El joven viajero que ya
había remontado la verde colina de la juventud. A la edad de 28 años había
finalizado su carrera de ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, siguiendo la
trayectoria de sus ancestros, ilustres personajes que dejaron imperecedera
huella en su profesión, y él en camino de alcanzar una posición considerable. Seguía
manteniendo su sueño de viajar y conocer las ciudades de Europa, pero
especialmente las de España, y muy particularmente Guadalajara y su provincia,
por la que sentía especial afecto. Se desplazaba con cierta frecuencia
aprovechando determinadas fechas que le permitía su calendario laboral.
Era un muchacho alto y
bien parecido. Un modelo de fuerza juvenil. En los últimos años había cambiado,
no solo su físico, pues su carácter le había transformado, adquiriendo una
expresión de persona seria y consciente de la importancia de vivir tiempos
complicados, en los que la mayoría de los jóvenes sentían la responsabilidad de
conseguir unos conocimientos destacados en el futuro para poder subsistir.
Valoraba el esfuerzo, tesón y el amor que se tiene que poner en cuantos sueños
e ilusiones se propongan para poder tener momentos felices en el devenir de los tiempos.
Era una mañana fresca pero
muy soleada, con un cielo azul sin nubes en el horizonte, por lo que sentía buenas perspectivas para pasar un fin de
semana por las tierras de la Alcarria Baja, descubriendo nuevos pueblos y
tierras en el curso del viaje que había programado por la llamada Ruta de los
Pantanos.
Hacía tiempo que tenía
mucha ilusión de conocer los lugares por donde estuvo su abuelo, ingeniero como
él, quien además participó en la construcción del famoso pantano de Entrepeñas,
nombre que se adjudicó por estar situado en el
lugar conocido por la citada referencia.
lugar conocido por la citada referencia.
Palacio del Infantado |
Patio central del Palacio del Infantado |
Había salido temprano de
Madrid en su utilitario hacia la capital de la Provincia, distante 56 kilómetros. Ya en Guadalajara,
como era su costumbre, hizo una paraba para desayunar en un lugar cercano al Palacio del Infantado, con
intención de visitarlo una vez más, pues sentía una particular predilección por
dicho monumento. Simboliza el arte y la historia de Guadalajara, donde la
famosa familia de los Mendoza dejó
importantes señas de identidad, intelectuales y humanísticas, destacados caudales y especialmente el más acendrado sentimiento de apego hacia la tierra alcarreña.
importantes señas de identidad, intelectuales y humanísticas, destacados caudales y especialmente el más acendrado sentimiento de apego hacia la tierra alcarreña.
El monumento goza de
extensa historia, ya que por él pasaron importantes personajes y referentes de acontecimientos
acaecidos en España. Y como reseña
interesante para quienes no lo conozcan, en el referido Palacio se celebró en
el año 1560 la tercera boda del rey Felipe II con la hija de los reyes de
Francia Isabel de Valois, y en 1714 se celebró la boda del rey Felipe V con
Isabel de Farnesio.
Poco tiempo después de la
visita de nuestro viajero al citado Palacio, se dispuso a partir hacia la
carretera de Cuenca N-320, para iniciar la ruta que había proyectado. Pretendía
llegar a Sacedón distante de Guadalajara 57 kms. donde tenía intención de pernoctar
una noche. Había pensado parar en
algunos pueblos que se encontraría en el camino
El
El
El primer municipio que se
encontró después de partir de la capital, una vez rebasada la estación del Ave
situada a cinco kilómetros, era la villa de Horche. Es una de las más
importantes de la provincia. Se alza sobre el valle que riega los ríos Ungría y
Tajuña. Posee unas vistas espléndidas, apreciándose en el inmediato horizonte
la quebrada orografía que acompañará a nuestro viajero hasta su destino.
Panorámica de Horche -foto de Pedro García- |
Su origen
es medieval, siendo algunos de sus barrios clara muestra de las tres culturas que
convivieron por aquellos tiempos: cristianos, moros y judíos. La plaza Mayor y
algunas de sus calles conservan los típicos soportales de las antiguas
poblaciones castellanas. Fueron famosas sus fábricas de paños en el siglo XVII.
