras
habilidades manuales, que realiza como
divertimento en sus ratos libres.
-Cesar, tenemos todavía un
par de horas hasta la cita con mi amigo, así que podíamos aprovechar para
acercarnos a las ermita de la Virgen de las Viñas, patrona de la ciudad; conocer el museo del carro, y de los aperos de
labranza. Lo más representativo para realizar las tareas agrícolas, y observar cómo
era la vida cotidiana de las gentes del campo desde tiempos remotos y hasta la
modernización a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Verás un bombo que tienen habilitado para el
turismo-
Santuario de la Virgen de las Viñas |
Dicho y hecho. Tomaron de
nuevo el coche y en unos minutos estaban viendo aquellas cosas nuevas que tanto
encantaron a Cesar, quien no dejaba de tomar nota en su agenda para cubrir el
viaje, pues al regreso dejaba constancia en el diario que desde hace tiempo
había iniciado.
Les encantó el monumental
santuario erigido en honor de la patrona de la ciudad, en lugar que se llama
Pinilla. Centro de peregrinación de los tomelloseros, es famosa la romería que celebran todos los
años en el mes de Abril en honor de su Virgen, que está declarada de interés
turístico regional. El santuario se viste de gala, y sus muchos devotos forman
carrozas engalanadas con gran vistosidad, y también reatas de mulas con adornos multicolores tirando de carros
típicos como los que utilizaban los agricultores en tiempos pasados. La romería
trascurre hacia Tomelloso distante unos cuatro kilómetros, seguidos por una
muchedumbre henchida de esperanza y fe en su Virgen, para que les lleve por
caminos de paz, salud y buenas vendimias.
Cesar dirigiéndose a su
abuelo le dijo: -Verdaderamente es extraordinaria la vitalidad de un pueblo
cuando decide realizar sus sueños, con
menoscabo de las pasiones e intereses personales, y sí con altas miras en favor
de los intereses generales; debió ser una labor colectiva de gentes
emprendedoras y muy activas con la noble ambición de hacer grande su villa
hasta verla convertida en una población comercial e industrial distinguida en
la comarca y de la Comunidad de Castilla-La Mancha.
-Cierto es Cesar, que
cuando se antepone los intereses generales de una sociedad a los personales de
cada individuo, el éxito y florecimiento de un pueblo está asegurado.
Llegaron a su cita antes
de lo previsto pues a Octavio le gustaba ser puntual en todas sus citas, y
ahora con más motivo cuando por medio había una buena invitación. Les
recibieron como si de príncipes se tratara, y ya estaban alrededor de una de
esas cocinas bajas de pueblo, tan
íntimas y emotivas con un fuego que coloreaba agradablemente sus mejillas,
viendo cómo se finalizaba esa obra gastronómica que les tenían preparada. ¡Olía
a gloria!. Los chorizos, panceta, huevos fritos y otras lindezas estaban
dispuestos para satisfacer el buen apetito que nuestros personajes no
disimulaban. Celebraron su llegada con un rico aperitivo regado con buen vino de la tierra, que espanta los malos
espíritus; y para desengrasar y comer las migas aún con más agrado, unos buenos
racimos de uvas recién cortados por la buena persona que por esposo tenía
aquella ilustre cocinera.
Cesar sentía cierta
admiración por cuanto allí se exponía. Y con mirada picarona dijo a su abuelo: -Abuelo observo cómo se te
alegran los ojos, creo que todo esto es una delicia que a ti te encanta, pero
quiero recordarte, como también me recuerdas algunas cosas sobre mis
comportamientos, que te acuerdes de tu colesterol.
-Mira Cesar, no seas
aguafiestas, que por un día no va a pasar nada. Y espero que seas prudente
cuando regresemos y no lo cuentes en casa, para evitar sermones; hemos venido a esta buena tierra para pasar un
fin de semana feliz. Además, ya bajaremos la comida esta tarde cuando vayamos a
vendimiar como me tiene prometido mi amigo, para llevarnos una cesta de uvas
para la familia. En ello tengo algo de
experiencia de otra ocasión, aunque motivó cierta risa entre los asistentes por
mi peculiar forma de vendimiar; que a mí se me hacía muy cansino y solo me
faltaba tomar una silla de asiento cada vez que cortaba un racimo. Entonces
pensé ¡qué duro es vendimiar!
Después del almuerzo, se
dejaron llevar hacia unos buenos y
deseados sillones, pues con la barriga llena y los efluvios del rico vino, una
dulce soñera invadió sus espíritus.
A media tarde salieron
hacia una viña propiedad de aquella encantadora familia, y Cesar, en particular,
vivió una bonita experiencia, que le serviría para enriquecer su diario. En
esta ocasión, Octavio dejó que los demás llenaran la cesta mientras él admiraba
la grandeza del campo, ahora en su plenitud dando sus frutos por la labor de aquellas admirables gentes.
