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Martes, 8 de Abril de 2025

Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

17 febrero 2025

LASTRES

 

 

                                    A Luismi que goza de fuerte arraigo asturiano

Aquella tarde de principio de primavera, el abuelo Octavio y su nieto Cesar habían decidido pasear por los jardines de San Roque, en el barrio  del mismo nombre, cercano a la histórica ermita del citado santo, y del famoso monumento del Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo, icono de la ciudad de Guadalajara, para proyectar un largo viaje a la villa marinera de Lastres, que al final habían decidido afrontarlo el viernes siguiente, que se anunciaba haría un feliz día primaveral. 

Pero nuestros personajes también derivaron su conservación sobre los diversos temas de actualidad que estaba viviendo la sociedad española y las noticias del mundo en general, Especialmente sobre el apocalipsis de las guerras que azotan a la humanidad, y que los organismos mundiales no eran capaces de conseguir la deseada paz entre los hombres y mujeres que habitan este atribulado mundo.


-Querido Cesar, en estos momentos de tribulación y de incertidumbre política, observo con preocupación la evolución de ciertos grupos que gobiernan nuestras vidas, que rozan la utopía desde sus planteamientos.

-Quienes por vanos antojos y egoísmos se arriesgan a los peligros, parece en ellos, olvidando la rectitud de la conciencia y de la confianza que los demás en ellos han puesto, quedan desnudos de la decencia que aparentemente se vestían. Ahora muchos quedan avergonzados y de sí mismo quisieran ocultarse y hasta evadirse de la ira de los que fueron engañados, pues su indecencia y desvergüenza les ha despojado de sus virtudes, y de su propia estimación y de la que habían sido arropados por los que de virtuosos les tenían. Justa desafección de los ciudadanos con los políticos.

-En este país se les han dejado hacer de su capa un sallo a todos los que ahora están perseguidos por la justicia. ¿Dónde miraban los que debían entonces  vigilar sus funciones públicas?

-Así es abuelo, que toda gloria es pasajera, y que nadie más temible que quien necesita sobrevivir. Que hay muchos insensatos que viven solo pensando en ganar dinero sin trabajar.

-Como joven trabajador y en nombre de los que aspiran a tener un puesto de trabajo, conforme los estudios realizados y a sus habilidades, tengo que manifestar que no es justo que un jubilado, esto es, un ciudadano normal, tenga que estar cotizando muchos años para percibir una pensión, y a los políticos, llámense diputados o senadores, con tan solo unos pocos años de legislatura, después de haber tributado, creo no equivocarme, sobre un tercio de su sueldo, y que en muchos casos no se les ha exigido suficientes pruebas para ejercer su función. Eso sí, mucha lealtad política de partido al que pertenecen.

-Y vienen disfrutando de unos cinco meses de vacaciones al año, más los días de navidades, semana santa y la tira de días en verano. A los que se les subvencionan hasta las comidas en sus parlamentos. Privilegios en los viajes, normalmente en clase especial; el uso de tarjetas de crédito, cuyo límite es para los ciudadanos un misterio; y también el privilegio que al cesar tengan un 80% del sueldo durante dieciocho meses.

-Y termino diciendo abuelo que, también es muy desolador, y espero no te enfades conmigo, que un jubilado tenga una pensión superior en muchos casos, que al salario mínimo interprofesional estipulado actualmente para el mundo obrero.

-Y en mi caso, como bien sabes, tengo que posponer la posibilidad de contraer matrimonio con mi chica, porque no me alcanza para conciliar tener un hogar en alquiler o propiedad y para poder vivir con cierto desahogo, alargando mi estancia viviendo en casa con la familia.

-Mucha razón tienes Cesar,  y observo que ya has llegado a la verdadera madurez por tus conocimientos de la vida actual, de lo cual me congratulo, y de la familia has de esperar cuanto necesites para cumplir con tus ilusiones, que para ello vamos estando los padres y los abuelos,  pues es un tema que lo estamos analizando.

-No obstante, no te desanimes y atiende a tus buenos principios, que solo el que va por el camino del bien, sabe a dónde va y su provecho obtendrá, que los que emprenden el viaje de la vida por las vías confusas saben por dónde empiezan, pero no por donde acabarán.