Funcionan tiendas de artesanía tradicional, y de un famoso taller de escultura
en madera, talla y policromado, especialmente destinado a los monumentos religiosos,
único en la provincia del que han salido más de quinientos retablos tan
monumentales como los de la Iglesia de Mondéjar, de Guadalajara; Priego, San
Clemente y Villamayor de Santiago, en Cuenca; Vicálvaro en Madrid; Jaráiz de la
Vera en Cáceres, etc. Imágenes y otro
tipo de altares que han salido de dicho taller, podrían contarse por miles.
Horche -foto de Pedro García- |
La villa de Horche fue
reconquistada a los musulmanes por Alvar Fañez de Minaya, compañero de
conquistas de El Cid Campeador, la víspera de San Juan del año 1085, antes de
tomar la vecina y amurallada ciudad de Guadalajara, y cuenta con el monumento más importante y de interés
cultural que es la Iglesia de la Asunción de María, construida en el siglo XVI.
También tiene larga
historia por haber vivido muchos acontecimientos desde tiempos remotos, y la
zozobra de haber sufrido en sus tierras avatares bélicos, al estar situada en
lugar estratégico.
Después de haber visto
cuanto pudo y tomar nota de todo ello, como por
costumbre tenía, nuestro viajero se dispuso de nuevo a partir hacía la
siguiente población que encontraría en su camino: Tendilla.
Bajó hasta el valle para
tomar de nuevo la N-320, y a los pocos minutos sus pensamientos le trasladaron
a tiempos pasados. Recordaba cuando su abuelo, en el año 2000, contando con 80
años y el con 12, le invitó hacer el mismo recorrido que ahora él estaba
realizando. Fueron entonces en un flamante automóvil de alta gama, conducido
por el fiel Pablo, que desde hacía muchos años tenía a su servicio.
Su abuelo deseaba que conociera
los lugares por donde transcurrieron momentos felices de su vida. En la década
de los años cincuenta del siglo pasado, fue trasladado a Sacedón, y
posteriormente a las viviendas que habilitaron para el personal directivo y
técnico de las obras que se realizaban para la construcción de la famosa presa
de Entrepeñas.
En la plenitud de su vida,
recién cumplidos los 30 años, soltero y terminada su carrera de Ingeniero, su
abuelo afrontaba una experiencia extraordinaria colaborando en la importante
obra proyectada por el gobierno de
entonces.
Durante las fiestas de
Sacedón, en 1954, conoció a la que sería su esposa, y dos años después nacería
su hijo en la Residencia Sanitaria de Guadalajara. Coincidiendo con las fechas
de la inauguración pomposa de la presa, por el entonces Jefe del Estado.
En muchas ocasiones, pues
los mayores suelen ser repetitivos de recuerdos vividos, recordaba a su nieto
los años dichosos que después pasaron en aquellos lugares llenos de encanto,
hasta que decidieron marchar a Guadalajara para que su hijo pudiera hacer el
bachillerato en el Instituto Brianda de Mendoza, institución donde también estudió
el dramaturgo alcarreño Buero Vallejo. Personaje de todos conocido por su fama
internacional.
Tendilla |
Se trata de una villa cuya
historia está muy ligada a la ya citada familia de los Mendoza. Cuenta la
historia que Don Enrique III de Castilla, elevó al rango de villa en 1394, para
donársela en señorío al Almirante Mayor Diego Hurtado de Mendoza. Sus
descendientes en el siglo XV fundaron el monasterio Jerónimo de Santa Ana, del
que quedan algunos restos. Su mayor esplendor fue en la época de don Iñigo López
de Mendoza, segundo Conde de Tendilla y primer marqués de Mondéjar, además de
Capitán General del reino de Granada tras su reconquista, logrando de los Reyes
Católicos privilegios que engrandecieron la villa.
Está enclavada en otro de
los tantos valles que existen también en esta comarca de la Alcarria baja,
rodeada de frondosos bosques de pinos y con excelente vistas.