Mucho les agradaba
aquellos lugares, del llano viñedo que sé perdía en la lejanía, y muy
entretenidos estaban llenando hasta tres cestas con escogidos racimos de uvas;
cuando se quisieron dar cuenta, había caído la tarde y la reina de la noche
brillaba con esplendor plateado, sobre un firmamento infinito de estrellas.
Después de tomar un ligero
refrigerio, pernoctaron en la vivienda del amigo de Octavio. Este anunció a
nuestros viajeros que tenía programada una excursión hasta el Parque Natural de
las Lagunas de Ruidera, situadas a pocos minutos de Tomelloso.
Salieron temprano y en el
camino pararon, como visita obligada, en la presa de Peñarroya, formada por las
aguas del río Guadiana, dentro del término de Argamasilla de Alba. Para visitar
también el castillo de origen árabe, conquistado por los cristianos a finales
del siglo XII. Cuenta la tradición que, al tomar la fortaleza, encontraron una
imagen de la Virgen, a la que desde entonces llamaron Nuestra Señora de Peñarroya,
que es venerada y patrona en las villas de Argamasilla y La Solana. El
castillo-fortaleza se encuentra en aceptable conservación, después de haberse
realizado varias restauraciones. Se
pueden visitar buena parte de sus instalaciones. Su acceso es libre y gratuito.
Se encuentra sobre una atalaya junto al embalse, y desde la presa se aprecian
unas bellísimas vistas.
El parque y sus lagunas
deberían ser conocidos por todo viajero
que tenga sensibilidad por la naturaleza, pues su extraordinaria belleza no pasa
desapercibida en el recuerdo de las gentes que han tenido el acierto de visitarlas.
Ya lo dijo Byron “El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la
naturaleza siempre permanece bella”.
Se trata de espacios
naturales protegidos, formados por unos quince remansos fluviales o lagunas, a
cual más bella, integrado por los ríos Pinilla y Guadiana, separadas entre sí
por formaciones rocosas por las que se filtra el agua deslizándose en cascadas de una a otra,
provocando la admiración del visitante. Es un lugar de singular belleza
paisajística, entre las provincias de Albacete y Ciudad Real.
Las lagunas se extienden a
lo largo de unos 30 kilómetros, nacen cerca del nacimiento del río Guadiana, aunque
el viajero las inicia en la villa de Ruidera, después de haber estado en el
embalse de Peñarroya donde realmente se encuentra la primera gran laguna.
Son lugares que siempre
sorprenden al visitante. Sus aguas transparentes de un color intenso turquesa,
hacen las delicias, junto con su entorno, de quienes las visitan en cualquier
fecha del año, pero se manifiestan con todo su esplendor en épocas de abundantes lluvias.
Con pena se despidieron de
aquellos encantadores lugares, pero había llegado la hora del almuerzo, que es
tema obligado para poder seguir caminando, pues el ayuno es mal consejero para
viajeros andariegos. Con razón dice el refrán: “ Yo, que la buscaba, y ella no
se quiso esconder, se juntaron el hambre con las ganas de comer” . Y lo dicho
por Cervantes en su Quijote, que por estas tierras anduvo: “Tripas llevan pies,
que no pies las tripas”.
Se sentaron para
almorzar en un restaurante al borde de
la laguna del Rey. Octavio invitaba a su querido amigo, agradeciendo su
compañía en tan agradable excursión, y los tres observaban ensimismados el
bello espectáculo que se ofrecía a su vista.
Después del almuerzo,
Octavio había decidido regresar por una carretera distinta a la que les había
llevado hasta Tomelloso. Quería que su nieto conociera el lugar donde había
estado preso Miguel de Cervantes, la villa de Argamasilla de Alba, donde se
dice, que tuvo la inspiración en la celda que ocupaba, para escribir su obra
universal El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Era el momento de
despedirse de aquel buen amigo. Con el que siempre Octavio había disfrutado por
el afecto mutuo que se tenían, y una amistad que mantenían desde hacía mucho tiempo.
A Cesar le impresionó
aquella visita de Argamasilla, pero especialmente por el infortunio que tuvo el gran escritor,
aunque ello diera lugar a la creación de su gran novela, y que hiciera famosa
aquella tierra de La Mancha.
La tarde estaba cayendo, y
el sol declinante parecía huir hacia el infinito horizonte rodeado de tenues
nubes que parecían abrigarle, formando un bello cromatismo multicolor. Por lo
que Octavio, mirando al cielo, decidió no tardar en ponerse en carretera, para
afrontar serenamente la larga distancia que les separaba hasta su destino, pues
no le agradaba conducir con la oscuridad
de la noche.
Eugenio
Madrid, 28 de Enero 2016.
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