-Y ahora volvamos a lo que te había comentado días pasados, sobre el viaje que desde hace tiempo tenía mucha ilusión de volver a realizar, planificando una visita sentimental, pero también turística a la bella población costera de Lastres, en la región asturiana




En ella habitaba un viejo hombre de mar, ya fallecido, sobre el que tuve una buena amistad visitándole en algunas ocasiones en tiempos pasados. Recuerdo las historias que mi padre me contaba de él, pues coincidieron en la milicia en los años mozos. Sus vivencias como pescador en el Cantábrico, a veces llenas de peligros y tragedia, son relatos que quiero compartir contigo más adelante.

El abuelo Octavio en los últimos tiempos había manifestado su ilusión de visitar a aquella querida persona, demorando el viaje por diversas circunstancias, pero al recibir la noticia de su fallecimiento tiempo atrás, sintió el deseo de recordarle realizando un viaje con su nieto y dejar constancia de su afecto llevando un ramo de flores a su sepultura. Y aprovechar el viaje para que su nieto conociera el encanto de aquella villa marinera.

-Quiero recordarte Cesar, que la ilustre villa de Lastres, de fuerte tradición pesquera, es uno de los pueblos más encantadores del litoral central asturiano. En el año 2010 fue nombrado Pueblo Ejemplar en los premios Príncipe de Asturias; y está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España

-Se extiende sobre la vertiente escarpada de una montaña, el Peñón de la Atalaya, y sus casas desembocan como una cascada que van a dar a la mar, rodeado de prados siempre verdes, y ante la mirada se presenta un conjunto multicolor: mar, montaña, prados, y la obra humana de pequeñas casas y grandes casonas residencia de adinerados emigrantes, y distinguidas edificaciones de carácter religioso, como podrás observar cuando lleguemos.

-Desde el siglo XVII al XVIII fue su puerto el más destacado de Asturias, con una importante industria del escabeche y salazones del pescado. Y su puerto fue el último reducto dedicado a la pesca de la ballena.


-La villa marinera de Lastres, pertenece al concejo de Colunga y está situada en la zona oriental del Principado de Asturias. Su nombre original era Santa María de Sádaba, topónimo de origen latino. Y en época romana existía un puerto para dar salida a  minerales, debido a las buenas condiciones naturales de la ensenada, que ya en el siglo X hay una referencia escrita a Sátava en un documento referido al rey Alfonso III, por lo que el topónimo Lastres puede tener origen geológico.

Nuestros personajes aprovecharon un largo fin de semana, con motivo de esos puentes que tanto alegran a las gentes que gustan de viajar, para realizar el viaje soñado por Octavio.

Salieron temprano por la mañana del viernes soleado, para tratar de llegar al medio día, con un recorrido de unos 550 kilómetros de distancia, primero hasta Madrid, y después tomando la A6 hasta Benavente, y la A66 hasta Mieres, enlazando hasta Langreo, Pola de Siero, Villaviciosa y su destino.

Durante el largo recorrido, tuvieron tiempo para escuchar varios CD sobre creaciones musicales de Tchaikousky, Beethoven, y de Manuel de Falla, que mucho les ilusionaba en sus viajes.

Deseaba recordar al que fuera íntimo amigo de su padre, oriundo de la citada villa marinera, y contarle a Cesar la historia que vivió siendo joven aquel pescador, junto con otros marineros, donde uno de sus hermanos falleció trágicamente y el mismo estuvo próximo a perder su vida, con motivo de una galerna acaecida el 6 de septiembre de 1944. Ese día la mar bravía del Cantábrico segó sus vidas, arrastrando a sus profundidades a los trece pescadores de una humilde embarcación de unos quince metros de eslora, de escaso calado y humilde motor, como lo eran todos sus tripulantes que se dedicaban a la captura del bonito o atún, para poder subsistir de la penuria que se vivía en aquellos tiempos, y que la mar bravía del Cantábrico segó sus vidas.

Y así lo narraba:

-Cesar, en aquella época no había radio, ni sónar, ni radar, no había partes náuticos para la navegación en aquellos humildes medios de pesca. Tan solo los ojos, las manos,  la experiencia y el saber hacer guiaban aquellas diminutas embarcaciones por el más bravo mar entre los mares. El marinero que se supiera anticipar a las adversidades tenía buenas posibilidades para salir indemne de la batalla en la mar, pero el que no pesca no come, así que aquellos valientes e intrépidos hombres se arriesgaban lo indecible, no obstante, conociendo las traiciones que les podía jugar aquel Mar Cantábrico, y en algunos casos algunos marineros no sabían siquiera nadar.