Tendilla -Obra de Pedro García- |
Tendilla -Obra de Pedro García- |
Por esta población pasó
nuestro ilustre Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, inmortalizando su
Viaje por la Alcarria, conmemorado en una placa situada en la plaza principal
de la villa. Es famosa su feria del 24 de Febrero, con motivo de las fiestas de
San Matías, y ya en tiempos del rey Felipe II, acudían hasta Tendilla feriantes
y mercaderes de todas las partes de España, y aún en tiempos actuales se
rememora con toda solemnidad y diversos festejos.
Es interesante visitar la
Iglesia de la Asunción, del siglo XVI. La Fuente Vieja, del siglo XV, que aún
conserva el escudo de los Condes de Tendilla. Y el monumento al sagrado Corazón
de Jesús, construido en 1930 sobre las ruinas del viejo castillo del siglo XV.
También existen restos de la muralla medieval.
Gozan de merecido
prestigio los mazapanes, los turrones y los bizcochos borrachos, elaborados con
la rica miel de la Alcarria, que desde hace mucho tiempo se fabrican en esta
población.
Una vez visitada la villa
de Tendilla, nuestro viajero reanudó su ruta hacia el pantano de Entrepeñas, y
de nuevo acudió el recuerdo de cuanto le había contado su abuelo en tiempos de
su niñez. Hubo un momento en que se deslizaron unas pequeñas lágrimas sobre sus
mejillas. Todas las épocas de la familia
no habían sido felices. Recordaba con mucha tristeza el día que sus abuelos le
contaron, que desde los dos años de edad, se hicieron cargo de sus cuidados al
haber fallecido sus padres en un accidente de automóvil. Por lo que siempre les
considero como sus progenitores, hasta que tuvo conocimiento para asumir la
realidad. Así pues, con setenta años su abuelo y sesenta la abuela, asumieron
la difícil crianza de su nieto; siempre con la colaboración eficaz de su fiel
Pablo y su esposa.
Estaba llegando cerca de
la población de Auñón, pero tenía tantos deseos de llegar a Entrepeñas, que
solo se detuvo para tomar unas fotografías de la curiosa perspectiva de sus casas sostenidas a lomos de rocas,
considerada como la pequeña Cuenca.
Panorámicas de Auñón -fotos de Herrera Casado- |
Se cuenta que, en el año
1085, la Virgen María se apareció a un pastor encima de un madroño y le mandó
construyera una ermita en aquel lugar; y que tras infinitos prodigios e
intervenciones sobrenaturales, la ermita se construyó en un paraje de pinos,
con deliciosas vistas al pantano.
Al poco tiempo volvía a
circular hacia el destino proyectado. Ya empezaba a atisbar las estribaciones
de la zona escarpada que subía hasta las primeras construcciones que se
hicieron entonces para albergar el personal ya citado que intervino en la
dirección de las obras del pantano.
La belleza que se abría a
su paso conforme se adentraba en aquellos parajes le emocionaba sobremanera, y
lo primero que hizo fue parar su automóvil para recorrer a pie el camino que le
separaba hasta la presa. Afluían a su mente emocionantes sentimientos cuando se
detuvo ante la casa-chalet donde habitaron sus abuelos. No pudo evitar que nuevamente
se le humedeciera sus ojos, al recordar que pocos días antes su abuelo, recientemente
cumplidos los 96 años, había dejado este mundo con plena lucidez, y su
abuela se encontraba ingresada en una residencia de mayores.
Después de recuperarse de
sus emociones, se acercó hasta el famoso mirador voladizo en una parte posterior de la presa, desde donde se podía apreciar la
gran obra de aquella monumental construcción hidráulica, y de la magnífica
panorámica que se ofrecía a su vista.
Mirador y Panorámica desde la Presa de Entrepeña |
Cabecera de la Presa de Entrepeñas |
Las presas más
importantes: Entrepeñas, fue inaugurada en el año 1956 y la de Buendía en 1958.
El objetivo principal de estas magnas obras de ingeniería era la obtención de
energía hidroeléctrica, haciendo de ellas, en aquella época, la mayor de Europa
por su capacidad de embalse: con cerca de 2500 hm3. Lo que llevó a llamar esta concentración de agua embalsada
como Mar de Castilla junto con los embalses menores de Bolarque, Almoguera y
Zorita.