-Me contaban que, alrededor de las cinco de la tarde de aquel soleado y funesto día, el mar se encontraba en calma chicha, como se dice en los ambientes marineros, cuando la mar está serena y de escaso oleaje. Se aprestaron a zarpar varias embarcaciones para las pesca del bonito. Era una época de gran austeridad y muchas necesidades, como he comentado y el anuncio de haberse visto grandes bancadas de ese apreciado pez para el consumo de los ciudadanos de Lastres, y hacer dinero al venderlo a las empresas conserveras, era una buena oportunidad que no se podría despreciar.

-Contaban que estaban pescando felizmente como a cuatro horas de la costa y las capturas les hacía presagiar un buen día de pesca, pero aquella dicha les hizo bajar la guardia y descuidar la prevención que la mar exige.

-Observaron que de repente se estaba desarrollando un imponente murallón de nubes de desarrollo vertical, de aspecto abigarrado y caótico, y un fuerte viento con un cielo que empezó a obscurecerse con aspecto amenazante, que terminó con grado de galerna, y puso en aprieto a todas las embarcaciones que se encontraban en la zona.

-Resumiendo Cesar, algunas embarcaciones lograron llegar a tierra, arrastradas por el viento pudieron llegar a la costa de Santander, arribando varados, maltrechos y desfallecidos  por aquella vecina provincia.

-No tuvieron la misma suerte otras que se hundieron en las embravecidas aguas del pequeño mar Cantábrico, que a veces se presenta como un gigantón que devora barcos y personas. Parte de las tripulaciones de los barcos siniestrados fueron salvadas gracias a un mercante que se dirigía de Gijón a Santander. Y otras no pudieron ser salvadas por las enormes olas que lo impidieron como ocurrió con la embarcación llamada Glorioso San Antonio, que se hundió con sus trece marineros bregados y curtidos en la mar, pues ante la furia de los elementos nada hay que se pueda remediar. La villa de Lastres se vistió de luto y desolación durante mucho tiempo, pues no hubo familia que no tuviera algún parentesco más o menos directo con las víctimas o los heridos que también los hubo.

Y aún ahora se sigue recordando a aquellos marineros que perdieron la vida, y en su recuerdo el día de la Virgen del Carmen, varias lanchas salen a la mar para pasearla y honrarla como patrona de las gentes de la mar y ofrendar una corona de flores en recuerdo de aquellos bravos marineros, y de otros muchos que también sufrieron el azote del mar Cantábrico.

¡Que fácilmente se burla el destino de las previsiones humanas, fundadas en la experiencia de larga vida en La mar, pues con qué rapidez se pasa de la feliz jornada de pesca y buena mar a la mayor de las tragedias, incomprensible y sorprendente para los humanos que sentimos la impotencia ante la desbocada naturaleza!

-Cesar, como final de esta trágica historia, y en trances tan terribles, cuando el sentimiento y la caridad desaparecen ante el instinto de conservación, hay personas que sacan lo mejor de la condición humana ayudando a salvar a  otras personas, con riesgo de perder su propia vida, que así le ocurrió al personaje que motiva principalmente nuestro viaje, que se llamaba Simón, salvando a uno de sus compañeros de faena arriesgando su propia vida luchando contra las olas. Aquel joven causó mucha admiración en la villa de Lastres por su valiente comportamiento, dejando buena huella en el heroísmo individual y se ha mantenido su buen recuerdo entre las gentes de aquella población marinera. Y   tiempo después fue agasajado por las autoridades locales y de todos los vecinos  en el momento de su jubilación.

A mitad del camino, pararon para desayunar y desentumecer las piernas durante unos minutos en la zona de Benavente; iniciando el recorrido final para llegar a Lastres de unos 230 kilómetros. Pero decidieron parar un rato en el puerto de Pajares, para apreciar los famosos Picos de Europa que pertenecen al macizo montañoso de la Cordillera Cantábrica. Este parque nacional es uno de los más visitados de España, de extraordinaria belleza y magnitud,  con una gran diversidad de flora y fauna, e infinitos prados que sirven para pastos del ganado vacuno principalmente; observando su grandeza paisajística, y también sus clásicos hórreos y paneras para secar las mazorcas de maíz.



Ya en plena naturaleza asturiana, nuestros personajes  especialmente Cesar, se admiraba de los bosques de hayas, abedules, avellanos y castaños, pinos, y a lo lejos en alturas los bosques de carbayos que formaban un cortejo florístico único.



Al mediodía de aquel viernes entraban en la villa marinera de Lastres, y lo primero que hicieron fue llegar a la pensión que habían reservado para dos noches, dejar sus pequeños bolsos y pasar por un famoso restaurante donde también tenían reserva de mesa. Almorzaron felizmente comida típica de la zona: buena fabada y delicioso pescado.



Por la tarde iniciaron un recorrido por la villa, que también se hizo conocida tras ser escenario de la serie de televisión Doctor Mateo que emitió años atrás una antena de televisión, en la que aparecía bajo el nombre de San Martín del Sella.



Pasaron por la capilla del Buen Suceso, del siglo XVII, con su iglesia de Santa María de Sábada y su famoso Cristo de los Agonizantes, que está declarada como bien de interés cultural, y ofrece en su exterior una gran torre campanario. Se admiraron de los espectaculares y bellos edificios, con originales miradores y galerías de madera, sombras de un pasado monumental y de las hazañas vividas por sus pobladores a través de la larga historia de Lastres, destacando la curiosa  Torre del Reloj, del siglo XVIII.


También se acercaron al mirador de San Roque, en el altozano de Mirasierra, en lo alto de la población, uno de los miradores más famosos de la costa asturiana, donde está situada  la ermita del referido Santo, patrón de la villa, con unas vistas extraordinarias, y goza de área recreativa con árboles milenarios, desde el que se contempla una impresionante panorámica de Lastres, peinado por las olas del mar, de la Sierra del Sueve en la lejanía, donde habita el famoso caballo doméstico Asturcón, propio de la montaña, y la belleza de la franja del  litoral del mar Cantábrico.



-Cesar, antiguamente desde esta atalaya del mirador de San Roque, los llamados atalayeros avisaban sobre la presencia de ballenas en el mar, y de inmediato prendían una fogata, señal convenida para hacerse a la mar las embarcaciones que intentarían dar caza a los cetáceos. Parece ser que en el siglo XVII desaparecieron casi todas las ballenas para su caza industrial.



Al atardecer de aquel día, nuestros personajes decidieron regresar a la pensión, cenar pronto y asimismo descansar,  para continuar su misión al día siguiente.

Después del desayuno, decidieron pasar por el camposanto de la villa para poner un ramo de flores sobre el lugar donde reposaban los restos de aquel personaje que tanto admiraba el abuelo Octavio, con una oración por su alma alada, que en su momento, pensaron, se elevó hasta el infinito horizonte de la misteriosa eternidad.

-Cesar, después de haber cumplido con nuestros principios, ahora  vamos a bajar hasta el puerto,  donde aquel buen pescador que te he contado anteriormente, tenía una pequeña embarcación para la pesca de bajura y que en alguna ocasión tuve  la oportunidad de pescar con él, y  puedo recordar que tuve fuerte mareo en un momento de la travesía, pues no tenía buenos dotes para la aventura marítima. Que no obstante también hubo momentos emocionantes, especialmente cuando se capturaba alguna pieza de pescado; y sentir el silencio, solo el ruido blanco de la mar, su suave oleaje, cuando está en calma. Es hermoso  ver, y observar toda su grandeza.

-En el siglo XIX y XX Lastres se consolida como pequeño puerto pesquero de la costa asturiana, comenzando a combinar en la segunda mitad de este último siglo, con la actividad turística y gastronómica.

- En tiempos pasados existían barcas chicas para la pesca de la sardina, boga, calamar y otros peces que no se apartaban como a una legua de la costa, y las que iban más lejos a pescar serían las llamadas balandras, que podían estar hasta una semana y salando en alta mar el pescado, así como las traineras con unos 12 metros de eslora y dos de manga. Igualmente las boniteras, embarcaciones a remo y a vela. Todas indefensas y resultaba penoso faenar en semejantes barcas ante las galernas, temporales frecuentes en el Cantábrico, a las que un desafortunado golpe de mar las hacía zozobrar.