Esto ha supuesto un incentivo
para el turismo que ha revitalizado la provincia; y ha sido posible que en plena Alcarria se
practique un sinfín de actividades náuticas: el esquí acuático, el surf, el
piragüismo y la navegación a vela y a motor, y la delicia de pescadores con la
captura de lucios y carpas.
Desde el principio de los
embalses se construyeron, alrededor de los mismos, diversas urbanizaciones: Las
Brisas y Las Anclas, así como hoteles y restaurantes.
Puente de Durón y al fondo las torres de la Central Nuclear de Trillo |
No obstante todo ello en
las últimas décadas se ha sufrido cierto deterioro por el decrecimiento del
agua embalsada en los dos pantanos principales, debido a los sucesivos
trasvases del llamado “Tajo-Segura”, que abastecen a la comarca murciana.
Antes de entrar en la
presa, decidió tomar la carretera secundaria que parte de su margen izquierda y
bordea gran parte del embalse, pasando
por los términos de Alocén y Durón. Trascurre entre frondosos bosques de pinos
y se aprecia una bellísima panorámica
del pantano, por lo que sintió un enorme placer al haber tomado esta ruta.
Antes de llegar a la villa citada últimamente,
atravesó un gran puente que
comunica la parte derecha del embalse. Continuó durante varios kilómetros hasta
Sacedón, pasando por los términos de las poblaciones de Chillarón del Rey y
Pareja, y las famosas urbanizaciones de Las Brisas y Las Anclas.
Ya en Sacedón, donde lo
primero que hizo fue buscar alojamiento, y un lugar donde almorzar. Había
muchos sitios donde aplacar la llamada
de su estómago, por lo que atendió con presteza tan esperada demanda. Parecía
recordar lo que alguien escribió: “Que no se debe descuidar la vida del cuerpo,
que es la vida de las sensaciones y de las emociones. Que el cuerpo conoce la
verdadera hambre, la verdadera sed, la verdadera alegría al sol y a la nieve.
La verdadera felicidad con el perfume de las flores. El amor, la ternura, el
ardor, la pasión, el odio y el dolor verdaderos. Todas las emociones pertenecen
al cuerpo y el espíritu se limita a reconocerlas”.
Sacedón es una de las
villas históricas y partido judicial de la provincia, que dista de Guadalajara
los ya citados 57 kilómetros, y 113 desde Madrid.
Se trata de una población
antigua en su origen, que en el siglo XVI adquirió la categoría de villa,
otorgada por el Emperador Carlos V. Famosa en otros tiempos por sus baños de aguas termales y curativas
que tuvo en sus proximidades, llamado el Real Sitio de la Isabela, en honor a
la reina Isabel de Braganza, esposa de Fernando VII. Este rey determinó
edificar en aquel lugar un palacio, que sería su residencia de verano durante
diez años de su reinado.
El pueblo de La Isabela y
toda su historia quedaron sepultados por las aguas del pantano de Buendía al
inicio de la segunda mitad del siglo XX. Como último vestigio de aquel Real
Sitio, solo se conserva una estatua conocida con el nombre de Mariblanca
situada en una plaza de Sacedón.
Esta comarca fue pionera,
en lo que al turismo provincial se refiere, por las obras de los dos grandes
embalses. Y Sacedón, villa bien cuidada, y su acogedora población, han
colaborado aprovechando las posibilidades que las circunstancias les brindaron.Antiguo balneario de La Isabela |
En la plaza principal se
puede admirar la iglesia parroquial del siglo XVII, con portada renacentista y
esbelta torre. Interesará al visitante conocer la ermita de la Cara de Dios,
entrañable monumento cargado de leyendas. Y también el monumento al Sagrado
Corazón, de veintitrés metros de altura, situado sobre la cima de un cerro, que
recuerda el final de la magna obra de los dos embalses: Entrepeñas y Buendía
Iglesia de Sacedón |
Nuestro viajero después de
haber yantado frugalmente una buena ración de cabrito asado, plato típico de la
zona y unos deliciosos bizcochos borrachos, decidió acertadamente dar un paseo
por la villa y recorrer sus calles y monumentos, para así ayudar a la digestión
del rico almuerzo. Después tenía pensado extender su ruta en automóvil hasta el
pantano de Buendía y conocer los encantadores lugares que hasta allí se
extienden.