-También a finales del siglo XIX a los modestas embarcaciones se les fue aplicando el motor en sustitución de remos, empleados para la captura de mariscos, calamar y de los pescados de roca, extendiendo varias millas su radio de acción. Asimismo las boniteras de unas 50 toneladas y eslora de 15 metros, tripuladas por unos 13 hombres, que pescaban hasta las 200 millas de la costa.

-La riqueza extraída del mar generó el desarrollo de una industria de salazones y escabeches cuyo comercio se exportó a las provincias del interior.

Nuestros personajes finalizaron la excursión de la mañana por el puerto, y almorzaron espléndidamente en un pequeño restaurante. Retornaron en la tarde hasta  la parte alta de la población, con el automóvil en el que había bajado, para realizar desde el mirador de San Isidro un corto  paseo por aquel espectacular lugar, volviendo a apreciar las impresionantes vistas que desde allí se apreciaban en el infinito horizonte y del Mar cantábrico en particular.



Se acostaron temprano. Amaneció un domingo con un cielo azul limpio de nubes, y decidieron desviarse de la ruta de vuelta a casa. Hicieron parada en el famoso Mirador del Fito, para admirar la vista panorámica de casi toda Asturias, que no cansa de apreciarse tanta belleza, pues se abre un paisaje excepcional que abarca los Picos de Europa, al valle del río Sella y la costa. Pasando después por la población de Cangas de Onís, atravesando su famoso puente romano y finalizando en la basílica de la Virgen de Covadonga, patrona  de Asturias, lugar emblemático de aquella región, donde pasaron momentos felices admirando la grandeza de aquellos lugares. En un momento, casi místico oyeron a unos gaiteros junto a un coro que cantaba una tonada asturiana:





 “Oigo sonar un gaita, oigo sonar un tambor, baila la xente del plueblu, ye la fiesta de la Virxen. La alegría de las moces, el sabor de la manzana, bellos campos, bellas flores, ye mi aldea asturiana. La Virxen de Covadonga, ye pequeñina y galana, y aunque baxara del cielu, no hai pintor que la pintara”



Y después oyeron la salve marinera..

Almorzaron  de regreso a Guadalajara en un restaurante  de carretera, y después de largas horas de viaje llegaron felizmente a su hogar.

 

Eugenio

Febrero 2025

 

14 diciembre 2024

TRIBULACIONES DE UNA PERSONA MAYOR Y NUEVO PASEO POR LA PROVINCIA DE GUADALAJARA

 

 

       A Irina y Alex, que remontan la  verde colina de la juventud

 

TRIBULACIONES DE UNA PERSONA MAYOR Y NUEVO PASEO POR LA PROVINCIA DE GUADALAJARA,

Octavio y su nieto Cesar habían pensado pasar aquel  fin de semana otoñal, por tierras del norte de la provincia de Guadalajara. Especialmente deseaban volver por el famoso Hayedo Tejera Negra, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2017, y descubrir nuevas rutas desconocidas por la gran extensión de aquel lugar idílico y de mucho encanto, especialmente en época otoñal, que alcanza el mayor esplendor, pues se cubre de unos colores rojizos, amarillos y ocres espectaculares, de las diversas especies de árboles: hayas y tejos, también de acebos, pinos silvestres, abedules y robles.

En el hayedo también pueden verse corzos, zorros y jabalíes, y otros pequeños mamíferos como ardillas, gatos monteses y jinetas,  siendo una de las mejores rutas turísticas en otoño a tan solo unos cincuenta minutos de Guadalajara, y a noventa desde Madrid capital.

Recomendado reservar plaza de aparcamiento a través de la Web: hayedotejeranegra.castillalamancha.es/ventaenlinea/indexHTN.html), debido al acceso limitado, siendo imprescindible en los periodos de mayor afluencia de visitantes (festivos y fines de semana de Octubre, Noviembre y Semana Santa). No obstante también es recomendable su visita en primavera y verano, ya que el entorno es precioso por su  encantador paisaje en cualquier época.



También es curioso que en el noroeste de la provincia de Guadalajara el adjetivo negra tenga tanta relevancia la Arquitectura Negra y el Hayedo de Tejera Negra, que son dos de los destinos turísticos más importantes de Castilla La Mancha.

Y en el trascurso del viaje, el abuelo Octavio se manifestó con ciertas tribulaciones, que rondaban en su mente y a su modo lo confesaba a su nieto.

No se explicaba o malamente lo  comprendía, que estando gobernado el mundo por la Divina Providencia, los hombres buenos estén sometidos a muchos males; que interviene en todas las cosas de nuestras vidas,  que está con nosotros y que el gran entramado del mundo no puede subsistir sin la intervención de fuerza superior a nosotros. En un firmamento con la complejidad de su inmensidad de estrellas y planetas, de constelaciones, conocidas y muchas todavía por descubrir por los astrónomos que en nuestro pequeño mundo siguen investigando el gran misterio de la Creación,  a nadie se le oculta su grandiosidad, no obstante lo poco que de ello conocemos; que nada es casual y que todo se mueve a un ritmo perfecto difícil de comprender.

Octavio comentaba a su nieto Cesar, que no era posible grandísimo orden en se mueve el Universo sea fruto de la materia errante, ni que las cosas estén unidas por azar y dispuestas con tan gran arte; asimismo que el azar sea la causa de que los mares no aumenten su capacidad, a pesar de que todos los ríos desemboquen en ellos; y también el que gérmenes pequeños engendren plantas gigantes.

Tampoco se mueven sin alguna razón esos fenómenos que con frecuencia ocurren a lo largo de la historia de la humanidad: las nubes y las lluvias que en ocasiones imprevistas provocan impresionantes torrenciales, con caídas de rayos, los temblores y convulsiones del interior de nuestro planeta, provocando terremotos y volcanes que atemorizan a los confiados humanos, recordando nuestra vulnerabilidad. Como comprender la atracción de la luna, misterioso satélite de nuestro planeta, a cuyo albedrío obedece el flujo de los mares y océanos.

Octavio intentaba transmitir a su nieto, que a pesar de las muchas dificultades que tenían que soportar en el transcurso de sus vidas, que la Providencia no consiente que las cosas buenas dañen a los buenos, que entre ella y los seres humanos existe una gran confluencia que engendra a la virtud, que exige con rigor y aspereza, como hacen los padres rigurosos con los hijos para que no se distancien de la virtud en su aventura por la vida.

Difícil admitir por la equívoca comprensión humana, que las personas justas y amigos de hacer el bien sean víctimas de tragedias  que les atosigan, y se les premia con más severa disciplina. La Divina Providencia pone a prueba al ser humano con el que no abunda en deleites, le endurece y le prepara hacia más altos fines. Afrontando serenamente los embates que le acometen, juzgando que todas las cosas adversas son una prueba y una experiencia  de su valor. Es entonces cuando la virtud llega a su grandeza, que necesita su fuerza y capacidad de resistencia.

Las personas buenas no deben temer a los contratiempos ni dificultades, y no quejarse de su suerte, pues tengan por buenos cuanto les suceda, pues conviene recordar con que diferente cariño tratan los padres a sus hijos, que hacen se levanten pronto para que se dediquen a sus estudios y no les consienten ociosidad alguna, ni siquiera en los días festivos, ni en otras horas libres hasta hacerles sudar y en ocasiones derramar lágrimas, para hacerlos verdaderamente fuertes y cultos.

Comentaba Octavio a su nieto, que la felicidad que no ha sido sometida a pruebas, no sabe sufrir golpe alguno, pues quien ha sufrido contrariedades y obstáculos no se rinde a los infortunios.

También le comentaba sobre él mismo, que en el atardecer de su vida sufrió cierta tribulación en los momentos que sentía la necesidad de conocer el futuro que el destino le tenía reservado. A veces se sentía cansado y agobiado por la simplicidad de su vida.

Reconocía que era común a muchas personas que avanzan hacia el final de la vida, tener cierto pesimismo y mermadas las ilusiones, y que decir de la esperanza, como cuerpo celeste lejano de alcanzar.

Octavio se resistía a claudicar en esa batalla cruenta contra las enfermedades propias de la edad madura, y que en ocasiones disminuyen las posibilidades de acción activa, y actuaba con optimismo para animar a su familia y amigos y hacerles comprender que la vida es bella hasta el final pese a las dificultades, que dependía de la animosidad de espíritu de cada uno y sacar la parte positiva de las cosas.