Monumento al Sagrado Corazón |
En un momento reparó en
una carretera que se sumergía en las aguas. Pensó que iba en dirección al pueblo
de Santa María de Poyos y a la Isabela con los Reales Baños, perdidos en el
fondo del pantano.
Llegó hasta la presa del
embalse, situado entre las provincias de Guadalajara y Cuenca, cerca de la
localidad de Buendía del que recibe su nombre. Está situado en el cauce del río
Guadiela, afluente del Tajo. Tiene un embalsamiento de agua y de extensión,
superior al de Entrepreñas, y baña diversos términos de ambas provincias.
Pantano de Buendía |
Nuestro viajero se
embelesaba oteando con sus prismáticos los altos roqueros, y pinares, por los que planeaban buitres
leonados, viendo saltar lar carpas sobre las verdes aguas. En ese entorno se alzaba el horizonte,
en un cielo azul con matices lejanos de tenues nubes blancas. El sol lucía con
un ardor tan estival y deslumbrante, que no parecía se estuviera en fechas otoñales
Regresó tarde, pues
aprovechó el tiempo para hacer una ruta que le habían indicado en el restaurante
cuando estaba almorzando. Se trataba de la Ruta de las Caras, que saliendo de
la población de Buendía discurre por un camino de tierra con poco desnivel,
entre pinos y grandes rocas con vistas al pantano. Sobre la piedra están
talladas caras diversas: budas, vírgenes, figuras geométricas, etc. Algunas de
hasta ocho metros de altura. Verdaderas obras de arte creadas por Eulogio
Reguillo y Jorge Maldonado. Quedó encantado por esta inesperada ruta
recomendada,
Cenó frugalmente y ya cansado
decidió dormir pronto para reparar fuerzas, pues al día siguiente tenía pensado
visitar el otro pantano menor: Bolarque.
Después del desayuno
partió hacia el citado embalse situado a 23 kilómetros. Tomó la C-204 en
dirección a la villa de Sayatón, a pocos kilómetros de haber dejado la presa de
Entrepeñas, ya en el valle abandonando la carretera N-320 con dirección
Guadalajara. Llegó al término de la citada población de Sayatón y, conforme se
indicaba, se desvió hacía la presa de Bolarque, situada a escasos minutos. El
embalse está encajonado entre montañas que forman la sierra de Altomira. Sus
aguas proceden de los embalses de Buendía y Entrepeñas. Fue inaugurado en 1910
como central hidroeléctrica. Desde este embalse se realiza el trasvase de agua,
llamado Tajo/Segura, a la citada comarca murciana.
Pantano de Bolarque. Al fondo las tuberías para el transvase Tajo/Segura |
Nuestro viajero subió
paseando hasta la presa desde donde apreció un bello espectáculo, admirando la
gran obra humana que se realizó en tiempos más lejanos.
Panorámica del Pantano de Bolarque |
Castillo de Anguix en el embalse de Bolarque |
Nuestro viajero pensó dejar
esta ruta para otra ocasión y decidió partir hacia Madrid, almorzar en el
camino y tratar de llegar antes del anochecer. De regreso volvió a tomar la C-204,
y llegando a la villa de Zorita de los Canes, paró para visitar el castillo de
Calatrava y las ruinas de la histórica Recópolis, capital visigoda. Después continuó
pasando por la villa de Almoguera, donde también se desvió para conocer su
embalse. Pasó por las villas de Albares
y Mondéjar, y en esta última, límite con
la provincia de Madrid, decidió almorzar. Aproximadamente una hora después se
adentraba en la provincia de Madrid, y para llegar a la capital tenía 63
kilómetros por delante.
En este viaje que había
realizado, también la naturaleza se ocupó de sorprender a nuestro viajero, ya
que alrededor de las impresionantes construcciones había visto bellísimos
parajes. Lugares creados por la naturaleza y modulados por el hombre. Había sentido
también fuertes impresiones, pero no se lamentaba de las rutas vividas por
aquella zona de la Alcarria Baja; recordando tibiamente el viaje que realizó
mucho tiempo atrás con su querido abuelo cuanto todavía era un niño, en menor
medida y experiencia de la que ahora había disfrutado.
Noviembre 2016
Eugenio
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