Junto con algunos de sus amigos, había conseguido acercarse al mundo de la música, asistiendo a los conciertos que se celebraban en la ciudad, y hasta les convencía hacer salidas a otras poblaciones limítrofes siguiendo huellas musicales.

El caso era moverse y no ser “culos a sillones pegados”, que no traen buenas consecuencias, pues  les hacía moverse a pesar de los afligidos lumbagos, protestonas rodillas, e inclementes días de mal tiempo. Pues había que rendir batalla cada día sin pensar mucho en el mañana que ya era en el que estaban.

Un día visitaron a un amigo amante de la música, que postrado estaba en cama en malas condiciones de salud, lo que siendo una obra de caridad, que es la de visitar a los enfermos, les sirvió para darse cuenta de lo efímera que es la existencia humana, y por tanto hemos de hacerla bella en todo momento que podamos disfrutarla, sin reparar en medios, viviéndola cuanto mejor podamos. Que nunca se es demasiado mayor para tener otra meta u otro sueño, que la vida merece ser vivida con todo entusiasmo y alegría, por ser el don más preciado que se nos ha dado.

-Así pues, te recomiendo Cesar, que siempre lleves en tu corazón paz y entusiasmo, potencies la fortaleza de espíritu y la prudencia, y pidas al amanecer de cada día que te regale lucidez y sabiduría; que al alcanzar tu mayoría  estés satisfecho de cuanto bien hayas podido  realizar por tu prójimo y feliz con tu conciencia.

Cesar no contestaba a las manifestaciones de su abuelo, pero si asentía levemente con movimientos suaves de cabeza. Solo habló cuando ya estaban cerca de su destino.

-Abuelo, ya estamos cerca la población de Cantalojas, donde tomaremos,  la pista asfaltada que nos conduce al Centro de Interpretación del Parque Hayedo de Tejera Negra, situado a unos 2.5 kilómetros, y después del tramo asfaltado, que ya conocemos, hasta el puente que pasa a ser de tierra hasta llegar al aparcamiento situado a unos ocho kilómetros. Y gracias a tener reserva, que la solicitamos hace tiempo para poder aparcar en esta época otoñal tan concurrida de visitantes.

En esta ocasión nuestros andarines personajes habían decidido llevar el avituallamiento necesario para pasar el día en el parque, sin tener que reservar mesa para el almuerzo, dedicando más tiempo a disfrutar de aquellos lugares hasta la caída de la tarde. También fueron precavidos de ir correctamente equipados, pues es una zona en la que suele haber bajas temperaturas y posibles nevadas por esa época del año, lo que puede complicar la visita turística, aunque en esta ocasión se anunciaba tiempo agradable. También llevaron bastones que mucho ayudan en estas salidas de largo recorrido.



Habían atendido las sugerencias que les dieron en el Centro de Interpretación,  de explorar una nueva ruta de unos seis kilómetros, atravesado por el río Lillas y sus arroyos, por donde el hayedo conserva importante cantidad de hayas, que también se mezclan con robles, tejos, pinos, acebos y abedules, disfrutando de unos bosques impresionantes creando un espectáculo visual inolvidable.



La senda escogida ofrecía un recorrido fascinante, con encantadores puntos de interés, como miradores naturales y cascadas, con un nivel de dificultad moderado, para que nuestros personajes, especialmente  Octavio por razones de su edad, disfrutaran de una jornada de plena desconexión del mundanal ruido de las ciudades, en una naturaleza idílica con bellos contrastes de colores, especialmente en la época otoñal que habían escogido. Disfrutaron largo rato,  especialmente en la cascada  de La Zarza, donde descansaron degustando de las viandas que les había preparado su familia.



Respetando como siempre lo hacían,  las diversas medidas de protección que buscan salvaguardar la integridad del Parque y su valor patrimonial, promocionando un turismo responsable que respete el entorno natural. Su conservación es esencial para garantizar su legado para las generaciones venideras.

A la caída de la tarde regresaron de su largo paseo turístico hasta el aparcamiento donde tenían su automóvil.

Eugenio

Diciembre de 2024